Esta importante dama desciende de sus padres: doña Enma Baute Borrego, ilustre maestra graduada en la escuela normal de Santa Marta
NELLY CASTRO DE PUPO
Esta importante dama desciende de sus padres: doña Enma Baute Borrego, ilustre maestra graduada en la escuela normal de Santa Marta, y quien enseñó a leer a Gabriel García Márquez, en Aracataca, y por eso cuando Gabo vino al Valle, en 1.982 al Festival Vallenato, en su honor, fue especialmente a visitarla, expresando: “voy a saludar a la mujer que me enseñó a leer”.
Un cuñado de doña Emma, llamado Mariano Barreneche, quien era secretario de educación del Magdalena, le ordenó a doña Emma para que escogiera ella a las profesoras de la provincia, por ello hizo nombrar a Clara Elina Baute y a Albertina Baute Borrego, quienes ejercieron su profesión en Valledupar, de manera ejemplar y con gran santidad.
La hermana de doña Emma, Prudencia Baute, fue su maestra en el resto de la primaria. El padre de doña Nelly fue Pascual Castro Céspedes, un pobre agricultor, ya que, en esa época, según doña Nelly, sólo había tres ricos en Valledupar: Francisco Valle, José Trinidad Mejía, y José Tobías Gutiérrez, de Patillal.
Sus abuelos maternos fueron: Josefa Borrego y José Manuel Baute Pavajeau; su esposo fue el doctor Edgardo Pupo, abogado, exalcalde de Valledupar, exgobernador del Cesar, uno de los fundadores del M.R.L.(Movimiento de Renovación Liberal) fundado por Alfonzo López Michelsen; fue también embajador ante la ONU y cónsul en Panamá. Edgardo Pupo estudió en Nueva Orleans, en Estados Unidos, administración de empresas, pero se vino a Valledupar a ayudar a las personas necesitadas. Era hijo de ‘Oscarito’ Pupo y Carmen Pupo. Fue uno de los primeros que ayudó a la arborización de Valledupar en el año de 1972, pasando carta a los viveros de la costa, haciendo arborizar las avenidas y solicitándole a las amas de casa que sembraran un árbol frente a sus viviendas y que regaran diariamente el árbol.
Doña Nelly fue una de las fundadoras de la liga antituberculosa, donde realizó una gran labor consiguiendo las drogas para esta enfermedad y a los enfermos más graves les conseguía internado en el hospital de Santa Clara, en Bogotá.
Todo eso lo hacía en compañía de una gran dama: Sonia Campo de Cuello, esposa del médico Esteban Cuello, quien fue un apóstol durante 20 años protegiendo a los tuberculosos, ya que era especialista de enfermedades respiratorias. En esa época la tuberculosis era llamada Tisis y no tenía cura porque no se habían descubierto los antibióticos; ser tísico en esa época era como ser leproso; Simón Bolívar murió de Tisis, esta enfermedad era producida por el bacilo de Coch.
Doña Nelly también Dama Rosada, quien al lado de Mirian Céspedes y Sonia Campo, desarrollaron una labor ejemplar de protección y ayuda a los barrios más vulnerables. Doña Nelly fundó la primera escuela de Bellas Artes apoyada por su esposo doctor Edgardo Pupo, quien era gobernador, y por la distinguida dama Finacha Valle, directora de la Casa de la Cultura, y quien aspiraba formar un semillero de artistas; esto fue en el año de 1982.
Por el motivo anterior los tres se fueron a la ciudad de Ocaña, en el año de 1982, donde ya había una Casa de Bellas Artes muy bien organizada; allí recibieron todas las instrucciones para fundar esta institución, en el área administrativa, las materias del pensum y normas sobre la infraestructura.
Esta escuela comenzó a funcionar en la casa de Buenaventura de Armas (carrera 6 con calle 14), padre de Eulalia de Armas (Yaya), quien fuera reina de belleza y reina del carnaval de Valledupar. Después fue trasladad esta escuela al sitio donde hoy funciona la escuela de Bellas Artes, detrás de la Gobernación del Cesar, donde hoy esta entidad imparte educación superior.
Los primeros profesores de esta nueva escuela fundada en 1982 fueron el arquitecto Hermel Daza como director y profesor de fotografía e historia de la arquitectura, Gloria Castro como profesora de historia del arte, Rita Fernández y Rita Mindiola como profesoras de canto y coro, Sofí Cotes como profesora de danzas, ‘Checho’ Castro y Álvaro Martínez como profesores de pintura, Jaime Molina como profesor de dibujo, Jorge Maestre como profesor de escultura.
De esta institución egresaron muchos artistas que hoy enorgullecen el Valle de Upar. Con esta iniciativa se contribuyó a que el arte sirviera de terapia y alejara los jóvenes de las drogas y que convirtieran en alegría, creatividad y en obras de arte sus penas y sus depresiones.
Doña Nelly cursó tres años en el colegio de la Sagrada Familia y luego se fue a Bogotá a terminar el bachillerato en el colegio de Santa Clara, regentado por monjas alemanas, quienes le enseñaron el arte de la jardinería, y el amor al arte.
Las ponían a sembrar frutas y verduras. Por ello doña Nelly tiene en su casa un hermoso jardín y muchas obras de arte. Es una casa donde se respira orden, aseo, y belleza. En su decoración no predomina el dinero sino las obras de arte.
Tuvo tres hijos: Edgardo Enrique, quien es el ángel guardián de su ancianidad, joven muy bien educado y de un carácter fraterno y cálido. Ciro Castro que estudió derecho en la universidad Santo Tomás y llegó a ser nuestro gran y ejemplar alcalde. Doña nelly me expresó que ella le brindó mucho apoyo para que subiera su autoestima aun cuando no ganara la alcaldía, palabras que revelan una gran madre y una psicóloga en potencia. Su otro hijo es Álvaro Eduardo que es militar y administrador de empresas.
POR RUTH ARIZA COTES/ESPECIAL PARA ELPILÓN
Esta importante dama desciende de sus padres: doña Enma Baute Borrego, ilustre maestra graduada en la escuela normal de Santa Marta
NELLY CASTRO DE PUPO
Esta importante dama desciende de sus padres: doña Enma Baute Borrego, ilustre maestra graduada en la escuela normal de Santa Marta, y quien enseñó a leer a Gabriel García Márquez, en Aracataca, y por eso cuando Gabo vino al Valle, en 1.982 al Festival Vallenato, en su honor, fue especialmente a visitarla, expresando: “voy a saludar a la mujer que me enseñó a leer”.
Un cuñado de doña Emma, llamado Mariano Barreneche, quien era secretario de educación del Magdalena, le ordenó a doña Emma para que escogiera ella a las profesoras de la provincia, por ello hizo nombrar a Clara Elina Baute y a Albertina Baute Borrego, quienes ejercieron su profesión en Valledupar, de manera ejemplar y con gran santidad.
La hermana de doña Emma, Prudencia Baute, fue su maestra en el resto de la primaria. El padre de doña Nelly fue Pascual Castro Céspedes, un pobre agricultor, ya que, en esa época, según doña Nelly, sólo había tres ricos en Valledupar: Francisco Valle, José Trinidad Mejía, y José Tobías Gutiérrez, de Patillal.
Sus abuelos maternos fueron: Josefa Borrego y José Manuel Baute Pavajeau; su esposo fue el doctor Edgardo Pupo, abogado, exalcalde de Valledupar, exgobernador del Cesar, uno de los fundadores del M.R.L.(Movimiento de Renovación Liberal) fundado por Alfonzo López Michelsen; fue también embajador ante la ONU y cónsul en Panamá. Edgardo Pupo estudió en Nueva Orleans, en Estados Unidos, administración de empresas, pero se vino a Valledupar a ayudar a las personas necesitadas. Era hijo de ‘Oscarito’ Pupo y Carmen Pupo. Fue uno de los primeros que ayudó a la arborización de Valledupar en el año de 1972, pasando carta a los viveros de la costa, haciendo arborizar las avenidas y solicitándole a las amas de casa que sembraran un árbol frente a sus viviendas y que regaran diariamente el árbol.
Doña Nelly fue una de las fundadoras de la liga antituberculosa, donde realizó una gran labor consiguiendo las drogas para esta enfermedad y a los enfermos más graves les conseguía internado en el hospital de Santa Clara, en Bogotá.
Todo eso lo hacía en compañía de una gran dama: Sonia Campo de Cuello, esposa del médico Esteban Cuello, quien fue un apóstol durante 20 años protegiendo a los tuberculosos, ya que era especialista de enfermedades respiratorias. En esa época la tuberculosis era llamada Tisis y no tenía cura porque no se habían descubierto los antibióticos; ser tísico en esa época era como ser leproso; Simón Bolívar murió de Tisis, esta enfermedad era producida por el bacilo de Coch.
Doña Nelly también Dama Rosada, quien al lado de Mirian Céspedes y Sonia Campo, desarrollaron una labor ejemplar de protección y ayuda a los barrios más vulnerables. Doña Nelly fundó la primera escuela de Bellas Artes apoyada por su esposo doctor Edgardo Pupo, quien era gobernador, y por la distinguida dama Finacha Valle, directora de la Casa de la Cultura, y quien aspiraba formar un semillero de artistas; esto fue en el año de 1982.
Por el motivo anterior los tres se fueron a la ciudad de Ocaña, en el año de 1982, donde ya había una Casa de Bellas Artes muy bien organizada; allí recibieron todas las instrucciones para fundar esta institución, en el área administrativa, las materias del pensum y normas sobre la infraestructura.
Esta escuela comenzó a funcionar en la casa de Buenaventura de Armas (carrera 6 con calle 14), padre de Eulalia de Armas (Yaya), quien fuera reina de belleza y reina del carnaval de Valledupar. Después fue trasladad esta escuela al sitio donde hoy funciona la escuela de Bellas Artes, detrás de la Gobernación del Cesar, donde hoy esta entidad imparte educación superior.
Los primeros profesores de esta nueva escuela fundada en 1982 fueron el arquitecto Hermel Daza como director y profesor de fotografía e historia de la arquitectura, Gloria Castro como profesora de historia del arte, Rita Fernández y Rita Mindiola como profesoras de canto y coro, Sofí Cotes como profesora de danzas, ‘Checho’ Castro y Álvaro Martínez como profesores de pintura, Jaime Molina como profesor de dibujo, Jorge Maestre como profesor de escultura.
De esta institución egresaron muchos artistas que hoy enorgullecen el Valle de Upar. Con esta iniciativa se contribuyó a que el arte sirviera de terapia y alejara los jóvenes de las drogas y que convirtieran en alegría, creatividad y en obras de arte sus penas y sus depresiones.
Doña Nelly cursó tres años en el colegio de la Sagrada Familia y luego se fue a Bogotá a terminar el bachillerato en el colegio de Santa Clara, regentado por monjas alemanas, quienes le enseñaron el arte de la jardinería, y el amor al arte.
Las ponían a sembrar frutas y verduras. Por ello doña Nelly tiene en su casa un hermoso jardín y muchas obras de arte. Es una casa donde se respira orden, aseo, y belleza. En su decoración no predomina el dinero sino las obras de arte.
Tuvo tres hijos: Edgardo Enrique, quien es el ángel guardián de su ancianidad, joven muy bien educado y de un carácter fraterno y cálido. Ciro Castro que estudió derecho en la universidad Santo Tomás y llegó a ser nuestro gran y ejemplar alcalde. Doña nelly me expresó que ella le brindó mucho apoyo para que subiera su autoestima aun cuando no ganara la alcaldía, palabras que revelan una gran madre y una psicóloga en potencia. Su otro hijo es Álvaro Eduardo que es militar y administrador de empresas.
POR RUTH ARIZA COTES/ESPECIAL PARA ELPILÓN