El rey vallenato del año 1976 cuenta los hechos que desencadenaron los males de su cuerpo y manifiesta que Dios estuvo siempre a su lado.
El rey vallenato Náfer Santiago Durán Díaz al presentar complicaciones en su estado de salud debido a una serie de convulsiones estando en su tierra El Paso, Cesar, provocó que fuera trasladado de inmediato a Valledupar donde fue tratado.
Al llegar a la clínica, después de haber sido remitido del hospital de El Paso, y realizarle un exhaustivo chequeo, evolucionó satisfactoriamente por lo que se le dio alta médica. “Le doy infinitas gracias a Dios por darme más vida y poder continuar al lado de los míos”, inicialmente dijo Naferito.
Entrando en detalle manifestó: “Esa descompensación me pasó estando acostado. Enseguida corrieron conmigo al hospital y después se hizo necesario mandarme para Valledupar. No me di cuenta de eso, pero nunca me había venido acostado de El Paso a Valledupar”. Enseguida soltó una sonora carcajada.
Yendo más lejos contó la verdad. “Todo pasó por un descuido mío. Desde hace mucho tiempo diariamente me toca tomarme una pastilla de nombre Fenobarbital. Me la entregaron, pero me la metí en el bolsillo de la camisa y se me olvidó. Esas son las consecuencias”.
El rey del tono menor siguió contando en seguidilla. “Desde hace mucho tiempo entregué mi vida a Dios y a él me encomendé. Él me hizo el milagro. Dios es mi gran fortaleza e incluso hace algún tiempo le compuse un canto cristiano que se llama ‘El rey de la humanidad’, donde resalto el amor hacía sus hijos”.
Enseguida se lamentó no poder interpretarla con su acordeón. “Ahora no puedo hacerlo. Estoy muy débil y se me va el cuerpo y como toco el acordeón es firme, mucho menos”.
QUÉ SUENE NUEVAMENTE EL ACORDEÓN
Naferito Durán, el rey vallenato de mayor edad, levanta la vista, reflexiona y regala una frase que le sale del fondo de su corazón. “Gracias a Dios y a la vida que me ha dado tanto. Una familia buena, un folclor maravilloso y una tierra que amo”.
Al concluir esa frase se quedó pensando como si algo se le hubiera quedado olvidado, pero no era la pastilla. Entonces, el hijo de Náfer Donato Durán Mojica y Juana Francisca Díaz Villarreal, anotó: “Aclaro, que no más me reponga vuelvo a tocar el acordeón porque este instrumento con su sonido acompaña los latidos de mi corazón. Mejor dicho, dejar de tocar mi acordeón es morir en vida”.
Se quitó el sombrero, se cruzó de piernas, regresó la meditación para llamar más palabras y expresó con total convicción. “Lo que iba a ser lo hice. Me he sostenido con mi arte, tengo el cariño de mis familiares, paisanos, miles de personas que valoran lo que hago con mi acordeón y mis cantos a favor de la música vallenata”.
El hombre que nunca se queda quieto porque caminar es su deleite para estar en constante acción, al preguntarle sobre la cantidad exacta de hijos hace una rápida suma y dice que son 14. Entonces para que no se le pregunte más al respecto indicó. “Oiga, ahí está incluido el hijo de la chimichaguera Bernarda Cervantes”.
Volvió a sonreír y más que nadie sabía el motivo que propició una de sus célebres canciones llamada ‘La Chimichaguera’, que grabaran en el año 1975 Rafael Orozco con el acordeón de Emilio Oviedo.
EL REY FUERA DE CONCURSO
De otra parte, tras ganar en 1976 la corona de Rey Vallenato, el acordeonero Náfer Durán quiso repetir la hazaña siete años después, pero recibió un título honorífico por parte del jurado calificador integrado por Gabriel García Márquez, Rafael Rivas, Miguel López, Leandro Díaz y Enrique Santos Calderón.
Al respecto Naferito dijo: “Sentí una gran satisfacción al estar entre los mejores. Tengo entendido que ser declarado fuera de concurso es no tener contendor en la competencia. Además, soy el único que siendo Rey Vallenato ostenta ese honor”.
El juglar tiene actualmente 89 años de edad, los cumplió el 26 de diciembre de 2021, y es aplaudido también por ser el compositor de diversas canciones como ‘Sin ti’, ‘Déjala vení’, ‘El estanquillo’, ‘La Chimichaguera’, ‘La zoológica’, ‘Morenita’, ‘Mi patria chica’, ‘Teresita’ y ‘El rezo’, entre otras.
Sin lugar a equívocos, acudiendo a la tradición oral es de los contados acordeoneros que a su edad continúa sacándole notas al instrumento sagrado del folclor vallenato. Además, en el año 1976 grabó el disco ‘Herencia Vallenata’ con el cantante Diomedes Díaz Maestre.
Naferito al recordar ese hecho, expresó: “Me siento orgulloso de ser el acordeonero que sacó a la luz pública a Diomedes Díaz. Al abrirle ese camino ‘El Cacique de La Junta’ se fue proyectando hasta llegar a ser un superdotado de la música vallenata. Siempre que nos encontrábamos recordábamos ese hecho y le decía que lo admiraba mucho”.
A la hora del diálogo a un lado de la amplia sala de la casa ubicada en el barrio Altos de Garupal de Valledupar, estaba Rosibel Escorcia, la mujer que ha vivido 64 años con Náfer Durán, la misma que se hizo acreedora a la canción ‘Sin ti’.
Con mi nota triste
vengo a decirle a tu alma,
lo que está sufriendo
mi sincero corazón.
Ya no tengo paciencia,
ya no tengo calma
solo vivo triste y loco
por tu amor.
Los dos tienen a cuesta una gran historia de amor que nadie ha podido cambiar, y menos ahora cuando los años llaman a lista, las alegrías de los hijos se manifiestan constantemente y el amor de Dios cubre todo.
Naferito, el líder de la dinastía Durán, cuanto antes quiere seguir tocando su acordeón y dando testimonio de su amor al folclor vallenato, ese que le ha dado las más supremas alegrías. Hombre del alma noble no se vaya todavía porque Dios lo acompaña y escucha sus oraciones.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
El rey vallenato del año 1976 cuenta los hechos que desencadenaron los males de su cuerpo y manifiesta que Dios estuvo siempre a su lado.
El rey vallenato Náfer Santiago Durán Díaz al presentar complicaciones en su estado de salud debido a una serie de convulsiones estando en su tierra El Paso, Cesar, provocó que fuera trasladado de inmediato a Valledupar donde fue tratado.
Al llegar a la clínica, después de haber sido remitido del hospital de El Paso, y realizarle un exhaustivo chequeo, evolucionó satisfactoriamente por lo que se le dio alta médica. “Le doy infinitas gracias a Dios por darme más vida y poder continuar al lado de los míos”, inicialmente dijo Naferito.
Entrando en detalle manifestó: “Esa descompensación me pasó estando acostado. Enseguida corrieron conmigo al hospital y después se hizo necesario mandarme para Valledupar. No me di cuenta de eso, pero nunca me había venido acostado de El Paso a Valledupar”. Enseguida soltó una sonora carcajada.
Yendo más lejos contó la verdad. “Todo pasó por un descuido mío. Desde hace mucho tiempo diariamente me toca tomarme una pastilla de nombre Fenobarbital. Me la entregaron, pero me la metí en el bolsillo de la camisa y se me olvidó. Esas son las consecuencias”.
El rey del tono menor siguió contando en seguidilla. “Desde hace mucho tiempo entregué mi vida a Dios y a él me encomendé. Él me hizo el milagro. Dios es mi gran fortaleza e incluso hace algún tiempo le compuse un canto cristiano que se llama ‘El rey de la humanidad’, donde resalto el amor hacía sus hijos”.
Enseguida se lamentó no poder interpretarla con su acordeón. “Ahora no puedo hacerlo. Estoy muy débil y se me va el cuerpo y como toco el acordeón es firme, mucho menos”.
QUÉ SUENE NUEVAMENTE EL ACORDEÓN
Naferito Durán, el rey vallenato de mayor edad, levanta la vista, reflexiona y regala una frase que le sale del fondo de su corazón. “Gracias a Dios y a la vida que me ha dado tanto. Una familia buena, un folclor maravilloso y una tierra que amo”.
Al concluir esa frase se quedó pensando como si algo se le hubiera quedado olvidado, pero no era la pastilla. Entonces, el hijo de Náfer Donato Durán Mojica y Juana Francisca Díaz Villarreal, anotó: “Aclaro, que no más me reponga vuelvo a tocar el acordeón porque este instrumento con su sonido acompaña los latidos de mi corazón. Mejor dicho, dejar de tocar mi acordeón es morir en vida”.
Se quitó el sombrero, se cruzó de piernas, regresó la meditación para llamar más palabras y expresó con total convicción. “Lo que iba a ser lo hice. Me he sostenido con mi arte, tengo el cariño de mis familiares, paisanos, miles de personas que valoran lo que hago con mi acordeón y mis cantos a favor de la música vallenata”.
El hombre que nunca se queda quieto porque caminar es su deleite para estar en constante acción, al preguntarle sobre la cantidad exacta de hijos hace una rápida suma y dice que son 14. Entonces para que no se le pregunte más al respecto indicó. “Oiga, ahí está incluido el hijo de la chimichaguera Bernarda Cervantes”.
Volvió a sonreír y más que nadie sabía el motivo que propició una de sus célebres canciones llamada ‘La Chimichaguera’, que grabaran en el año 1975 Rafael Orozco con el acordeón de Emilio Oviedo.
EL REY FUERA DE CONCURSO
De otra parte, tras ganar en 1976 la corona de Rey Vallenato, el acordeonero Náfer Durán quiso repetir la hazaña siete años después, pero recibió un título honorífico por parte del jurado calificador integrado por Gabriel García Márquez, Rafael Rivas, Miguel López, Leandro Díaz y Enrique Santos Calderón.
Al respecto Naferito dijo: “Sentí una gran satisfacción al estar entre los mejores. Tengo entendido que ser declarado fuera de concurso es no tener contendor en la competencia. Además, soy el único que siendo Rey Vallenato ostenta ese honor”.
El juglar tiene actualmente 89 años de edad, los cumplió el 26 de diciembre de 2021, y es aplaudido también por ser el compositor de diversas canciones como ‘Sin ti’, ‘Déjala vení’, ‘El estanquillo’, ‘La Chimichaguera’, ‘La zoológica’, ‘Morenita’, ‘Mi patria chica’, ‘Teresita’ y ‘El rezo’, entre otras.
Sin lugar a equívocos, acudiendo a la tradición oral es de los contados acordeoneros que a su edad continúa sacándole notas al instrumento sagrado del folclor vallenato. Además, en el año 1976 grabó el disco ‘Herencia Vallenata’ con el cantante Diomedes Díaz Maestre.
Naferito al recordar ese hecho, expresó: “Me siento orgulloso de ser el acordeonero que sacó a la luz pública a Diomedes Díaz. Al abrirle ese camino ‘El Cacique de La Junta’ se fue proyectando hasta llegar a ser un superdotado de la música vallenata. Siempre que nos encontrábamos recordábamos ese hecho y le decía que lo admiraba mucho”.
A la hora del diálogo a un lado de la amplia sala de la casa ubicada en el barrio Altos de Garupal de Valledupar, estaba Rosibel Escorcia, la mujer que ha vivido 64 años con Náfer Durán, la misma que se hizo acreedora a la canción ‘Sin ti’.
Con mi nota triste
vengo a decirle a tu alma,
lo que está sufriendo
mi sincero corazón.
Ya no tengo paciencia,
ya no tengo calma
solo vivo triste y loco
por tu amor.
Los dos tienen a cuesta una gran historia de amor que nadie ha podido cambiar, y menos ahora cuando los años llaman a lista, las alegrías de los hijos se manifiestan constantemente y el amor de Dios cubre todo.
Naferito, el líder de la dinastía Durán, cuanto antes quiere seguir tocando su acordeón y dando testimonio de su amor al folclor vallenato, ese que le ha dado las más supremas alegrías. Hombre del alma noble no se vaya todavía porque Dios lo acompaña y escucha sus oraciones.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv