El supuesto abono que la constructora utilizó para la edificación del Multicentro tiene molestos a los habitantes del sector.
Enfermos dicen estar los habitantes del barrio Los Ángeles, especialmente los que habitan la urbanización Pasadena, al norte de Valledupar. La razón: un polvillo negro que es utilizado para el supuesto abono de las plantas que adornan una edificación del sector, el cual los perjudica.
Con las casas como evidencia de la afectación causada, los habitantes demuestran que sus argumentos son válidos, puesto que en cada uno de los elementos de sus residencias se encuentran residuos del material utilizado para dicha construcción.
“Ese polvillo se nos está metiendo en los pulmones. La empresa constructora ha arrojado ese material que se esparce con la brisa y nos tienen nuestros muebles, cocinas, baños y carros, negros del polvillo. Yo sé que el alcalde Augusto Ramírez Uhía nos va a ayudar en esto”, dijo el vecino del sector, Julio César Daza, quien pidió a la Alcaldía y a la Corporación Autónoma Regional del Cesar la implementación de comparendos ambientales para que ese tipo de empresas no los avasalle.
Daza aseguró que la molestia se presenta desde las 5:30 de la mañana del 31 de diciembre pasado, día que la comunidad reportó la afectación a la Policía, autoridad que les atendió el llamado en dicha ocasión.
“Desde ese día no hemos tenido descanso; en cada casa hay que hacer entre tres y cuatro barridas diarias. Hoy fui a ponerme una ropa y me quedó el cuerpo negro del polvillo contaminante. Estos señores de la construcción no oyen, ni ven, ni entienden”, acotó Julio César Daza.
Otros de los quejosos que reside en el sector, es Jorge Dagil, quien aclaró que el material volátil les ha causado una permanente gripa a los habitantes en los alrededores de la obra. Por lo que tienen que mantener con las viviendas cerradas. Sin embargo el material entra por las rejillas.
Agregó que se les ha hecho imposible contactarse con las personas encargadas de la obra para ponerles su queja y recibir una atención oportuna.
EL PILÓN indagó en el edificio sobre la situación, pero no pudo ser atendido porque, al parecer, el encargado estaba en Bogotá y regresa el próximo martes. El contacto telefónico tampoco fue suministrado.
23 días cumplen hoy los habitantes del barrio Los Ángeles y la urbanización Pasadena aguantando el polvillo negro que se genera supuestamente de una obra en construcción.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
El supuesto abono que la constructora utilizó para la edificación del Multicentro tiene molestos a los habitantes del sector.
Enfermos dicen estar los habitantes del barrio Los Ángeles, especialmente los que habitan la urbanización Pasadena, al norte de Valledupar. La razón: un polvillo negro que es utilizado para el supuesto abono de las plantas que adornan una edificación del sector, el cual los perjudica.
Con las casas como evidencia de la afectación causada, los habitantes demuestran que sus argumentos son válidos, puesto que en cada uno de los elementos de sus residencias se encuentran residuos del material utilizado para dicha construcción.
“Ese polvillo se nos está metiendo en los pulmones. La empresa constructora ha arrojado ese material que se esparce con la brisa y nos tienen nuestros muebles, cocinas, baños y carros, negros del polvillo. Yo sé que el alcalde Augusto Ramírez Uhía nos va a ayudar en esto”, dijo el vecino del sector, Julio César Daza, quien pidió a la Alcaldía y a la Corporación Autónoma Regional del Cesar la implementación de comparendos ambientales para que ese tipo de empresas no los avasalle.
Daza aseguró que la molestia se presenta desde las 5:30 de la mañana del 31 de diciembre pasado, día que la comunidad reportó la afectación a la Policía, autoridad que les atendió el llamado en dicha ocasión.
“Desde ese día no hemos tenido descanso; en cada casa hay que hacer entre tres y cuatro barridas diarias. Hoy fui a ponerme una ropa y me quedó el cuerpo negro del polvillo contaminante. Estos señores de la construcción no oyen, ni ven, ni entienden”, acotó Julio César Daza.
Otros de los quejosos que reside en el sector, es Jorge Dagil, quien aclaró que el material volátil les ha causado una permanente gripa a los habitantes en los alrededores de la obra. Por lo que tienen que mantener con las viviendas cerradas. Sin embargo el material entra por las rejillas.
Agregó que se les ha hecho imposible contactarse con las personas encargadas de la obra para ponerles su queja y recibir una atención oportuna.
EL PILÓN indagó en el edificio sobre la situación, pero no pudo ser atendido porque, al parecer, el encargado estaba en Bogotá y regresa el próximo martes. El contacto telefónico tampoco fue suministrado.
23 días cumplen hoy los habitantes del barrio Los Ángeles y la urbanización Pasadena aguantando el polvillo negro que se genera supuestamente de una obra en construcción.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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