Para vigilar compromisos ambientales: La inminente venta de los negocios de la estadounidense Drummond en Colombia, luego de 15 años de operación en el país, prendió las alertas sobre quién asumirá la responsabilidad ambiental por la explotación del carbón en el departamento del Cesar. Luego de la oferta de 8.000 millones de dólares que hizo […]
Para vigilar compromisos ambientales:
La inminente venta de los negocios de la estadounidense Drummond en Colombia, luego de 15 años de operación en el país, prendió las alertas sobre quién asumirá la responsabilidad ambiental por la explotación del carbón en el departamento del Cesar.
Luego de la oferta de 8.000 millones de dólares que hizo la firma suiza Xstrata por los activos de esta empresa en el país –negocio que se concretaría en las próximas semanas-, los sectores ambientalistas le expresaron al alto gobierno y a los organismos de control su preocupación por la posibilidad de que con el negocio el compromiso ambiental quede en el limbo.
En una carta enviada al presidente Juan Manuel Santos, la organización Colombia Punto Medio le manifestó al primer mandatario su preocupación sobre la responsabilidad y el manejo futuro del impacto ambiental causado por la explotación de carbón en las minas La Loma y El Descanso, así como por los efectos del transporte del mineral para su exportación en la salud de las personas.
El director de Colombia Punto Medio, Luis Álvaro Pardo, argumenta que varias organizaciones sociales y ambientalistas, entre ellas Conservación Internacional y The Nature Conservancy, al igual que universidades y columnistas, han lanzado su voz de alerta por el deterioro ambiental en las áreas de explotación minera en este departamento.
La intranquilidad es grande. José Yunis Mebarak, representante de The Nature Conservancy, asegura que actualmente la totalidad de los municipios del Cesar se encuentran en proceso de desertización, que los convertirá en una zona estéril en cien años, si las cosas se mantienen como están.
Las advertencias de los expertos ambientalistas están apoyadas por análisis académicos. Hace menos de un año la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede), publicaron un estudio sobre la actividad carbonífera a cielo abierto en el centro del Cesar.
El documento resaltó que la degradación ambiental y los mayores niveles de pobreza en la población pueden llegar a superar los beneficios percibidos por esa actividad, en términos de empleos, regalías e ingresos fiscales para el Gobierno. El análisis advierte que la evidencia mostró que las firmas carboníferas perciben ganancias sustanciales por los bajos costos de producción y el buen comportamiento del precio internacional del mineral entre el 2004 y el 2008, “situación que las lleva a agotarlo en el menor tiempo posible de forma insostenible, y a responsabilizar a futuras generaciones de los problemas ocasionados en la zona”.
Ante esta situación, la organización Colombia Punto Medio le pidió al jefe de Estado su intervención directa, buscando que estos efectos no se vuelvan ‘pasivos huérfanos’ y que el país tenga garantías claras que obliguen a las empresas involucradas en la negociación (Drummond y Xstrata) a responder por las consecuencias generadas por la actividad carbonífera en esta región.
* Tomado de Portafolio
Para vigilar compromisos ambientales: La inminente venta de los negocios de la estadounidense Drummond en Colombia, luego de 15 años de operación en el país, prendió las alertas sobre quién asumirá la responsabilidad ambiental por la explotación del carbón en el departamento del Cesar. Luego de la oferta de 8.000 millones de dólares que hizo […]
Para vigilar compromisos ambientales:
La inminente venta de los negocios de la estadounidense Drummond en Colombia, luego de 15 años de operación en el país, prendió las alertas sobre quién asumirá la responsabilidad ambiental por la explotación del carbón en el departamento del Cesar.
Luego de la oferta de 8.000 millones de dólares que hizo la firma suiza Xstrata por los activos de esta empresa en el país –negocio que se concretaría en las próximas semanas-, los sectores ambientalistas le expresaron al alto gobierno y a los organismos de control su preocupación por la posibilidad de que con el negocio el compromiso ambiental quede en el limbo.
En una carta enviada al presidente Juan Manuel Santos, la organización Colombia Punto Medio le manifestó al primer mandatario su preocupación sobre la responsabilidad y el manejo futuro del impacto ambiental causado por la explotación de carbón en las minas La Loma y El Descanso, así como por los efectos del transporte del mineral para su exportación en la salud de las personas.
El director de Colombia Punto Medio, Luis Álvaro Pardo, argumenta que varias organizaciones sociales y ambientalistas, entre ellas Conservación Internacional y The Nature Conservancy, al igual que universidades y columnistas, han lanzado su voz de alerta por el deterioro ambiental en las áreas de explotación minera en este departamento.
La intranquilidad es grande. José Yunis Mebarak, representante de The Nature Conservancy, asegura que actualmente la totalidad de los municipios del Cesar se encuentran en proceso de desertización, que los convertirá en una zona estéril en cien años, si las cosas se mantienen como están.
Las advertencias de los expertos ambientalistas están apoyadas por análisis académicos. Hace menos de un año la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes y del Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (Cede), publicaron un estudio sobre la actividad carbonífera a cielo abierto en el centro del Cesar.
El documento resaltó que la degradación ambiental y los mayores niveles de pobreza en la población pueden llegar a superar los beneficios percibidos por esa actividad, en términos de empleos, regalías e ingresos fiscales para el Gobierno. El análisis advierte que la evidencia mostró que las firmas carboníferas perciben ganancias sustanciales por los bajos costos de producción y el buen comportamiento del precio internacional del mineral entre el 2004 y el 2008, “situación que las lleva a agotarlo en el menor tiempo posible de forma insostenible, y a responsabilizar a futuras generaciones de los problemas ocasionados en la zona”.
Ante esta situación, la organización Colombia Punto Medio le pidió al jefe de Estado su intervención directa, buscando que estos efectos no se vuelvan ‘pasivos huérfanos’ y que el país tenga garantías claras que obliguen a las empresas involucradas en la negociación (Drummond y Xstrata) a responder por las consecuencias generadas por la actividad carbonífera en esta región.
* Tomado de Portafolio