Hoy domingo se cumplen 20 años de la muerte del dirigente político que fundó el grupo político Moldea, fecha que su familia conmemorará con una misa en la Iglesia Santa María del Camino a las 7:00 p.m. Así lo recuerdan sus hijas Salena, Alena, Lena María y Marietna Cantillo Pinzón.
El más pequeño entre siete hermanos y el menor de los tres varones. Milcíades Cantillo Costa creció entre las sabanas manaureras y calor del antiguo Robles, pues por la violencia de la época era mejor migrar por temporadas.
Teniendo un año y medio muere su papá Daniel Francisco Cantillo Araujo, a los 42 años, personero municipal; dejando viuda a Josefa del Socorro Costa Mejía Zuleta, con siete hijos y 28 años.
Su infancia en La Paz transcurrió en la calle de la Alegría, en donde como todos los niños de provincia disfrutaba de los juguetes hechizos, de los animales como las morroconas de la casa de patio inmenso en donde vivían, que luego se vendió por $4.000; y de la complicidad y compañía de sus hermanos y sus amigos de barrio. Disfrutaba en particular de los paseos en bicicleta con el tío Casimiro, quien como todos los tíos tenía el gran don de arreglar objetos. Creció en las calles de su pueblo, y en los campos de las fincas Santa Teresa, El Socorro, El Llano y Bella Luz, donde su mamá lo llevaba y a la que un día un vendaval terminó por arrastrar.
Ese niño de tez blanca y pelo rizado, llegó a Valledupar a estudiar en el Colegio Loperena, salió hacia Bogotá al Seminario Intermisional con la idea de terminar su bachillerato, sin embargo regresó a su tierra recibiendo el título como bachiller otorgado por el Colegio Nacional Loperena donde se destacó por ser un brillante estudiante, escritor, declamador y locutor en Radio Valledupar, en una generación que según “los viejos” representaba el futuro del Cesar.
A los 19 años de edad fue maestro de la Escuela Rural Mixta entre las montañas de San José de Oriente, (Cesar), ocupó el cargo como profesor en el Colegio Parroquial y al tiempo locutor de Radio Valledupar, conociendo en San José de Oriente a la señorita egresada de la Normal de Señoritas de Uribia, Yolanda Pinzón Aragón, quien también acababa de llegar a San José, en su primera experiencia laboral proveniente de La Guajira y con quien contrae matrimonio, un día en que se recuerda: “Llovía, mientras brillaba un sol radiante”. De su amor: cuatro hijas.
En 1970 continúa estudios de Pedagogía en la Normal Nacional de San Juan del Cesar, que le otorga el título como maestro, siendo nombrado Supervisor de Educación Departamental en los municipios de Pailitas y Chiriguaná (Cesar).
Con el ánimo de continuar avanzando intelectualmente, en 1972 se trasladó con la familia a Bogotá para continuar estudios profesionales en Derecho y a la vez se desempeña como locutor en la Emisora Mariana y en Radio Melodía, alternando estudios y desempeño laboral.
Termina su carrera profesional en 1975 y empieza a sentir la necesidad de dedicarse a la carrera política, movido como siempre por ese sentimiento de justicia e igualdad de oportunidades. A los 24 años de edad, inicia su lucha por los menos favorecidos, se postula como candidato para la Asamblea Departamental saliendo electo como Diputado, y a la vez ocupa el cargo como Auditor en el ICA.
Cumple en forma responsable y prestigiosa sus objetivos logrando con excelentes resultados las metas impuestas, y es así como en 1978 continúa su carrera política y se postula para la Cámara de Representantes, obteniendo una votación bastante significativa, saliendo electo para ocupar la curul en el Congreso de República 1978-1982 a la edad de 31 años, siendo el congresista más joven del momento. Continúa sus aspiraciones políticas logrando éxitos en las siguientes elecciones, aspecto que es tenido en cuenta para ser nombrado como Subgerente Administrativo del IDEMA a nivel nacional. Nuevamente es elegido congresista por el departamento del Cesar en los siguientes periodos, interrumpido su trabajo por la revocatoria del mandato, permaneciendo en el Congreso hasta el año 1991. Continúa la lucha política y aspira al Senado de la República.
Se vincula a la Universidad del Cesar como catedrático en Ciencias Políticas-Derecho y delegado por el Gobierno Central, hasta que un día como hoy, hace 20 años, cinco de Abril de 1995, manos criminales acabaron con su vida. Aún seguimos esperando justicia para quienes terminaron con esta historia.
Su gran legado: El Valor de la palabra dada, el cariño por su pueblo, la constante lucha por sus ideales y su energía para expresarlos, su corazón noble, su desapego. Su Inteligencia y su razón, pero sobretodo el amor inmenso a su familia y sus amigos: Memoria de éstas y de muchas historias.
Haber crecido al lado de él, conocer lo que era capaz de soltar para darlo a quien lo necesitaba, sus regaños en forma de enseñanza, y al final una sonrisa, enseñarnos al lado de nuestra mamá a ser hermanas, aprender que estudiar es la mejor forma de proyectarse; leer, la manera de crecer al lado de mucha historia, abrazar, el mejor acto de cariño. Todo esto ha sido nuestra gran recompensa. Cerrar los ojos y tener la certeza que sus recuerdos son reales, es algo que nadie nunca nos va a quitar. Nadie nunca podrá acabar con eso. No nos queda más que sentirnos privilegiadas, conocimos a un hombre que nos enseñó de la vida lo que somos.
Más que tristeza, hoy sentimos nostalgia. Pensamos mucho cómo sería tenerlo vivo, sosteniendo conversaciones de adulto, pedirle un consejo, volver a Valledupar y encontrarlo esperando ansioso ver sus hijas, saber que se van envejeciendo sus pasos y guiarlos con un abrazo ahora más firme que el suyo, y sobre todo, verlo amar a sus nietos con esa sonrisa complaciente y noble que guardamos en los más hermosos recuerdos. Estamos seguras que todo eso pasa aunque nuestra conciencia humana no nos permita verlo. Sabemos que está cerca, aquí.
Te amamos y te extrañamos papaíto. Ten la certeza que nosotras tus hijas seguiremos escribiendo tu historia, a través de nuestra vida y de la transmisión de tus enseñanzas.
Con inmenso cariño los invitamos a rendir un homenaje a Milcíades Cantillo Costa, en una misa que se llevará a cabo hoy cinco de abril a las 6:00 am, en la iglesia Nuestra Señora del Camino, en Valledupar.
Salena, Alena, Lena María y Marietna Cantillo Pinzón.
Hoy domingo se cumplen 20 años de la muerte del dirigente político que fundó el grupo político Moldea, fecha que su familia conmemorará con una misa en la Iglesia Santa María del Camino a las 7:00 p.m. Así lo recuerdan sus hijas Salena, Alena, Lena María y Marietna Cantillo Pinzón.
El más pequeño entre siete hermanos y el menor de los tres varones. Milcíades Cantillo Costa creció entre las sabanas manaureras y calor del antiguo Robles, pues por la violencia de la época era mejor migrar por temporadas.
Teniendo un año y medio muere su papá Daniel Francisco Cantillo Araujo, a los 42 años, personero municipal; dejando viuda a Josefa del Socorro Costa Mejía Zuleta, con siete hijos y 28 años.
Su infancia en La Paz transcurrió en la calle de la Alegría, en donde como todos los niños de provincia disfrutaba de los juguetes hechizos, de los animales como las morroconas de la casa de patio inmenso en donde vivían, que luego se vendió por $4.000; y de la complicidad y compañía de sus hermanos y sus amigos de barrio. Disfrutaba en particular de los paseos en bicicleta con el tío Casimiro, quien como todos los tíos tenía el gran don de arreglar objetos. Creció en las calles de su pueblo, y en los campos de las fincas Santa Teresa, El Socorro, El Llano y Bella Luz, donde su mamá lo llevaba y a la que un día un vendaval terminó por arrastrar.
Ese niño de tez blanca y pelo rizado, llegó a Valledupar a estudiar en el Colegio Loperena, salió hacia Bogotá al Seminario Intermisional con la idea de terminar su bachillerato, sin embargo regresó a su tierra recibiendo el título como bachiller otorgado por el Colegio Nacional Loperena donde se destacó por ser un brillante estudiante, escritor, declamador y locutor en Radio Valledupar, en una generación que según “los viejos” representaba el futuro del Cesar.
A los 19 años de edad fue maestro de la Escuela Rural Mixta entre las montañas de San José de Oriente, (Cesar), ocupó el cargo como profesor en el Colegio Parroquial y al tiempo locutor de Radio Valledupar, conociendo en San José de Oriente a la señorita egresada de la Normal de Señoritas de Uribia, Yolanda Pinzón Aragón, quien también acababa de llegar a San José, en su primera experiencia laboral proveniente de La Guajira y con quien contrae matrimonio, un día en que se recuerda: “Llovía, mientras brillaba un sol radiante”. De su amor: cuatro hijas.
En 1970 continúa estudios de Pedagogía en la Normal Nacional de San Juan del Cesar, que le otorga el título como maestro, siendo nombrado Supervisor de Educación Departamental en los municipios de Pailitas y Chiriguaná (Cesar).
Con el ánimo de continuar avanzando intelectualmente, en 1972 se trasladó con la familia a Bogotá para continuar estudios profesionales en Derecho y a la vez se desempeña como locutor en la Emisora Mariana y en Radio Melodía, alternando estudios y desempeño laboral.
Termina su carrera profesional en 1975 y empieza a sentir la necesidad de dedicarse a la carrera política, movido como siempre por ese sentimiento de justicia e igualdad de oportunidades. A los 24 años de edad, inicia su lucha por los menos favorecidos, se postula como candidato para la Asamblea Departamental saliendo electo como Diputado, y a la vez ocupa el cargo como Auditor en el ICA.
Cumple en forma responsable y prestigiosa sus objetivos logrando con excelentes resultados las metas impuestas, y es así como en 1978 continúa su carrera política y se postula para la Cámara de Representantes, obteniendo una votación bastante significativa, saliendo electo para ocupar la curul en el Congreso de República 1978-1982 a la edad de 31 años, siendo el congresista más joven del momento. Continúa sus aspiraciones políticas logrando éxitos en las siguientes elecciones, aspecto que es tenido en cuenta para ser nombrado como Subgerente Administrativo del IDEMA a nivel nacional. Nuevamente es elegido congresista por el departamento del Cesar en los siguientes periodos, interrumpido su trabajo por la revocatoria del mandato, permaneciendo en el Congreso hasta el año 1991. Continúa la lucha política y aspira al Senado de la República.
Se vincula a la Universidad del Cesar como catedrático en Ciencias Políticas-Derecho y delegado por el Gobierno Central, hasta que un día como hoy, hace 20 años, cinco de Abril de 1995, manos criminales acabaron con su vida. Aún seguimos esperando justicia para quienes terminaron con esta historia.
Su gran legado: El Valor de la palabra dada, el cariño por su pueblo, la constante lucha por sus ideales y su energía para expresarlos, su corazón noble, su desapego. Su Inteligencia y su razón, pero sobretodo el amor inmenso a su familia y sus amigos: Memoria de éstas y de muchas historias.
Haber crecido al lado de él, conocer lo que era capaz de soltar para darlo a quien lo necesitaba, sus regaños en forma de enseñanza, y al final una sonrisa, enseñarnos al lado de nuestra mamá a ser hermanas, aprender que estudiar es la mejor forma de proyectarse; leer, la manera de crecer al lado de mucha historia, abrazar, el mejor acto de cariño. Todo esto ha sido nuestra gran recompensa. Cerrar los ojos y tener la certeza que sus recuerdos son reales, es algo que nadie nunca nos va a quitar. Nadie nunca podrá acabar con eso. No nos queda más que sentirnos privilegiadas, conocimos a un hombre que nos enseñó de la vida lo que somos.
Más que tristeza, hoy sentimos nostalgia. Pensamos mucho cómo sería tenerlo vivo, sosteniendo conversaciones de adulto, pedirle un consejo, volver a Valledupar y encontrarlo esperando ansioso ver sus hijas, saber que se van envejeciendo sus pasos y guiarlos con un abrazo ahora más firme que el suyo, y sobre todo, verlo amar a sus nietos con esa sonrisa complaciente y noble que guardamos en los más hermosos recuerdos. Estamos seguras que todo eso pasa aunque nuestra conciencia humana no nos permita verlo. Sabemos que está cerca, aquí.
Te amamos y te extrañamos papaíto. Ten la certeza que nosotras tus hijas seguiremos escribiendo tu historia, a través de nuestra vida y de la transmisión de tus enseñanzas.
Con inmenso cariño los invitamos a rendir un homenaje a Milcíades Cantillo Costa, en una misa que se llevará a cabo hoy cinco de abril a las 6:00 am, en la iglesia Nuestra Señora del Camino, en Valledupar.
Salena, Alena, Lena María y Marietna Cantillo Pinzón.