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Hablar de Náfer Durán es hablar de El Paso, del folclor vallenato, de grandeza, de música en estado puro. A veces nos referimos a algunos personajes diciendo: "Un grande entre los grandes". Esta frase, que siempre hemos escuchado a modo de reconocimiento, cobra más vida cuando se habla del gran Náfer Durán.
“Hoy El Paso se reviste de esperanza, sueña con añoranzas en un tiempo mejor, y en la plaza Alejo Durán sonarán las notas de un acordeón“, reza en el himno del municipio de la autoría de Rosa Martínez Esquivel.
Inicia el mes de abril, quizá el más esperado por todos los paseros, para algunos por el Festival, para otros, por las fiestas patronales de San Marcos, el santo de su devoción. Este año tendremos un festival especial con Naferito como protagonista, ya que será el homenajeado en esta versión.
“He visto un manao hachando y el ñeque era el inspector, en un automóvil Ford yo vi un mico manejando“.
Hablar de Náfer Durán es hablar de El Paso, del folclor vallenato, de grandeza, de música en estado puro. A veces nos referimos a algunos personajes diciendo: “Un grande entre los grandes”. Esta frase, que siempre hemos escuchado a modo de reconocimiento, cobra más vida cuando se habla del gran Náfer Durán.
Todos, en algún momento, hemos escuchado esa mitológica frase que no sabemos a ciencia cierta si fue real, pero que ha prevalecido en el tiempo porque la tradición oral se ha encargado de difundirla. En una entrevista que algunos le atribuyen a David Sánchez Juliao, otros a Juan Gossaín y otros a ‘La Cacica’ Consuelo Araújonoguera; a Alejo le preguntaron qué opinaba de que se dijera que su hermano Nafer tocaba el acordeón más y mejor que él. Se dice que respondió: “Nafer toca mejor… pero el de la fama soy yo“, de manera despectiva. A mi parecer, fue una punzada al ego de Alejo.
Otra versión dice que Alejo lo tomó de manera jocosa y entre risas, dijo: “Yo soy el de la fama, pero el que toca es Naferito“. Suponiendo que esto sea cierto, de lo que sí estoy seguro es que, si Alejo lo dijo, no lo dijo por decirlo, ni lo dijo mamando gallo, porque él conocía sus capacidades y las capacidades de su hermano. Por algo lo dijo… Estos pueden ser supuestos imaginarios que, por lo general, rodean la vida de los hombres grandes que han hecho historia.
“Yo vi una ardita bordando un excelente pañuelo, conocí en El Tequendama el chinche de marinero“.
Pero es que Naferito a parte de haber sido un acordeonero destacado, que en el punto más alto de su carrera logró la corona de Rey Vallenato, que luego sería el primer acordeonero de Diomedes Díaz, que a 7 años de haberse coronado Rey Vallenato sería declarado fuera de concurso del Festival por el alto nivel competitivo que ostentaba en ese momento, y que ya entrado en años ganó dos veces el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, La Guajira, en la categoría Primaveras del Ayer; también fue un destacado compositor. Sus canciones han hecho parte de los trabajos discográficos de la élite del vallenato. Silvestre Dangond desempolvó ‘La Grabadora’ y la puso a sonar, y ‘Sin ti’, su obra cumbre, recorrió el mundo en la voz de Carlos Vives y los Clásicos de la Provincia.
Compuso la puya ‘La zoológica’, tema con el que se coronó Rey Vallenato. La letra de esta canción es puro realismo mágico, Nafer le da vida a una serie de eventos que sólo pueden ser posibles a través de la imaginación, pero que en su narrativa y la naturalidad con la que lo hace, logra desafiar la perspectiva de la realidad, haciéndonos creer que él vio a todos esos animales realizando esas acciones.
Esta canción es una joya literaria, de aquí podemos concluir, si analizamos su letra detenidamente y le ponemos sentido a cada verso, que, si bien es cierto son hechos producto de la imaginación, fácilmente se adecuan a la realidad que vivimos; por ejemplo: “Burro era gobernador por lo muy bien que leía, conejo era policía y morrocoyo el aviador“.
Esto puede entenderse de esta manera: “Burro era gobernador por lo muy bien que leía”; cualquier ‘burro’ nos puede gobernar, basta con leer muy bien.
“Conejo era policía”: …
“Morrocoyo el aviador”: el que menos corre (morrocoyo) vuela (el aviador).
‘La Zoológica’ es una completa genialidad, una canción con una estructura atípica, sin estrofas, sin coros, está compuesta sólo de cinco versos cortos en el desarrollo de su curso, pero que tiene una musicalidad tremenda en la que de manera magistral Naferito hace de ella una interpretación impecable en el acordeón, desbordado de notas a trocha y mocha.
“Babilla iba enzapatada porque estaba el sol caliente, y el ponche que la observaba con la sonrisa en los dientes“.
Todo en la vida debe ser recíproco, principalmente el amor, y este señor ha amado a El Paso hasta más no poder. Le dedicó sus versos, le dedicó sus notas, le dedicó sus años, lo enalteció cuanto pudo y aunque estuviera por fuera, siempre tuvo a su patria chica presente en su pensamiento y su corazón, no viendo la hora de regresar, hasta que regresó para quedarse.
“El perro tocaba piano y el gato era el del violín, también vi al ratón bailando con la hija del puercoespín“.
Se debería aprovechar que el maestro Náfer aún se encuentra con nosotros y utilizar este momento y este escenario para declararlo homenajeado vitalicio del Festival Pedazo de Acordeón al igual que a Alejandro Durán. Este sería el mayor homenaje que podríamos hacerle a un hombre que le brindó tanto a esta tierra, que la amó desde sus tripas, y que afortunadamente ¡aún tiene vida para verlo! Náfer nos regaló gloria dejándonos en lo más alto, regalémosle este homenaje en el festival.
Este fue mi homenaje a Naferito. Gracias por tanto, maestro. ¡Larga vida al noveno rey!
Por: Orlando Gregorio Moreno Manjarrez.
Hablar de Náfer Durán es hablar de El Paso, del folclor vallenato, de grandeza, de música en estado puro. A veces nos referimos a algunos personajes diciendo: "Un grande entre los grandes". Esta frase, que siempre hemos escuchado a modo de reconocimiento, cobra más vida cuando se habla del gran Náfer Durán.
“Hoy El Paso se reviste de esperanza, sueña con añoranzas en un tiempo mejor, y en la plaza Alejo Durán sonarán las notas de un acordeón“, reza en el himno del municipio de la autoría de Rosa Martínez Esquivel.
Inicia el mes de abril, quizá el más esperado por todos los paseros, para algunos por el Festival, para otros, por las fiestas patronales de San Marcos, el santo de su devoción. Este año tendremos un festival especial con Naferito como protagonista, ya que será el homenajeado en esta versión.
“He visto un manao hachando y el ñeque era el inspector, en un automóvil Ford yo vi un mico manejando“.
Hablar de Náfer Durán es hablar de El Paso, del folclor vallenato, de grandeza, de música en estado puro. A veces nos referimos a algunos personajes diciendo: “Un grande entre los grandes”. Esta frase, que siempre hemos escuchado a modo de reconocimiento, cobra más vida cuando se habla del gran Náfer Durán.
Todos, en algún momento, hemos escuchado esa mitológica frase que no sabemos a ciencia cierta si fue real, pero que ha prevalecido en el tiempo porque la tradición oral se ha encargado de difundirla. En una entrevista que algunos le atribuyen a David Sánchez Juliao, otros a Juan Gossaín y otros a ‘La Cacica’ Consuelo Araújonoguera; a Alejo le preguntaron qué opinaba de que se dijera que su hermano Nafer tocaba el acordeón más y mejor que él. Se dice que respondió: “Nafer toca mejor… pero el de la fama soy yo“, de manera despectiva. A mi parecer, fue una punzada al ego de Alejo.
Otra versión dice que Alejo lo tomó de manera jocosa y entre risas, dijo: “Yo soy el de la fama, pero el que toca es Naferito“. Suponiendo que esto sea cierto, de lo que sí estoy seguro es que, si Alejo lo dijo, no lo dijo por decirlo, ni lo dijo mamando gallo, porque él conocía sus capacidades y las capacidades de su hermano. Por algo lo dijo… Estos pueden ser supuestos imaginarios que, por lo general, rodean la vida de los hombres grandes que han hecho historia.
“Yo vi una ardita bordando un excelente pañuelo, conocí en El Tequendama el chinche de marinero“.
Pero es que Naferito a parte de haber sido un acordeonero destacado, que en el punto más alto de su carrera logró la corona de Rey Vallenato, que luego sería el primer acordeonero de Diomedes Díaz, que a 7 años de haberse coronado Rey Vallenato sería declarado fuera de concurso del Festival por el alto nivel competitivo que ostentaba en ese momento, y que ya entrado en años ganó dos veces el Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, La Guajira, en la categoría Primaveras del Ayer; también fue un destacado compositor. Sus canciones han hecho parte de los trabajos discográficos de la élite del vallenato. Silvestre Dangond desempolvó ‘La Grabadora’ y la puso a sonar, y ‘Sin ti’, su obra cumbre, recorrió el mundo en la voz de Carlos Vives y los Clásicos de la Provincia.
Compuso la puya ‘La zoológica’, tema con el que se coronó Rey Vallenato. La letra de esta canción es puro realismo mágico, Nafer le da vida a una serie de eventos que sólo pueden ser posibles a través de la imaginación, pero que en su narrativa y la naturalidad con la que lo hace, logra desafiar la perspectiva de la realidad, haciéndonos creer que él vio a todos esos animales realizando esas acciones.
Esta canción es una joya literaria, de aquí podemos concluir, si analizamos su letra detenidamente y le ponemos sentido a cada verso, que, si bien es cierto son hechos producto de la imaginación, fácilmente se adecuan a la realidad que vivimos; por ejemplo: “Burro era gobernador por lo muy bien que leía, conejo era policía y morrocoyo el aviador“.
Esto puede entenderse de esta manera: “Burro era gobernador por lo muy bien que leía”; cualquier ‘burro’ nos puede gobernar, basta con leer muy bien.
“Conejo era policía”: …
“Morrocoyo el aviador”: el que menos corre (morrocoyo) vuela (el aviador).
‘La Zoológica’ es una completa genialidad, una canción con una estructura atípica, sin estrofas, sin coros, está compuesta sólo de cinco versos cortos en el desarrollo de su curso, pero que tiene una musicalidad tremenda en la que de manera magistral Naferito hace de ella una interpretación impecable en el acordeón, desbordado de notas a trocha y mocha.
“Babilla iba enzapatada porque estaba el sol caliente, y el ponche que la observaba con la sonrisa en los dientes“.
Todo en la vida debe ser recíproco, principalmente el amor, y este señor ha amado a El Paso hasta más no poder. Le dedicó sus versos, le dedicó sus notas, le dedicó sus años, lo enalteció cuanto pudo y aunque estuviera por fuera, siempre tuvo a su patria chica presente en su pensamiento y su corazón, no viendo la hora de regresar, hasta que regresó para quedarse.
“El perro tocaba piano y el gato era el del violín, también vi al ratón bailando con la hija del puercoespín“.
Se debería aprovechar que el maestro Náfer aún se encuentra con nosotros y utilizar este momento y este escenario para declararlo homenajeado vitalicio del Festival Pedazo de Acordeón al igual que a Alejandro Durán. Este sería el mayor homenaje que podríamos hacerle a un hombre que le brindó tanto a esta tierra, que la amó desde sus tripas, y que afortunadamente ¡aún tiene vida para verlo! Náfer nos regaló gloria dejándonos en lo más alto, regalémosle este homenaje en el festival.
Este fue mi homenaje a Naferito. Gracias por tanto, maestro. ¡Larga vida al noveno rey!
Por: Orlando Gregorio Moreno Manjarrez.