Las calles de Valledupar hoy muestran el horizonte gris de los venezolanos en el país. La euforia del concierto del pasado viernes se combinó rápidamente con la desesperación y el desconsuelo por el ingreso fallido de la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos.
Luego de lo que sería un fin de semana positivo para el pueblo venezolano (opositor), el panorama paso de ser castaño a oscuro, toda vez que la perspectiva sociopolítica se agudizó más de lo previsto y hoy las esperanzas de millones de volver a su país son aún menores.
Los venezolanos que se encuentran radicados en Valledupar, capital del Cesar, pasaron del concierto Venezuela Aid Live al desconcierto, entre otras, por el fallido intento de la entrega humanitaria el pasado sábado 23 de febrero, escenas que veían en la televisión colombiana y redes sociales.
Lea también: Tensión en la frontera, la ayuda humanitaria no llegó a su destino
Para Maryuris Aguilar, venezolana radicada hace más de dos años en Valledupar, la situación es aún peor porque su pueblo esta desilusionado y desconcertado: “Estuve en los dos escenarios que se generaron pero los enfrentamientos fronterizos por nuestro intento de pasar ayuda humanitaria hacia Venezuela…la Policía venezolana quemó dos tractomulas con ayuda humanitaria en el puente. Esto empeoró nuestro panorama por completo debido a que el ‘narcogobierno’ que impera en Venezuela mostró a la población internacional lo que realmente acontece sociopolíticamente en Venezuela”.
Los más de 11 mil venezolanos radicados en las calles de la capital del Cesar hoy buscan tener mayor apoyo de la administración municipal, puesto que no ven viable volver a su país. “Estoy aquí hace cinco años y debo viajar a mi país cada 15 días a llevarle comida a mi familia pero ante esta situación lo que haré es traerlos para Valledupar porque no tenemos esperanzas por el momento”, indicó administrador de empresas venezolano, quien pido reserva de su nombre.
VALLEDUPAR, UN REFUGIO DE VENEZOLANOS
Con brigadas de salud, atención de primer nivel, asignación de cupos en los planteles educativos públicos a la población estudiantil venezolana y ayudas sociales, Valledupar se ha convertido en la novena capital de Colombia con mayor número de migrantes venezolanos. Los datos arrojados por el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV) mostraron que la capital del Cesar cuenta con un total de 11 mil venezolanos y en todo el cesar hay registrados 20.148 personas, es decir, el 4,55 % del registro total.
El director de la oficina de Gestión Social de Valledupar, Jaider Rincones, concluyó: “Nosotros solo logramos atender a 3.106 mil venezolanos durante las brigadas de salud, de familia, de atención a primera infancia y las visitas desarrolladas con las múltiples sectoriales pero aún nos quedamos cortos y no tenemos un rubro para esta población, aunque seguiremos trabajando por la dignificación de sus derechos”.
“Valledupar ha sido un refugio para nosotros. Cuando llegué pude enseguida conseguir empleo en un ente educativo de alto prestigio donde puedo desde acá enviarle comida a mi familia y lograr que puedan subsistir en medio de esta crisis. Sabemos que esta crisis ha afectado el país colombiano pero la situación tendrá en algún momento un giro claro que permitirá que volvamos a nuestras casas y país”, dijo el venezolano, administrador de empresas.
Lea también: ‘Venezuela Aid Live’ vs. ‘Hands off Venezuela’, las dos caras de la moneda
“Hemos conseguido a través de la gestión del alcalde que llegaran a Valledupar entidades internacionales como la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur, el Programa Mundial de Alimentos y Mercy Corps. Con ellos estamos trabajando temas de comidas, de alimentación, de refugios para los migrantes venezolanos porque se ha convertido en nuestra ciudad en un problema social muy importante”, aseguró Gonzalo Arzuza, secretario de Gobierno Municipal. Del mismo modo explicó que están dando la atención a los grupos venezolanos en todos los sentidos, en hospitales y colegios, donde por ejemplo tienen una población de más de 2.000 niños que están estudiando y tienen su alimentación de manera gratuita asumida por el municipio.
La fuerte situación política, social y económica de Venezuela ha generado entre los migrantes la fuerte corazonada de no poder volver por ahora a su país. “Pasan los días donde Maduro se atornilla al poder, son aún más los afectados económicamente y son cada día más muertos los que la sociedad venezolana se despide y el nuevo entorno que dejó un fin de semana de lucha nos muestra a nosotros que tendremos que estar más tiempo fuera de nuestro país”, manifestó José Noroñó, docente.
Frente a esto, Alfonso Campo, personero de Valledupar, indicó que el trabajo de la sectorial está centrado en garantizar los derechos humanos de los venezolanos mientras estén en el territorio. “Mientras estén aquí solventaremos algunas de sus necesidades como garantizarles sus derechos al acceso a la oferta institucional en temas de salud, educación, temas sociales y servicios públicos”, indicó.
Asimismo, Campo explicó: “Los temas de salud han sido la principal queja por parte de la población y nuestro principal punto de trabajo entendiendo la crisis que se establece en este sector”.
La otra cara del refugio en el que se ha convertido Valledupar es el desarrollo de los altos índices de inseguridad que se han disparado en algunas comunas de la ciudad. Los que han generado que el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía trabaje de la mano con Migración Colombia para expulsar a los venezolanos que delinquen en la capital del Cesar.
“Venezolanos, no todos, pero algunos son delincuentes, estamos haciendo estrategias y operativos importantes con Migración Colombia que nos acompañará para sacarlos, además tienen unos antecedentes y no vamos a permitir de que en Valledupar se vayan atrincherar”, expresó el mandatario.
Al mismo tiempo, Arzuza indicó que ha sido de esfuerzo y trabajo interdisciplinario con la Policía Nacional y el Ejército Nacional para contrarrestar la ola de inseguridad.
¿HAY LUZ AL FINAL DEL TÚNEL?
“Nuestro pueblo pide a gritos ayuda y nuestra esperanza esta puesta en Juan Guaidó quien es el presidente de Venezuela, quien nos citó, quien ha hecho que tengamos otra salida. Pese a esto, nosotros vemos ya esto muy difícil, es decir, la economía, el declive social y sobre todo el entorno político”, dijo Aguilar.
La gota que derramo el vaso fue el ataque de las dos tractomulas quemadas en el puente Francisco de Paula Santander, que conduce hacia la población de Ureña, en el la frontera colombo-venezolana. Ante esto, la esperanza de la población venezolana esta puesta en el Grupo de Lima quienes en su décima primera reunión de ministros de relaciones exteriores calificaron como un acto execrable lo sucedido el fin de semana en las fronteras con Venezuela por las acciones violentas de Nicolás Maduro al impedir el ingreso de la ayuda humanitaria.
“Tenemos demasiada desconfianza en los grupos políticos que se han generado en nuestro país, llevamos años en esto y no hemos logrado reconstruir la democracia en nuestro país, lo que ha desencadenado miles de muertos. Ahora nuestra esperanza está en el Grupo de Lima quienes con acciones claras lograrían otra mirada y otros ejercicios para restablecer la democracia”, indicó José Noroñó, docente de universidad.
La reunión del Grupo de Lima, que se desarrolló en Cancillería colombiana, contó con la presencia del vicepresidente de los Estado Unidos, Mike Pence, como también de los presidentes de Colombia, Iván Duque, e interino de Venezuela, Juan Guaidó, quienes en sus intervenciones hablaron de un ‘Cerco Diplomático’ y el congelamiento de los activos de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) de los países miembros de grupo.
“Estas decisiones son nuestro anhelo para la reconstrucción de la democracia y caída del gobierno imperante de nuestro país. Estamos apostando todo por volver a nuestras casa y con nuestras familias, pero luego de todo esto ahora nadie quiere volver y todos quieren salir corriendo del país a buscar soluciones”, acotó Aguilar.
MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
[email protected]
Las calles de Valledupar hoy muestran el horizonte gris de los venezolanos en el país. La euforia del concierto del pasado viernes se combinó rápidamente con la desesperación y el desconsuelo por el ingreso fallido de la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos.
Luego de lo que sería un fin de semana positivo para el pueblo venezolano (opositor), el panorama paso de ser castaño a oscuro, toda vez que la perspectiva sociopolítica se agudizó más de lo previsto y hoy las esperanzas de millones de volver a su país son aún menores.
Los venezolanos que se encuentran radicados en Valledupar, capital del Cesar, pasaron del concierto Venezuela Aid Live al desconcierto, entre otras, por el fallido intento de la entrega humanitaria el pasado sábado 23 de febrero, escenas que veían en la televisión colombiana y redes sociales.
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Para Maryuris Aguilar, venezolana radicada hace más de dos años en Valledupar, la situación es aún peor porque su pueblo esta desilusionado y desconcertado: “Estuve en los dos escenarios que se generaron pero los enfrentamientos fronterizos por nuestro intento de pasar ayuda humanitaria hacia Venezuela…la Policía venezolana quemó dos tractomulas con ayuda humanitaria en el puente. Esto empeoró nuestro panorama por completo debido a que el ‘narcogobierno’ que impera en Venezuela mostró a la población internacional lo que realmente acontece sociopolíticamente en Venezuela”.
Los más de 11 mil venezolanos radicados en las calles de la capital del Cesar hoy buscan tener mayor apoyo de la administración municipal, puesto que no ven viable volver a su país. “Estoy aquí hace cinco años y debo viajar a mi país cada 15 días a llevarle comida a mi familia pero ante esta situación lo que haré es traerlos para Valledupar porque no tenemos esperanzas por el momento”, indicó administrador de empresas venezolano, quien pido reserva de su nombre.
VALLEDUPAR, UN REFUGIO DE VENEZOLANOS
Con brigadas de salud, atención de primer nivel, asignación de cupos en los planteles educativos públicos a la población estudiantil venezolana y ayudas sociales, Valledupar se ha convertido en la novena capital de Colombia con mayor número de migrantes venezolanos. Los datos arrojados por el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV) mostraron que la capital del Cesar cuenta con un total de 11 mil venezolanos y en todo el cesar hay registrados 20.148 personas, es decir, el 4,55 % del registro total.
El director de la oficina de Gestión Social de Valledupar, Jaider Rincones, concluyó: “Nosotros solo logramos atender a 3.106 mil venezolanos durante las brigadas de salud, de familia, de atención a primera infancia y las visitas desarrolladas con las múltiples sectoriales pero aún nos quedamos cortos y no tenemos un rubro para esta población, aunque seguiremos trabajando por la dignificación de sus derechos”.
“Valledupar ha sido un refugio para nosotros. Cuando llegué pude enseguida conseguir empleo en un ente educativo de alto prestigio donde puedo desde acá enviarle comida a mi familia y lograr que puedan subsistir en medio de esta crisis. Sabemos que esta crisis ha afectado el país colombiano pero la situación tendrá en algún momento un giro claro que permitirá que volvamos a nuestras casas y país”, dijo el venezolano, administrador de empresas.
Lea también: ‘Venezuela Aid Live’ vs. ‘Hands off Venezuela’, las dos caras de la moneda
“Hemos conseguido a través de la gestión del alcalde que llegaran a Valledupar entidades internacionales como la Agencia de la ONU para los Refugiados, Acnur, el Programa Mundial de Alimentos y Mercy Corps. Con ellos estamos trabajando temas de comidas, de alimentación, de refugios para los migrantes venezolanos porque se ha convertido en nuestra ciudad en un problema social muy importante”, aseguró Gonzalo Arzuza, secretario de Gobierno Municipal. Del mismo modo explicó que están dando la atención a los grupos venezolanos en todos los sentidos, en hospitales y colegios, donde por ejemplo tienen una población de más de 2.000 niños que están estudiando y tienen su alimentación de manera gratuita asumida por el municipio.
La fuerte situación política, social y económica de Venezuela ha generado entre los migrantes la fuerte corazonada de no poder volver por ahora a su país. “Pasan los días donde Maduro se atornilla al poder, son aún más los afectados económicamente y son cada día más muertos los que la sociedad venezolana se despide y el nuevo entorno que dejó un fin de semana de lucha nos muestra a nosotros que tendremos que estar más tiempo fuera de nuestro país”, manifestó José Noroñó, docente.
Frente a esto, Alfonso Campo, personero de Valledupar, indicó que el trabajo de la sectorial está centrado en garantizar los derechos humanos de los venezolanos mientras estén en el territorio. “Mientras estén aquí solventaremos algunas de sus necesidades como garantizarles sus derechos al acceso a la oferta institucional en temas de salud, educación, temas sociales y servicios públicos”, indicó.
Asimismo, Campo explicó: “Los temas de salud han sido la principal queja por parte de la población y nuestro principal punto de trabajo entendiendo la crisis que se establece en este sector”.
La otra cara del refugio en el que se ha convertido Valledupar es el desarrollo de los altos índices de inseguridad que se han disparado en algunas comunas de la ciudad. Los que han generado que el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía trabaje de la mano con Migración Colombia para expulsar a los venezolanos que delinquen en la capital del Cesar.
“Venezolanos, no todos, pero algunos son delincuentes, estamos haciendo estrategias y operativos importantes con Migración Colombia que nos acompañará para sacarlos, además tienen unos antecedentes y no vamos a permitir de que en Valledupar se vayan atrincherar”, expresó el mandatario.
Al mismo tiempo, Arzuza indicó que ha sido de esfuerzo y trabajo interdisciplinario con la Policía Nacional y el Ejército Nacional para contrarrestar la ola de inseguridad.
¿HAY LUZ AL FINAL DEL TÚNEL?
“Nuestro pueblo pide a gritos ayuda y nuestra esperanza esta puesta en Juan Guaidó quien es el presidente de Venezuela, quien nos citó, quien ha hecho que tengamos otra salida. Pese a esto, nosotros vemos ya esto muy difícil, es decir, la economía, el declive social y sobre todo el entorno político”, dijo Aguilar.
La gota que derramo el vaso fue el ataque de las dos tractomulas quemadas en el puente Francisco de Paula Santander, que conduce hacia la población de Ureña, en el la frontera colombo-venezolana. Ante esto, la esperanza de la población venezolana esta puesta en el Grupo de Lima quienes en su décima primera reunión de ministros de relaciones exteriores calificaron como un acto execrable lo sucedido el fin de semana en las fronteras con Venezuela por las acciones violentas de Nicolás Maduro al impedir el ingreso de la ayuda humanitaria.
“Tenemos demasiada desconfianza en los grupos políticos que se han generado en nuestro país, llevamos años en esto y no hemos logrado reconstruir la democracia en nuestro país, lo que ha desencadenado miles de muertos. Ahora nuestra esperanza está en el Grupo de Lima quienes con acciones claras lograrían otra mirada y otros ejercicios para restablecer la democracia”, indicó José Noroñó, docente de universidad.
La reunión del Grupo de Lima, que se desarrolló en Cancillería colombiana, contó con la presencia del vicepresidente de los Estado Unidos, Mike Pence, como también de los presidentes de Colombia, Iván Duque, e interino de Venezuela, Juan Guaidó, quienes en sus intervenciones hablaron de un ‘Cerco Diplomático’ y el congelamiento de los activos de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) de los países miembros de grupo.
“Estas decisiones son nuestro anhelo para la reconstrucción de la democracia y caída del gobierno imperante de nuestro país. Estamos apostando todo por volver a nuestras casa y con nuestras familias, pero luego de todo esto ahora nadie quiere volver y todos quieren salir corriendo del país a buscar soluciones”, acotó Aguilar.
MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
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