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Comunidad - 19 marzo, 2012

¿Para dónde van los escombros?

Son incontables las cargas que a diario entran hacia la orilla del Río, donde ni el control de la policía ambiental ha sido suficiente para mermar el inconsciente daño ocasionado por los carromuleros y cargueros que han visto en este territorio, la acometida perfecta para librarse de los desechos de obras civiles.

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Si Valledupar no cuenta con escombrera

“Yo lucho porque mi barrio se respete y que me amenacen cuantas veces quieran, pero mientras tenga ojos para ver, no permitiré que la margen del Río sea la escombrera del Valle”, afirma Rosalba Londoño, líder comunal del barrio Pescaíto, aunque en vano, porque pese a sus altercados, la indiferencia de los cargueros de escombros  sigue depositando en cercanía al río Guatapurí, los desechos de las obras civiles que se realizan en la ciudad.
Son incontables las cargas que a diario entran hacia la orilla del Río, donde ni el control de la policía ambiental ha sido suficiente para mermar el inconsciente daño ocasionado por los carromuleros y cargueros que han visto en este territorio, la acometida perfecta para librarse de los desechos de obras civiles, sin dejar atrás que los desechos médicos también van a parar a los tumultos de basuras que han cambiado el nivel del suelo.
Realizando un recorrido por los barrios, de la ciudad, la situación es similar, en Los Cocos, Los Mayales, Villa Haydith, Villa Dariana y donde aún permanecen lotes sin construcción, son los más aprovechados para estas prácticas que terminan por afectar a los habitantes cercanos.

La raíz del problema
Como particularmente son llamadas en la capital del país, ‘las escombreras’ tienen su lugar, sumadas a las ilegales, en las que  una ‘volquetada’ cuesta entre 80 mil y 150 mil pesos, convirtiendo en material de trabajo, lo que para unos es desecho.
En Valledupar no se cuenta con ninguna escombrera, aunque actualmente la Administración dispuso de un espacio cerca para depositar los escombros de las obras de Emdupar, son pocos los volqueteros y los carromuleros que llegan hasta el lugar, depositándolos en cualquier parte.
En la pasada administración, la secretaría de Gobierno hizo alarde de un Comparendo Ambiental, el cual sería aplicado a los cargueros con tracción animal, cuando las capacitaciones no alcanzaron para hacer tomar conciencia a los carromuleros de que sólo debían transportar material verde, y con una teoría sin bases sólidas, puesto que valdría preguntarse entonces, ¿hacia dónde van los escombros? Y ¿qué deberían hacer entonces los habitantes de la ciudad que realizan construcciones en sus viviendas?
Aunque el Comparendo parecía ser el ‘contentillo’ para la comunidad que lleva años padeciendo lo que parece ser ‘impiedad’ de los carromuleros y volqueteros, los nuevos tiempos revelan que en la Administración municipal las historias no se han iniciado desde el principio, sino que se ha echado mano de las obras anteriores, que buenas o malas, se les da secuencia construyendo un nefasto vació de necesidad en las comunidades.

Nuevos proyectos

Con la proyección hacia el área Metropolitana de Valledupar, las obras que se avecinan en los próximos cuatro años como el Centro Comercial Los Mayales, Home Center, las obras de ciclo rutas y áreas de cesión,   dejarán miles de toneladas de escombros, por lo que la Administración a cargo del alcalde de Valledupar, Fredys Socarras Reales, inicia gestiones para una escombrera en la ciudad, según lo manifestado por Aníbal Quiroz Monsalvo, Secretario de Planeación de Valledupar.
Quiroz Monsalvo indicó que el tema de las escombreras fue retomado  como respuesta a un  requerimiento hecho por la Corporación Autónoma Regional del Cesar- Corpocesar, “le enviamos un oficio explicándoles lo que había pasado en cuanto al tema de omisión por parte de la antigua administración para poder retomar y que nos avalen un terreno que se encuentra en Valencia de Jesús, sin embargo, para poder responder a una cantidad de obras que se vienen desarrollando, habilitamos un terreno de manera temporal al lado de Mercabastos donde está  siendo depositado solo cierto tipo de escombros, no concreto, para poder darle tramite a las obras” .
Durante conversaciones con Virgilio Calderón Peña, Director de la Corporación Regional del Cesar- Corpocesar, este manifestó que la pasada administración había solicitado la habilitación de una escombrera, pero que esta fue negada por no cumplir con las condiciones adecuadas, como son ubicación, suelo y espacio.
El Director agregó que los lugares más adecuados son  aquellos donde alguna vez se ha realizado explotación de ladrillos y que los terrenos que ya se han puesto en estudio son, uno que queda en la vía a Valencia de Jesús que cuenta con 10 hectáreas de suelo y otro vía a la Paz.
Entonces cabe concluir que los escombros se están quedando en los andenes, en los lotes y en lugares inadecuados donde la comunidad manifiesta la incomodidad al convivir con ellos; hoy se encuentran ocupando andenes y sin uso posterior; puesto que como indignos desechos no hacen más que afectar a los habitantes  y opacar la ciudad.
En el departamento del Cesar, el único municipio que cuenta con una escombrera con los permisos y requisitos establecidos es  Curumaní, mientras que en los otros, los escombros en lotes y lugares residenciales, es también un padecimiento comunitario.

Comunidad
19 marzo, 2012

¿Para dónde van los escombros?

Son incontables las cargas que a diario entran hacia la orilla del Río, donde ni el control de la policía ambiental ha sido suficiente para mermar el inconsciente daño ocasionado por los carromuleros y cargueros que han visto en este territorio, la acometida perfecta para librarse de los desechos de obras civiles.


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Si Valledupar no cuenta con escombrera

“Yo lucho porque mi barrio se respete y que me amenacen cuantas veces quieran, pero mientras tenga ojos para ver, no permitiré que la margen del Río sea la escombrera del Valle”, afirma Rosalba Londoño, líder comunal del barrio Pescaíto, aunque en vano, porque pese a sus altercados, la indiferencia de los cargueros de escombros  sigue depositando en cercanía al río Guatapurí, los desechos de las obras civiles que se realizan en la ciudad.
Son incontables las cargas que a diario entran hacia la orilla del Río, donde ni el control de la policía ambiental ha sido suficiente para mermar el inconsciente daño ocasionado por los carromuleros y cargueros que han visto en este territorio, la acometida perfecta para librarse de los desechos de obras civiles, sin dejar atrás que los desechos médicos también van a parar a los tumultos de basuras que han cambiado el nivel del suelo.
Realizando un recorrido por los barrios, de la ciudad, la situación es similar, en Los Cocos, Los Mayales, Villa Haydith, Villa Dariana y donde aún permanecen lotes sin construcción, son los más aprovechados para estas prácticas que terminan por afectar a los habitantes cercanos.

La raíz del problema
Como particularmente son llamadas en la capital del país, ‘las escombreras’ tienen su lugar, sumadas a las ilegales, en las que  una ‘volquetada’ cuesta entre 80 mil y 150 mil pesos, convirtiendo en material de trabajo, lo que para unos es desecho.
En Valledupar no se cuenta con ninguna escombrera, aunque actualmente la Administración dispuso de un espacio cerca para depositar los escombros de las obras de Emdupar, son pocos los volqueteros y los carromuleros que llegan hasta el lugar, depositándolos en cualquier parte.
En la pasada administración, la secretaría de Gobierno hizo alarde de un Comparendo Ambiental, el cual sería aplicado a los cargueros con tracción animal, cuando las capacitaciones no alcanzaron para hacer tomar conciencia a los carromuleros de que sólo debían transportar material verde, y con una teoría sin bases sólidas, puesto que valdría preguntarse entonces, ¿hacia dónde van los escombros? Y ¿qué deberían hacer entonces los habitantes de la ciudad que realizan construcciones en sus viviendas?
Aunque el Comparendo parecía ser el ‘contentillo’ para la comunidad que lleva años padeciendo lo que parece ser ‘impiedad’ de los carromuleros y volqueteros, los nuevos tiempos revelan que en la Administración municipal las historias no se han iniciado desde el principio, sino que se ha echado mano de las obras anteriores, que buenas o malas, se les da secuencia construyendo un nefasto vació de necesidad en las comunidades.

Nuevos proyectos

Con la proyección hacia el área Metropolitana de Valledupar, las obras que se avecinan en los próximos cuatro años como el Centro Comercial Los Mayales, Home Center, las obras de ciclo rutas y áreas de cesión,   dejarán miles de toneladas de escombros, por lo que la Administración a cargo del alcalde de Valledupar, Fredys Socarras Reales, inicia gestiones para una escombrera en la ciudad, según lo manifestado por Aníbal Quiroz Monsalvo, Secretario de Planeación de Valledupar.
Quiroz Monsalvo indicó que el tema de las escombreras fue retomado  como respuesta a un  requerimiento hecho por la Corporación Autónoma Regional del Cesar- Corpocesar, “le enviamos un oficio explicándoles lo que había pasado en cuanto al tema de omisión por parte de la antigua administración para poder retomar y que nos avalen un terreno que se encuentra en Valencia de Jesús, sin embargo, para poder responder a una cantidad de obras que se vienen desarrollando, habilitamos un terreno de manera temporal al lado de Mercabastos donde está  siendo depositado solo cierto tipo de escombros, no concreto, para poder darle tramite a las obras” .
Durante conversaciones con Virgilio Calderón Peña, Director de la Corporación Regional del Cesar- Corpocesar, este manifestó que la pasada administración había solicitado la habilitación de una escombrera, pero que esta fue negada por no cumplir con las condiciones adecuadas, como son ubicación, suelo y espacio.
El Director agregó que los lugares más adecuados son  aquellos donde alguna vez se ha realizado explotación de ladrillos y que los terrenos que ya se han puesto en estudio son, uno que queda en la vía a Valencia de Jesús que cuenta con 10 hectáreas de suelo y otro vía a la Paz.
Entonces cabe concluir que los escombros se están quedando en los andenes, en los lotes y en lugares inadecuados donde la comunidad manifiesta la incomodidad al convivir con ellos; hoy se encuentran ocupando andenes y sin uso posterior; puesto que como indignos desechos no hacen más que afectar a los habitantes  y opacar la ciudad.
En el departamento del Cesar, el único municipio que cuenta con una escombrera con los permisos y requisitos establecidos es  Curumaní, mientras que en los otros, los escombros en lotes y lugares residenciales, es también un padecimiento comunitario.