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Medio Ambiente - 7 febrero, 2022

¡Preocupación! Cesar es área potencial de ocupación de los hipopótamos invasores 

A partir de haberlos catalogado invasores, el Ministerio de Ambiente deberá definir acciones concretas frente a la situación de esta especie, teniendo en cuenta que representa un peligro para el manatí, el chigüiro y los cuerpos de agua del departamento.

Los animales fueron introducidos hace más de 4 décadas.
Los animales fueron introducidos hace más de 4 décadas.
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Después de más de cuatro décadas, el Gobierno Nacional decidió declarar invasores a los hipopótamos que introdujo al país el narcotraficante Pablo Escobar, lo cual generó reacciones entre los ambientalistas del Cesar, debido a que la ruta que marcan los individuos de esta especie incluye el territorio cesarense.

Así, el cofundador del Foro Ambiental del Cesar, Eudis De León, indicó en sus redes sociales: “¡Ya era hora! Aunque tarde, es un avance importante en la búsqueda de una solución a la problemática ambiental de los hipopótamos invasores. Nuestra biodiversidad está en seria amenaza si no se actúa a tiempo”.

Según los estudios, la mayor población deambula sobre la cuenca del río Magdalena a la altura del departamento de Santander, el cual tiene límites con el Cesar.

La ruta de estos animales va encaminada hacia Antioquia, Bolívar, Sucre, Cesar, Magdalena y Atlántico, por lo cual representa un peligro para las especies de estos territorios, es decir, el Cesar es una de las áreas potenciales de ocupación de los hipopótamos.

A través de una gráfica se evidenció la ocupación actual y las áreas susceptibles de ocupación de estas especies en el territorio nacional, y se considera que representan una grave amenaza para el ecosistema nativo, pues su tasa de crecimiento es mayor a la que se registra en África.

Zonas de ocupación y áreas susceptibles de ocupación de los hipopótamos en el país, entre las que se incluye el Cesar.


LO QUE PASÓ

Aunque inicialmente el extinto capo del narcotráfico solo trajo en un contenedor, en 1981, tres hembras y un macho, como parte de un gusto exótico para su hacienda Nápoles y su colección, actualmente la población ha llegado a más de 130 hipopótamos en el país y se estima que al año 2030 existirían alrededor de 434 individuos, teniendo en cuenta que su tasa de crecimiento es superior al 14%.

“Venimos trabajando con información científica y rigurosa en la hoja de ruta para la toma de decisiones respecto a las medidas de control y manejo de esta especie en Colombia. Por eso, el Ministerio de Ambiente adoptará la recomendación para declarar al hipopótamo como especie invasora por parte del Comité Nacional de Especies Introducidas y/o Trasplantadas Invasoras”, señaló el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, citado en un comunicado.

El problema se inició con la muerte del entonces jefe del Cartel de Medellín en 1993, porque varios de los animales de su zoológico privado fueron llevados a otros del país, pero ante la dificultad para su traslado y mantenimientos, otros quedaron en el sector del Magdalena, en donde los tuvo Escobar. 

La población aumentó y varios salieron de la hacienda Nápoles por lo que comenzaron los encuentros con la gente de la zona y su consecuente problemática ambiental. 

¿POR QUÉ SON UN PROBLEMA?

Los hipopótamos son catalogados una especie problemática porque se consideran ingenieros ecosistémicos, y pasan gran parte de su tiempo en cuerpos de agua para bajar su temperatura, defecar y orinar. 

En el proceso de descomposición de los desechos las bacterias liberan dióxido de carbono, que en grandes cantidades puede disminuir los niveles de oxígeno y afectar los organismos presentes en los pozos, lagos o ríos. 

Además, cada vez que uno de estos individuos camina arrastra importantes cantidades de suelo, minerales y pequeños organismos, por lo que modifican constantemente los ecosistemas, según señalan los expertos.

Un estudio del Instituto Alexander von Humboldt y la Universidad Nacional de Colombia, en convenio con el Ministerio de Ambiente, permitió conocer los graves riesgos que estos ejemplares representan por la vulnerabilidad que existe de las áreas protegidas, ecosistemas estratégicos y las amenazas contra especies como en manatí y el chigüiro, presentes en algunos complejos de Córdoba, Cesar, Antioquia, y en las zonas ribereñas del valle medio del río Magdalena.

¿UN SANTUARIO?

Sobre cómo controlar la expansión de esta especie ha habido un fuerte debate. Recientemente, incluso, surgió la idea de construir un santuario para ellos. “La contención de 15 animales por un período de dos años puede costar alrededor de los $400 millones. Además, se sabe que los hipopótamos son animales agresivos y podrían matarse en algunos casos si se les encierra”, aseguró Germán Jiménez, doctor en ciencias biológicas y profesor de la Universidad Javeriana, en el diario El Espectador.

Medio Ambiente
7 febrero, 2022

¡Preocupación! Cesar es área potencial de ocupación de los hipopótamos invasores 

A partir de haberlos catalogado invasores, el Ministerio de Ambiente deberá definir acciones concretas frente a la situación de esta especie, teniendo en cuenta que representa un peligro para el manatí, el chigüiro y los cuerpos de agua del departamento.


Los animales fueron introducidos hace más de 4 décadas.
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Después de más de cuatro décadas, el Gobierno Nacional decidió declarar invasores a los hipopótamos que introdujo al país el narcotraficante Pablo Escobar, lo cual generó reacciones entre los ambientalistas del Cesar, debido a que la ruta que marcan los individuos de esta especie incluye el territorio cesarense.

Así, el cofundador del Foro Ambiental del Cesar, Eudis De León, indicó en sus redes sociales: “¡Ya era hora! Aunque tarde, es un avance importante en la búsqueda de una solución a la problemática ambiental de los hipopótamos invasores. Nuestra biodiversidad está en seria amenaza si no se actúa a tiempo”.

Según los estudios, la mayor población deambula sobre la cuenca del río Magdalena a la altura del departamento de Santander, el cual tiene límites con el Cesar.

La ruta de estos animales va encaminada hacia Antioquia, Bolívar, Sucre, Cesar, Magdalena y Atlántico, por lo cual representa un peligro para las especies de estos territorios, es decir, el Cesar es una de las áreas potenciales de ocupación de los hipopótamos.

A través de una gráfica se evidenció la ocupación actual y las áreas susceptibles de ocupación de estas especies en el territorio nacional, y se considera que representan una grave amenaza para el ecosistema nativo, pues su tasa de crecimiento es mayor a la que se registra en África.

Zonas de ocupación y áreas susceptibles de ocupación de los hipopótamos en el país, entre las que se incluye el Cesar.


LO QUE PASÓ

Aunque inicialmente el extinto capo del narcotráfico solo trajo en un contenedor, en 1981, tres hembras y un macho, como parte de un gusto exótico para su hacienda Nápoles y su colección, actualmente la población ha llegado a más de 130 hipopótamos en el país y se estima que al año 2030 existirían alrededor de 434 individuos, teniendo en cuenta que su tasa de crecimiento es superior al 14%.

“Venimos trabajando con información científica y rigurosa en la hoja de ruta para la toma de decisiones respecto a las medidas de control y manejo de esta especie en Colombia. Por eso, el Ministerio de Ambiente adoptará la recomendación para declarar al hipopótamo como especie invasora por parte del Comité Nacional de Especies Introducidas y/o Trasplantadas Invasoras”, señaló el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, citado en un comunicado.

El problema se inició con la muerte del entonces jefe del Cartel de Medellín en 1993, porque varios de los animales de su zoológico privado fueron llevados a otros del país, pero ante la dificultad para su traslado y mantenimientos, otros quedaron en el sector del Magdalena, en donde los tuvo Escobar. 

La población aumentó y varios salieron de la hacienda Nápoles por lo que comenzaron los encuentros con la gente de la zona y su consecuente problemática ambiental. 

¿POR QUÉ SON UN PROBLEMA?

Los hipopótamos son catalogados una especie problemática porque se consideran ingenieros ecosistémicos, y pasan gran parte de su tiempo en cuerpos de agua para bajar su temperatura, defecar y orinar. 

En el proceso de descomposición de los desechos las bacterias liberan dióxido de carbono, que en grandes cantidades puede disminuir los niveles de oxígeno y afectar los organismos presentes en los pozos, lagos o ríos. 

Además, cada vez que uno de estos individuos camina arrastra importantes cantidades de suelo, minerales y pequeños organismos, por lo que modifican constantemente los ecosistemas, según señalan los expertos.

Un estudio del Instituto Alexander von Humboldt y la Universidad Nacional de Colombia, en convenio con el Ministerio de Ambiente, permitió conocer los graves riesgos que estos ejemplares representan por la vulnerabilidad que existe de las áreas protegidas, ecosistemas estratégicos y las amenazas contra especies como en manatí y el chigüiro, presentes en algunos complejos de Córdoba, Cesar, Antioquia, y en las zonas ribereñas del valle medio del río Magdalena.

¿UN SANTUARIO?

Sobre cómo controlar la expansión de esta especie ha habido un fuerte debate. Recientemente, incluso, surgió la idea de construir un santuario para ellos. “La contención de 15 animales por un período de dos años puede costar alrededor de los $400 millones. Además, se sabe que los hipopótamos son animales agresivos y podrían matarse en algunos casos si se les encierra”, aseguró Germán Jiménez, doctor en ciencias biológicas y profesor de la Universidad Javeriana, en el diario El Espectador.