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Historias - 26 enero, 2022

“Presidente López sí atendió nuestras solicitudes”, evocaron 45 años después, voceras del Movimiento Femenino

‘Todo por Valledupar y Cesar’, un colectivo de mujeres líderes, expuso al entonces jefe de Estado, los problemas que aquejaban a la región y se levantó el 26 de enero de 1977, con voz y voto para exigir soluciones al caos de la sociedad vallenata.

Nelly Castro de Pupo, líder del Movimiento Cívico Femenino.
Nelly Castro de Pupo, líder del Movimiento Cívico Femenino.

Una amarillenta página de periódico resurgió de los anales de la historia cesarense e hizo evocar a tres damas del departamento aquel lejano 26 de enero de 1977, cuando asumieron el liderazgo, junto a otras mujeres agrupadas en un colectivo, para exponerle al entonces presidente Alfonso López Michelsen las necesidades de la naciente sociedad del Cesar y su capital Valledupar.

Nelly Castro de Pupo, Doris Castro de Villazón y Sara Angarita de Ovalle fueron algunas de las firmantes de una carta abierta, y que hoy, 45 años después, EL PILÓN rescató como parte de la memoria de la región y del empoderamiento de un colectivo de mujeres que se autodenominó Movimiento Cívico Femenino ‘Todo por Valledupar y Cesar’.

Nelly, Doris y Sara compartieron con esta casa periodística ese histórico momento, en el que se unieron por amor a su terruño, y remitieron públicamente el documento al jefe de Estado, a través de una de las páginas de un periódico bogotano.

“Recibimos el respaldo del presidente López”, rememoró Castro de Pupo, quien destacó con emotividad que esa misiva surgió, debido a las necesidades que se vivían en la década del 70 y al deseo de aportar y participar que tuvo este grupo de mujeres.

“El movimiento surgió por la falta de agua, de electricidad y de servicios públicos. La carta la firmamos varias interesadas, dando cuenta de que estábamos fallos de servicios”, expresó doña Nelly.

Insistió en que recibieron el respaldo total del mandatario nacional, pues según relató Castro de Pupo, López Pumarejo, padre de López Michelsen, fue pionero en la construcción de la ciudad por lo que era muy querido y apreciado por todos sus habitantes.

En cuanto a la vocería femenina resaltó que en aquella ocasión, las necesidades obligaban a tomar decisiones, y agregó que en la actualidad hace falta más empoderamiento femenino en el Cesar. “Anteriormente la mujer entró a la política con el voto cuando Olga Riaño de Valle incursionó en la política y fue a la asamblea y nos quedó esa fuerza política de ella, la respaldamos nosotras que era un grupo muy grande”, expresó.

Doris Castro de Villazón, también exintegrante del movimiento en conversación con esta casa periodística, recordó que para ese entonces se había hecho una protesta frente al edificio de la Alcaldía, ya que a las mujeres no las dejaban participar.

Aseguró: “Era tan precaria la situación con la energía, yo tenía una señora que venía a mi casa y me planchaba la ropa con plancha de carbón… Había muchas necesidades y por eso nos unimos para darlas a conocer”.

Frente a la situación actual de la ciudad y cómo ve el panorama, Doris comentó: “Quienes firmamos esa carta somos pocas las sobrevivientes. No podemos ser negativos para decir que todo sigue igual. El problema de la energía se acabó con la Interconexión Eléctrica. En materia de educación se ha avanzado mucho y los colegios han progresado. La interconexión de gas también se solucionó. Seguimos esperando y soñando con ‘Caminos Vecinales’ para las vías de entrada a las fincas porque los corregimientos también han progresado y tienen placa huella y pavimento. Seguimos añorando: seguridad. Eso sí es endémico en todo el país”.

Por otro lado, Sara Angarita de Ovalle, quien perteneció al movimiento, evocó con gran entusiasmo cómo se vivieron aquellos días. “Nosotras salíamos a la calle a protestar en tacones. El señor López quería mucho a Valledupar, su primer gobernador, muy interesado en mejorar, en lograr el progreso y se ha logrado todo eso, yo felicito a la clase política y a todos sus gobernadores”, comentó.

Las tres damas, quienes compartieron esa histórica experiencia que contribuyó a impulsar el desarrollo de la región, coincidieron en que las peticiones y necesidades fueron acogidas por la administración de López Michelsen. “Si bien faltan muchas cosas por resolver, ya hay muchas en las que se ha avanzado”, sentenciaron al unísono, las exintegrantes del Movimiento Femenino, 45 años después.

¿Y QUÉ DECÍA LA CARTA?

La mencionada carta, rescatada por EL PILÓN, luego del protocolario saludo al presidente Alfonso López, iniciaba con estas palabras: “Basadas en su respuesta de enero 11 del presente año, damos a usted nuevamente un informe detallado y veraz de la situación actual que seguimos viviendo en esta capital del departamento piloto de Colombia y por la cual hemos hecho llegar a usted nuestros mensajes de inconformidad y peticiones de auxilio”.

Seguidamente, la carta enumeró cada una de las dificultades de los cesarenses, iniciando por la electrificación, la cual la resaltaron como “el problema mayor y la principal razón de nuestro Movimiento Cívico, como usuarios estamos a oscuras gran parte de la noche y racionados desde dos años atrás”.

En la carta, tras justificar la creación de su organización, fueron enfáticas en señalar que “no somos instrumentos de nadie, no tiene nuestro movimiento cívico, como tendenciosamente se ha hecho creer, color político ni banderas de grupo. No somos instrumentos de nadie, somos mujeres mayores de edad, conscientes de nuestros actos”.

Luego pusieron en contexto al presidente López sobre todos los inconvenientes presentados frente a la falta de electrificación y plantearon la necesidad de invertir cerca de 45 millones de pesos durante dos años. Allí cuestionaron a la empresa Corelca, a la electrificadora y a los gobiernos municipal y departamental. “¿A quién le creemos señor presidente?”, le preguntaron en la carta y resaltaron que debe haber transparencia en el gobierno del ‘Mandato claro’.

En segundo orden, el Movimiento Cívico expuso la falta de agua y alcantarillado, cuya solución requería de cinco colectores de alcantarillado para cubrir 2.005 hectáreas, con una inversión de 40 millones de pesos.

Otros problemas expuestos en esa histórica misiva fueron la deficiencia del servicio telefónico y la falta de construcción de carreteras, por lo que plantearon la necesidad de invertir cerca de 45 millones de pesos durante dos años, pero critican a la antigua entidad del gobierno conocida como Caminos Vecinales. “A este ritmo se gastarán más de 10 años, así no lo veremos nosotras sino nuestros nietos”.

Lo curioso es que siendo un grupo de damas distinguidas de Valledupar, la mayor parte de los problemas expuestos al presidente López eran muy domésticos, del quehacer diario en sus hogares. “El gas propano es un  artículo de primera necesidad para nosotras las amas de casa. Usted conoce esta región y sabe que la civilización de tierras para cultivos acabó con la leña y el carbón. No contando con energía eléctrica suficiente y siendo tan baja la cuota de gas para este departamento, nos vemos en una difícil situación para cocinar. Esperamos solución”.

La inseguridad del momento no podía faltar entre las querellas de las damas del Movimiento Cívico. “Nos informaron de los helicópteros que vendrán a vigilar nuestras carreteras para mayor seguridad, pero necesitamos también seguridad dentro de la ciudad y que las autoridades de tránsito impongan el orden, con el fin de evitar mayores accidentes y asaltos”.

Se quejaron también porque solo tenían al colegio Loperena y “la escuela industrial Pedro Castro Monsalvo” para el estudio de bachillerato de sus hijos.

Sara Angarita de Ovalle, líder del Movimiento Cívico Femenino.

OTROS TEMAS, ‘REDENTORA DE LA LUZ’

El Movimiento Cívico Femenino hizo un reclamo al presidente López Michelsen, pues señaló que la alusión de los brillantes oradores que se escogían para debates en el Congreso las había sorprendido pues su ‘Todo por Valledupar y el Cesar’ era única y exclusivamente de mujeres.

“No necesitamos parlamentarios que hagan debates fogosos pues sabemos que sus iniciativas fueron limitadas después de la reforma del ‘68’. Queremos y esperamos que usted como el más alto ejecutivo de la Nación en quien tenemos puestas nuestras esperanzas, deje en Valledupar, que tanto lo ha respaldado y querido, esta obra ‘Redentora de Luz’, luz que solucione la emergencia actual y mucha luz para su futuro desarrollo”.

Doris Castro de Villazón, Líder del Movimiento Cívico Femenino. 

LAS MUJERES EMPODERADAS QUE LUCHARON POR LA CLASE OBRERA

El Movimiento Cívico Femenino ‘Todo por Valledupar y Cesar’ estaba compuesto por Sarita de Ovalle Muñoz, Nelly Castro de Pupo, Edith de Rodríguez Valera, Marta de Campo Soto, Omaira Gnecco de Castro, Doris Castro de Villazón, Lucila Mejía, Astrid Baute de Sánchez, María Cristina Castro de Pupo, María Teresa de Mejía, Blanca Ovalle, Sofía de Alonso, Giomar de Fernández, Carmen Reales de Orozco, Francia Castilla, Gloria B. Espinosa, Magaly de Fernández de Castro, Nurys Castro de Daza, Estela de Tenorio, Ena López, Lucy Maya de Ovalle, Josefa Guerra de Rúa, Yolanda Pupo, Martha S. de Castro, Rosa Clar R. de Morón, Gregoria Mojica, Rubia de Oñate, Gloria de Pimienta, Ena de Pérez, María Elisa Pantoja de Echeverría, Isabel Soto de Campo, Sonia Campo de Cuello, Carola de Rodríguez, Lucía Acosta, Dioselina G. de Gutiérrez, Doris Castro de Losada, Irma de Gómez, Luz Ena de Celedón, Francia de Dangond, Isabel Castro, Josefina de Mestre, Lucy Mestre Orozco, Joselina de Vargas, Gilma Zapata, Ema de Castro, Ofelia de Jaimes, María Victoria Uhía de Durán, Olga de Rumbo, Patricia de Baute, Fina de Maestre, Gloria Amaya, Cristina Zárate, Olga de Rúa, Alaís Barro, María de Jiménez, Hilda Pabón, Raquel de Pérez, Sara de Daza, Tinora de Truck, Aura Maestre, Eida Rosa González, Vicenta Flórez, Elisabeth Pabón, Magally de Troncoso, Fanny de Jiménez, Anita de Cúrvelo, Gloria de Meza, Mery de López, Beatriz de Molina, Ruth de Gómez, Cristina de Saade, Amalia de Maya, Celina Mejía, Cristina de Gnecco, Olga Ovalle de Barros, Leonor Aarón de Quiroga, Alida de Roys, Beatriz Ponce, Nelly de Serrano, Emma Meriño, Carmen C. de Núñez, Zoila de González, Julia Montero, María Miranda Ropaín, María D. de Vega, Rita Arregocés de Guerra, Ruth Daza, Carmen Osorio, Vilma de Ruiz, Blanca Morales, Yudy Molina Gutiérrez, Imeida Guerra, Myriam de González, Elisa Daza, María Luisa Henríquez de Díaz Granados, María Luisa de Ackerman, Letty Ariza de Maestre, Carmen Ceballos de Mejía, Margarita de Mejía, Rosa Orozco, Lesvia Navarro, Mery de Carrillo, Isabel Arzuaga Mojica, Octaviana Yanet, Dora de Jaimes, Gloria de Ovalle, Amanda de Pizano, Gloria de Montero, María C. de Ariza, Julia de Montero.

Por Melissa Valle

Historias
26 enero, 2022

“Presidente López sí atendió nuestras solicitudes”, evocaron 45 años después, voceras del Movimiento Femenino

‘Todo por Valledupar y Cesar’, un colectivo de mujeres líderes, expuso al entonces jefe de Estado, los problemas que aquejaban a la región y se levantó el 26 de enero de 1977, con voz y voto para exigir soluciones al caos de la sociedad vallenata.


Nelly Castro de Pupo, líder del Movimiento Cívico Femenino.
Nelly Castro de Pupo, líder del Movimiento Cívico Femenino.

Una amarillenta página de periódico resurgió de los anales de la historia cesarense e hizo evocar a tres damas del departamento aquel lejano 26 de enero de 1977, cuando asumieron el liderazgo, junto a otras mujeres agrupadas en un colectivo, para exponerle al entonces presidente Alfonso López Michelsen las necesidades de la naciente sociedad del Cesar y su capital Valledupar.

Nelly Castro de Pupo, Doris Castro de Villazón y Sara Angarita de Ovalle fueron algunas de las firmantes de una carta abierta, y que hoy, 45 años después, EL PILÓN rescató como parte de la memoria de la región y del empoderamiento de un colectivo de mujeres que se autodenominó Movimiento Cívico Femenino ‘Todo por Valledupar y Cesar’.

Nelly, Doris y Sara compartieron con esta casa periodística ese histórico momento, en el que se unieron por amor a su terruño, y remitieron públicamente el documento al jefe de Estado, a través de una de las páginas de un periódico bogotano.

“Recibimos el respaldo del presidente López”, rememoró Castro de Pupo, quien destacó con emotividad que esa misiva surgió, debido a las necesidades que se vivían en la década del 70 y al deseo de aportar y participar que tuvo este grupo de mujeres.

“El movimiento surgió por la falta de agua, de electricidad y de servicios públicos. La carta la firmamos varias interesadas, dando cuenta de que estábamos fallos de servicios”, expresó doña Nelly.

Insistió en que recibieron el respaldo total del mandatario nacional, pues según relató Castro de Pupo, López Pumarejo, padre de López Michelsen, fue pionero en la construcción de la ciudad por lo que era muy querido y apreciado por todos sus habitantes.

En cuanto a la vocería femenina resaltó que en aquella ocasión, las necesidades obligaban a tomar decisiones, y agregó que en la actualidad hace falta más empoderamiento femenino en el Cesar. “Anteriormente la mujer entró a la política con el voto cuando Olga Riaño de Valle incursionó en la política y fue a la asamblea y nos quedó esa fuerza política de ella, la respaldamos nosotras que era un grupo muy grande”, expresó.

Doris Castro de Villazón, también exintegrante del movimiento en conversación con esta casa periodística, recordó que para ese entonces se había hecho una protesta frente al edificio de la Alcaldía, ya que a las mujeres no las dejaban participar.

Aseguró: “Era tan precaria la situación con la energía, yo tenía una señora que venía a mi casa y me planchaba la ropa con plancha de carbón… Había muchas necesidades y por eso nos unimos para darlas a conocer”.

Frente a la situación actual de la ciudad y cómo ve el panorama, Doris comentó: “Quienes firmamos esa carta somos pocas las sobrevivientes. No podemos ser negativos para decir que todo sigue igual. El problema de la energía se acabó con la Interconexión Eléctrica. En materia de educación se ha avanzado mucho y los colegios han progresado. La interconexión de gas también se solucionó. Seguimos esperando y soñando con ‘Caminos Vecinales’ para las vías de entrada a las fincas porque los corregimientos también han progresado y tienen placa huella y pavimento. Seguimos añorando: seguridad. Eso sí es endémico en todo el país”.

Por otro lado, Sara Angarita de Ovalle, quien perteneció al movimiento, evocó con gran entusiasmo cómo se vivieron aquellos días. “Nosotras salíamos a la calle a protestar en tacones. El señor López quería mucho a Valledupar, su primer gobernador, muy interesado en mejorar, en lograr el progreso y se ha logrado todo eso, yo felicito a la clase política y a todos sus gobernadores”, comentó.

Las tres damas, quienes compartieron esa histórica experiencia que contribuyó a impulsar el desarrollo de la región, coincidieron en que las peticiones y necesidades fueron acogidas por la administración de López Michelsen. “Si bien faltan muchas cosas por resolver, ya hay muchas en las que se ha avanzado”, sentenciaron al unísono, las exintegrantes del Movimiento Femenino, 45 años después.

¿Y QUÉ DECÍA LA CARTA?

La mencionada carta, rescatada por EL PILÓN, luego del protocolario saludo al presidente Alfonso López, iniciaba con estas palabras: “Basadas en su respuesta de enero 11 del presente año, damos a usted nuevamente un informe detallado y veraz de la situación actual que seguimos viviendo en esta capital del departamento piloto de Colombia y por la cual hemos hecho llegar a usted nuestros mensajes de inconformidad y peticiones de auxilio”.

Seguidamente, la carta enumeró cada una de las dificultades de los cesarenses, iniciando por la electrificación, la cual la resaltaron como “el problema mayor y la principal razón de nuestro Movimiento Cívico, como usuarios estamos a oscuras gran parte de la noche y racionados desde dos años atrás”.

En la carta, tras justificar la creación de su organización, fueron enfáticas en señalar que “no somos instrumentos de nadie, no tiene nuestro movimiento cívico, como tendenciosamente se ha hecho creer, color político ni banderas de grupo. No somos instrumentos de nadie, somos mujeres mayores de edad, conscientes de nuestros actos”.

Luego pusieron en contexto al presidente López sobre todos los inconvenientes presentados frente a la falta de electrificación y plantearon la necesidad de invertir cerca de 45 millones de pesos durante dos años. Allí cuestionaron a la empresa Corelca, a la electrificadora y a los gobiernos municipal y departamental. “¿A quién le creemos señor presidente?”, le preguntaron en la carta y resaltaron que debe haber transparencia en el gobierno del ‘Mandato claro’.

En segundo orden, el Movimiento Cívico expuso la falta de agua y alcantarillado, cuya solución requería de cinco colectores de alcantarillado para cubrir 2.005 hectáreas, con una inversión de 40 millones de pesos.

Otros problemas expuestos en esa histórica misiva fueron la deficiencia del servicio telefónico y la falta de construcción de carreteras, por lo que plantearon la necesidad de invertir cerca de 45 millones de pesos durante dos años, pero critican a la antigua entidad del gobierno conocida como Caminos Vecinales. “A este ritmo se gastarán más de 10 años, así no lo veremos nosotras sino nuestros nietos”.

Lo curioso es que siendo un grupo de damas distinguidas de Valledupar, la mayor parte de los problemas expuestos al presidente López eran muy domésticos, del quehacer diario en sus hogares. “El gas propano es un  artículo de primera necesidad para nosotras las amas de casa. Usted conoce esta región y sabe que la civilización de tierras para cultivos acabó con la leña y el carbón. No contando con energía eléctrica suficiente y siendo tan baja la cuota de gas para este departamento, nos vemos en una difícil situación para cocinar. Esperamos solución”.

La inseguridad del momento no podía faltar entre las querellas de las damas del Movimiento Cívico. “Nos informaron de los helicópteros que vendrán a vigilar nuestras carreteras para mayor seguridad, pero necesitamos también seguridad dentro de la ciudad y que las autoridades de tránsito impongan el orden, con el fin de evitar mayores accidentes y asaltos”.

Se quejaron también porque solo tenían al colegio Loperena y “la escuela industrial Pedro Castro Monsalvo” para el estudio de bachillerato de sus hijos.

Sara Angarita de Ovalle, líder del Movimiento Cívico Femenino.

OTROS TEMAS, ‘REDENTORA DE LA LUZ’

El Movimiento Cívico Femenino hizo un reclamo al presidente López Michelsen, pues señaló que la alusión de los brillantes oradores que se escogían para debates en el Congreso las había sorprendido pues su ‘Todo por Valledupar y el Cesar’ era única y exclusivamente de mujeres.

“No necesitamos parlamentarios que hagan debates fogosos pues sabemos que sus iniciativas fueron limitadas después de la reforma del ‘68’. Queremos y esperamos que usted como el más alto ejecutivo de la Nación en quien tenemos puestas nuestras esperanzas, deje en Valledupar, que tanto lo ha respaldado y querido, esta obra ‘Redentora de Luz’, luz que solucione la emergencia actual y mucha luz para su futuro desarrollo”.

Doris Castro de Villazón, Líder del Movimiento Cívico Femenino. 

LAS MUJERES EMPODERADAS QUE LUCHARON POR LA CLASE OBRERA

El Movimiento Cívico Femenino ‘Todo por Valledupar y Cesar’ estaba compuesto por Sarita de Ovalle Muñoz, Nelly Castro de Pupo, Edith de Rodríguez Valera, Marta de Campo Soto, Omaira Gnecco de Castro, Doris Castro de Villazón, Lucila Mejía, Astrid Baute de Sánchez, María Cristina Castro de Pupo, María Teresa de Mejía, Blanca Ovalle, Sofía de Alonso, Giomar de Fernández, Carmen Reales de Orozco, Francia Castilla, Gloria B. Espinosa, Magaly de Fernández de Castro, Nurys Castro de Daza, Estela de Tenorio, Ena López, Lucy Maya de Ovalle, Josefa Guerra de Rúa, Yolanda Pupo, Martha S. de Castro, Rosa Clar R. de Morón, Gregoria Mojica, Rubia de Oñate, Gloria de Pimienta, Ena de Pérez, María Elisa Pantoja de Echeverría, Isabel Soto de Campo, Sonia Campo de Cuello, Carola de Rodríguez, Lucía Acosta, Dioselina G. de Gutiérrez, Doris Castro de Losada, Irma de Gómez, Luz Ena de Celedón, Francia de Dangond, Isabel Castro, Josefina de Mestre, Lucy Mestre Orozco, Joselina de Vargas, Gilma Zapata, Ema de Castro, Ofelia de Jaimes, María Victoria Uhía de Durán, Olga de Rumbo, Patricia de Baute, Fina de Maestre, Gloria Amaya, Cristina Zárate, Olga de Rúa, Alaís Barro, María de Jiménez, Hilda Pabón, Raquel de Pérez, Sara de Daza, Tinora de Truck, Aura Maestre, Eida Rosa González, Vicenta Flórez, Elisabeth Pabón, Magally de Troncoso, Fanny de Jiménez, Anita de Cúrvelo, Gloria de Meza, Mery de López, Beatriz de Molina, Ruth de Gómez, Cristina de Saade, Amalia de Maya, Celina Mejía, Cristina de Gnecco, Olga Ovalle de Barros, Leonor Aarón de Quiroga, Alida de Roys, Beatriz Ponce, Nelly de Serrano, Emma Meriño, Carmen C. de Núñez, Zoila de González, Julia Montero, María Miranda Ropaín, María D. de Vega, Rita Arregocés de Guerra, Ruth Daza, Carmen Osorio, Vilma de Ruiz, Blanca Morales, Yudy Molina Gutiérrez, Imeida Guerra, Myriam de González, Elisa Daza, María Luisa Henríquez de Díaz Granados, María Luisa de Ackerman, Letty Ariza de Maestre, Carmen Ceballos de Mejía, Margarita de Mejía, Rosa Orozco, Lesvia Navarro, Mery de Carrillo, Isabel Arzuaga Mojica, Octaviana Yanet, Dora de Jaimes, Gloria de Ovalle, Amanda de Pizano, Gloria de Montero, María C. de Ariza, Julia de Montero.

Por Melissa Valle