Llegaron las vacaciones y Andrés viajo a casa de la tía Vanesa, Andrés se aburría mucho porque no tenía con quien jugar todas las tardes miraba a unos niños que jugaban fútbol en la calle, él quería jugar también y una tarde se animó a hablarles.
Llegaron las vacaciones y Andrés viajo a casa de la tía Vanesa, Andrés se aburría mucho porque no tenía con quien jugar todas las tardes miraba a unos niños que jugaban fútbol en la calle, él quería jugar también y una tarde se animó a hablarles.
Daniel el líder del grupo habló con él y le dijo que si quería jugar en el equipo tenía que cumplir unos retos, Andrés le preguntó ¿qué clase de retos? Daniel le dijo que el principal era quebrarle los vidrios al carro del señor Juan en venganza porque les había dañado su balón.
Andrés se fue a su casa y en toda la noche no pudo dormir, pensaba si sería capaz de hacer una cosa tan malvada. La tía entró a la habitación y le preguntó que, qué le pasaba, el no quiso contarle nada, él veía como pasaban los días y ya se acercaba el día de cumplir el reto, todas las noches Andrés se acostaba mirando hacia el techo, había noches que no podía descansar, pensaba ¿Será que lo hago? Se preguntaba mientras los días transcurrían, una noche su tía entró a la habitación y vio que no se había dormido ¿Que te pasa? Porque no te has dormido, Andrés un poco confundido le contó todo a su tía, ella muy sorprendida por la situación le dijo que todo eso estaba mal, que ninguno podía poner retos para jugar, todos son libres de jugar, Andrés no durmió en toda la noche, esperando que amaneciera para decirle que no lo iba hacer.
Al día siguiente Andrés salió a la calle y allí estaban todos los muchachos, lo harás dijo Daniel, ¡No lo haré! Dijo Andrés. Entonces no estarás en el equipo, no me importa Daniel eres un malvado que quiere hacer quedar mal a todos, porque tienes que hacer retos para poder jugar si todos lo podemos hacer libremente, los otros muchachos se quedaron sorprendidos de cómo Andrés le habló a Daniel pues como era el líder nadie era capaz de hablarle así, es verdad dijeron los chicos, eres muy malo con todos Daniel ya no queremos jugar contigo y tampoco que seas nuestro líder. Daniel se sintió muy mal al ver como todos le hablaban y muy triste se disculpó con Andrés y con los demás, el grupo de los muchachos decidió escoger a Andrés como el nuevo líder y por fin todos pudieron jugar y compartieron Navidad como amigos.
Autora: Natalia Morelo Garay – Colegio Oswaldo Quintana
Llegaron las vacaciones y Andrés viajo a casa de la tía Vanesa, Andrés se aburría mucho porque no tenía con quien jugar todas las tardes miraba a unos niños que jugaban fútbol en la calle, él quería jugar también y una tarde se animó a hablarles.
Llegaron las vacaciones y Andrés viajo a casa de la tía Vanesa, Andrés se aburría mucho porque no tenía con quien jugar todas las tardes miraba a unos niños que jugaban fútbol en la calle, él quería jugar también y una tarde se animó a hablarles.
Daniel el líder del grupo habló con él y le dijo que si quería jugar en el equipo tenía que cumplir unos retos, Andrés le preguntó ¿qué clase de retos? Daniel le dijo que el principal era quebrarle los vidrios al carro del señor Juan en venganza porque les había dañado su balón.
Andrés se fue a su casa y en toda la noche no pudo dormir, pensaba si sería capaz de hacer una cosa tan malvada. La tía entró a la habitación y le preguntó que, qué le pasaba, el no quiso contarle nada, él veía como pasaban los días y ya se acercaba el día de cumplir el reto, todas las noches Andrés se acostaba mirando hacia el techo, había noches que no podía descansar, pensaba ¿Será que lo hago? Se preguntaba mientras los días transcurrían, una noche su tía entró a la habitación y vio que no se había dormido ¿Que te pasa? Porque no te has dormido, Andrés un poco confundido le contó todo a su tía, ella muy sorprendida por la situación le dijo que todo eso estaba mal, que ninguno podía poner retos para jugar, todos son libres de jugar, Andrés no durmió en toda la noche, esperando que amaneciera para decirle que no lo iba hacer.
Al día siguiente Andrés salió a la calle y allí estaban todos los muchachos, lo harás dijo Daniel, ¡No lo haré! Dijo Andrés. Entonces no estarás en el equipo, no me importa Daniel eres un malvado que quiere hacer quedar mal a todos, porque tienes que hacer retos para poder jugar si todos lo podemos hacer libremente, los otros muchachos se quedaron sorprendidos de cómo Andrés le habló a Daniel pues como era el líder nadie era capaz de hablarle así, es verdad dijeron los chicos, eres muy malo con todos Daniel ya no queremos jugar contigo y tampoco que seas nuestro líder. Daniel se sintió muy mal al ver como todos le hablaban y muy triste se disculpó con Andrés y con los demás, el grupo de los muchachos decidió escoger a Andrés como el nuevo líder y por fin todos pudieron jugar y compartieron Navidad como amigos.
Autora: Natalia Morelo Garay – Colegio Oswaldo Quintana