Por Abdel Martínez Pérez

Una conmovedora declaración hizo a EL PILON un miembro de Alcohólicos Anónimos del grupo 11 de mayo de Valledupar que estuvo perdido en el licor y por culpa de ese vicio, perdió a su esposa, su casa y parte de su familia, pero que luego de haber recapacitado bajo la ayuda de sus padres y amigos, fue orientado e inducido a ingresar a este grupo anónimo.

“Yo comencé a tomar licor desde los 13 años, hoy en día tengo 35 y hace solo dos años atrás decidí aborrecer el trago por el daño grave que le estaba causando a mi organismo e inclusive a mi vida personal, porque prefería más al licor que a mi propia mujer, quien me abandonó por dejarme llevar de ese vicio y de algunas personas que dicen ser amigos de uno, que solo lo conllevan es al abismo”. 

Arrepentido de su pasado, este hombre dice que  “Hoy no bebo, ni fumo, e invito a los vallenatos, cesarenses y demás colombianos para dejen la consumir de alcohol, porque esta bebida embriagante destruye y mata”.

El Grupo 11 de mayo, que está localizado en la carrera 11 número 19-94, local 2 y viene promoviendo una serie de charlas educativas sobre el alcoholismo, para que conozcan la problemática y los efectos del licor en el cuerpo humano. De esta labor hacen parte conferencistas de los departamentos del Cesar, Magdalena, La Guajira, Córdoba y Bolívar.