Este domingo 9 de febrero, como ya es tradicional, se celebró en Colombia el Día del Periodista. Esta conmemoración data del viernes 9 de febrero de 1791 porque ese día fue el estreno del periódico Santafé de Bogotá, el primer rotativo impreso que logró salir a la luz durante el virreinato de Nueva Granada.
En medio de las felicitaciones mutuas y las frases que se suelen compartir en esta fecha, una en especial, en un chat de WhatsApp de este medio de comunicación, provocó un conato de polémica que bien podríamos ampliar en este espacio editorial.
“Buen domingo a todos. ¡Feliz Día del Periodista! Hoy felicito a cada uno de ustedes por su entrega, esfuerzo y pasión por contar la verdad. Como dijo Gabo: “Aunque se sufra como perro, no hay mejor oficio que el periodismo”. Gracias por su profesionalismo y por el compromiso diario con la información. Sigamos haciendo periodismo con pasión. ¡Feliz día, colegas!”, fue el primer mensaje de este grupo, el cual seguramente no tenía ánimo de polemizar, ni de entrar en discordia.
Seguidamente, otro contertulio (si se permite llamar así a quienes opinan en un grupo de este tipo) escribió: “Hace exactamente un año, regresé de Medellín persiguiendo el sueño de recorrer las calles y agudizar mis sentidos para, así, entender mis raíces. Este cambio me hizo derramar algunas lágrimas, pues significaba dejar una vida construida en otro lugar, y despedirme de mi maestra en este oficio. Sin embargo, ella me dijo algo que hasta hoy sigue siendo un mantra: ‘Hoy por hoy, cualquiera puede ser periodista con el uso de las redes sociales; la ley lo permite porque somos un oficio, no una profesión. Sin embargo, son vagabundos sin techo; aterrizar en una casa editorial tiene sus ventajas y desventajas como en todo hogar, pero tienes un lugar que te espera, te discute, te alimenta y te protegerá si es necesario; no estarás sola’”.
La minipolémica cerró con un corto: “Yo me quedo con la profesión, aunque para algunos sea un mero oficio”.
Este pequeño cruce de opiniones, justo el Día del Periodista, nos lleva reflexionar si vale la pena debatir sobre si el periodismo es un oficio o una profesión.
La discusión sobre si el periodismo es un oficio o una profesión no es nueva, pero cobra vigencia en una era donde las redes sociales han democratizado la posibilidad de informar. Hoy, cualquier persona con un celular y conexión a internet puede publicar contenido, pero eso no significa que haga periodismo.
El periodismo es un oficio cuando se ejerce desde la experiencia, con el rigor de la calle, con la mirada atenta del cronista que se adentra en la historia y la cuenta con verdad y emoción. Pero también es una profesión, porque el estudio de la ética, las técnicas narrativas y la investigación fortalecen el ejercicio y lo diferencian del simple acto de opinar.
Valledupar y la región Caribe han sido cuna de grandes periodistas que, con o sin título universitario, han construido una prensa con identidad y compromiso. Pero lo que no puede perderse de vista es que el periodismo, más allá del debate entre oficio y profesión, exige responsabilidad, veracidad y un profundo respeto por la verdad. En tiempos donde la información falsa abunda y la inmediata prima sobre la precisión, ser periodista es, más que un título, una vocación que se defiende todos los días, no solo el 9 de febrero.
