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Cultura - 13 agosto, 2020

María Jesús, el son que le canta a una traición

Fue una tarde cuando Manuel descubrió las relaciones amorosas existentes entre su pariente Lizcano y María Jesús. Tras el descubrimiento, ella se fue a radicar en Las Canoas, Magdalena. Manuel Contreras Marriaga dice que esta traición amorosa le sirvió para inspirarse.

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‘María Jesús’ es el nombre de la canción grabada en 1980 por Los Betos, y que hace parte, en la cara B, del disco de larga duración titulado ‘El Cantor Triunfante’. En este trabajo discográfico no se reconoce al autor de esta composición, Antonio Llerena De Ávila.

Lee también: Las corredurías de Calixto Ochoa y Liborio reyes en el Bolívar grande

El compositor, quien se consideró un hijo musical de Pacho Rada, echó mano del aire musical cimentado por su mentor, el son, para relatar el drama amoroso del que fueron actores la pareja conformada por María de Jesús Barrios y Manuel Antonio Contreras Lizcano.
Fue una traición amorosa la que lo llevó a componer esta canción que en varias oportunidades ha sido interpretada en la final del Festival Vallenato en Valledupar.

Este acontecimiento tuvo como escenario al área rural de Chibolo, Magdalena. Llerena, aunque nacido en Calamar, Bolívar, a temprana edad se fue a radicar a esa localidad, junto a sus padres, donde desarrolló su producción musical. En este lugar habita Manuel Contreras Marriaga, quien recuerda a su tío Manuel, como propietario de una finca llamada ‘Quietud’ en la que, además, de tener ganado vacuno y producir quesos, habitaba con su pareja.

De María Jesús señala que era una mujer bonita e hija de un hombre que también era propietario de fincas ubicadas en los alrededores de Chibolo. Esta pareja tuvo dos hijos: Julio y Antonio Modesto.

A la finca ‘Quietud’ llegó Manuel Lizcano, quien, junto a parte de su familia, había salido desplazado de Tenerife, después de una trifulca entre dos familias. La muerte de un pariente del desplazado, producto de la confrontación, aún se recuerda en ese lugar porque pidió que no lo mataran dentro del río Magdalena, donde se refugió después de haber asesinado a un contrincante, porque, después, sus familiares no encontrarían su cadáver.

No dejes de leer: Al gran Adolfo Pacheco lo pintaron sin pincel y sin paleta

Fue una tarde cuando Manuel descubrió las relaciones amorosas existentes entre su pariente Lizcano y María Jesús. Tras el descubrimiento, ella se fue a radicar en Las Canoas, Magdalena. Manuel Contreras Marriaga dice que esta traición amorosa le sirvió para inspirarse y componer este y otros versos:

Ay mi tío quedó molesto (bis)
Porque se le fue su compañera
Ay lloraba Antonio Modesto
Ay lloraba Julio Contreras.

A Antonio Llerena y Manuel Contreras Lizcano los unió una amistad que permitió que el primero conociera, de primera mano, todo lo relacionado con la traición amorosa. Fue tanto lo que supo que hizo un verso del momento en que el ofendido descubrió a la pareja y, machete en mano, les pidió que se fueran. El que no fue grabado por Los Betos:

Lloraba Manuel Contreras
Manuel Contreras Lizcano
La buscaba donde fuera
Ombe con el machete en las manos.

Existe otro verso relacionado con ese momento, que tampoco fue cantando por Beto Zabaleta, pero sí interpretado con el acordeón por parte de Beto Villa:

Cuando María Jesú se fue
Manuel estaba desesperado
Se iba a echar a correr
Con el machete en la mano.

LA ESTRUCTURA RÍTMICA Y EL TEXTO DE LA CANCIÓN

Esta canción se enmarca en una de las características del vallenato tradicional, la de describir o narrar experiencias pasadas, relacionadas con un hecho real. El autor se apoya en la interjección “ay” para destacar el estado de ánimo, de aflicción y dolor de quien sufrió con la decepción amorosa.

Ay ombe por la Santísima Cruz
Ay oye yo no tengo quién me quiera
Se me fue María Jesú
Ay ombe se me fue mi compañera.

Ay ombe tan alegre y tan contento
Oye cómo salí de Chibolo
Ay no me atrevo a echar el cuento
Caramba porque se me aguan los ojos

El tema al que se le canta explica las razones por las que Llerena escogió el son como marco musical para interpretarlo. Este ritmo, con su estructura binaria, es el más lento, entre los demás del género vallenato, y, por eso, el apropiado para la narración lamentada, pausada y repentista de hechos de largo alcance (Llerena, s. d).

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No obstante, las características de la canción, en la que se expresa un duelo, el compositor no deja a un lado las formas o estrategias que podríamos llamar equilibradoras (Quintero, s. d) con lo que evita que la composición caiga en la cursilería.

Ay oye si María Jesú sé fue
Oye con sus hijos es el pecado
Ay ombe yo consigo otra mujer
Caramba que me calme este guayabo.

Aunque Llerena tiene conocimiento de los hechos, sabía lo que pensaba y sentía Manuel Antonio, debido a la amistad que los unía, solo en dos versos hace de narrador testigo. En la mayoría de las estrofas le da a su amigo la condición de narrador protagonista de lo sucedido.

Ay ombe si María Jesú supiera
Lo mucho que yo la quiero
No hubiera olvidado su tierra
Ay ombe tampoco a Manuel Contreras.

Pese a que el narrador personaje a lo largo de la canción expresa lo que sentía por María Jesús y el dolor que le producía su olvido, jamás la perdonó. Manuel Contreras Marriaga relata que después que ella se fue a vivir a Las Canoas, su tío la mandó llamar debido a que uno de los hijos se enfermó, pero que una vez se recuperó le pidió que se fuera de su casa.

Ay ombe yo no llego a la Quietud
Oye yo me voy es pa’ Chibolo
Ay se me fue María Jesú
Caramba, dejándome a los hijos solos.

La virgen María representa, para el cristianismo, el virtuosismo, atributo que fue enseñado en el siglo XIX, en Colombia, a través de manuales de conducta con los que se buscó que las mujeres siguieran un modelo patriarcal en su papel de hija, esposa y madre.

En estos documentos la virgen María es mostrada como lo que debe ser la mujer cristiana: fiel a Dios, al padre, al esposo, en fin, al modelo patriarcal. La que, además, debe contar con virtudes como la abnegación y la resignación frente a las dificultades, el silencio, el pudor y el miedo (al mal y así misma) puesto que puede caer fácilmente en este (Hincapié, 2007).

A María Jesús, su marido Antonio, la comparó con Eva y lo que esta representa en el cristianismo. Eva aparentaba ser buena, abnegada y en el fondo era coqueta, traicionera, vengativa y superficial, por lo que le correspondió a la virgen María redimir a las mujeres.

Ay ombe lo que le pasó a Contreras
Oye a cualquier hombre le pasa
Ay se le fue su compañera
Ay ombe con el mozo de la casa.

LA AUTORÍA DE LA CANCIÓN

A la Ley de Dios, que es una montaña que existía entre Bosconia y El Copey, donde Antonio Llerena tenía una propiedad llamada ‘Tó no van’, llegaron Beto Villa y Antonio García Villa a buscarlo. Beto, quien conocía sus composiciones, le pidió unas canciones y este le entregó dos: ‘María Jesús’ y ‘Si a ti me dedico’.

Lee también: “El objetivo es que ‘La Frontera’ llegue a un público amplio y diverso”: David David

Ambas fueron incluidas en el mismo larga duración ‘El Cantor Triunfante’, mientras la primera apareció como DRA, la segunda como de la autoría de Beto Zabaleta.

Antonio Llerena a través de un litigio logró que le fuera reconocida la autoría de estos temas musicales y que Codisco le pagara por regalías la suma de treinta y cinco mil pesos. Cuando Llerena le preguntó a Beto Villa las razones por las que había procedido de esa forma con sus canciones, le dio como respuesta que lo había hecho por amistad.

Por  Álvaro  Rojano Osorio.

Cultura
13 agosto, 2020

María Jesús, el son que le canta a una traición

Fue una tarde cuando Manuel descubrió las relaciones amorosas existentes entre su pariente Lizcano y María Jesús. Tras el descubrimiento, ella se fue a radicar en Las Canoas, Magdalena. Manuel Contreras Marriaga dice que esta traición amorosa le sirvió para inspirarse.


Boton Wpp

‘María Jesús’ es el nombre de la canción grabada en 1980 por Los Betos, y que hace parte, en la cara B, del disco de larga duración titulado ‘El Cantor Triunfante’. En este trabajo discográfico no se reconoce al autor de esta composición, Antonio Llerena De Ávila.

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El compositor, quien se consideró un hijo musical de Pacho Rada, echó mano del aire musical cimentado por su mentor, el son, para relatar el drama amoroso del que fueron actores la pareja conformada por María de Jesús Barrios y Manuel Antonio Contreras Lizcano.
Fue una traición amorosa la que lo llevó a componer esta canción que en varias oportunidades ha sido interpretada en la final del Festival Vallenato en Valledupar.

Este acontecimiento tuvo como escenario al área rural de Chibolo, Magdalena. Llerena, aunque nacido en Calamar, Bolívar, a temprana edad se fue a radicar a esa localidad, junto a sus padres, donde desarrolló su producción musical. En este lugar habita Manuel Contreras Marriaga, quien recuerda a su tío Manuel, como propietario de una finca llamada ‘Quietud’ en la que, además, de tener ganado vacuno y producir quesos, habitaba con su pareja.

De María Jesús señala que era una mujer bonita e hija de un hombre que también era propietario de fincas ubicadas en los alrededores de Chibolo. Esta pareja tuvo dos hijos: Julio y Antonio Modesto.

A la finca ‘Quietud’ llegó Manuel Lizcano, quien, junto a parte de su familia, había salido desplazado de Tenerife, después de una trifulca entre dos familias. La muerte de un pariente del desplazado, producto de la confrontación, aún se recuerda en ese lugar porque pidió que no lo mataran dentro del río Magdalena, donde se refugió después de haber asesinado a un contrincante, porque, después, sus familiares no encontrarían su cadáver.

No dejes de leer: Al gran Adolfo Pacheco lo pintaron sin pincel y sin paleta

Fue una tarde cuando Manuel descubrió las relaciones amorosas existentes entre su pariente Lizcano y María Jesús. Tras el descubrimiento, ella se fue a radicar en Las Canoas, Magdalena. Manuel Contreras Marriaga dice que esta traición amorosa le sirvió para inspirarse y componer este y otros versos:

Ay mi tío quedó molesto (bis)
Porque se le fue su compañera
Ay lloraba Antonio Modesto
Ay lloraba Julio Contreras.

A Antonio Llerena y Manuel Contreras Lizcano los unió una amistad que permitió que el primero conociera, de primera mano, todo lo relacionado con la traición amorosa. Fue tanto lo que supo que hizo un verso del momento en que el ofendido descubrió a la pareja y, machete en mano, les pidió que se fueran. El que no fue grabado por Los Betos:

Lloraba Manuel Contreras
Manuel Contreras Lizcano
La buscaba donde fuera
Ombe con el machete en las manos.

Existe otro verso relacionado con ese momento, que tampoco fue cantando por Beto Zabaleta, pero sí interpretado con el acordeón por parte de Beto Villa:

Cuando María Jesú se fue
Manuel estaba desesperado
Se iba a echar a correr
Con el machete en la mano.

LA ESTRUCTURA RÍTMICA Y EL TEXTO DE LA CANCIÓN

Esta canción se enmarca en una de las características del vallenato tradicional, la de describir o narrar experiencias pasadas, relacionadas con un hecho real. El autor se apoya en la interjección “ay” para destacar el estado de ánimo, de aflicción y dolor de quien sufrió con la decepción amorosa.

Ay ombe por la Santísima Cruz
Ay oye yo no tengo quién me quiera
Se me fue María Jesú
Ay ombe se me fue mi compañera.

Ay ombe tan alegre y tan contento
Oye cómo salí de Chibolo
Ay no me atrevo a echar el cuento
Caramba porque se me aguan los ojos

El tema al que se le canta explica las razones por las que Llerena escogió el son como marco musical para interpretarlo. Este ritmo, con su estructura binaria, es el más lento, entre los demás del género vallenato, y, por eso, el apropiado para la narración lamentada, pausada y repentista de hechos de largo alcance (Llerena, s. d).

Te puede interesar: El arte se toma las calles: Baldot presenta su exposición ‘Esperanza de colores’

No obstante, las características de la canción, en la que se expresa un duelo, el compositor no deja a un lado las formas o estrategias que podríamos llamar equilibradoras (Quintero, s. d) con lo que evita que la composición caiga en la cursilería.

Ay oye si María Jesú sé fue
Oye con sus hijos es el pecado
Ay ombe yo consigo otra mujer
Caramba que me calme este guayabo.

Aunque Llerena tiene conocimiento de los hechos, sabía lo que pensaba y sentía Manuel Antonio, debido a la amistad que los unía, solo en dos versos hace de narrador testigo. En la mayoría de las estrofas le da a su amigo la condición de narrador protagonista de lo sucedido.

Ay ombe si María Jesú supiera
Lo mucho que yo la quiero
No hubiera olvidado su tierra
Ay ombe tampoco a Manuel Contreras.

Pese a que el narrador personaje a lo largo de la canción expresa lo que sentía por María Jesús y el dolor que le producía su olvido, jamás la perdonó. Manuel Contreras Marriaga relata que después que ella se fue a vivir a Las Canoas, su tío la mandó llamar debido a que uno de los hijos se enfermó, pero que una vez se recuperó le pidió que se fuera de su casa.

Ay ombe yo no llego a la Quietud
Oye yo me voy es pa’ Chibolo
Ay se me fue María Jesú
Caramba, dejándome a los hijos solos.

La virgen María representa, para el cristianismo, el virtuosismo, atributo que fue enseñado en el siglo XIX, en Colombia, a través de manuales de conducta con los que se buscó que las mujeres siguieran un modelo patriarcal en su papel de hija, esposa y madre.

En estos documentos la virgen María es mostrada como lo que debe ser la mujer cristiana: fiel a Dios, al padre, al esposo, en fin, al modelo patriarcal. La que, además, debe contar con virtudes como la abnegación y la resignación frente a las dificultades, el silencio, el pudor y el miedo (al mal y así misma) puesto que puede caer fácilmente en este (Hincapié, 2007).

A María Jesús, su marido Antonio, la comparó con Eva y lo que esta representa en el cristianismo. Eva aparentaba ser buena, abnegada y en el fondo era coqueta, traicionera, vengativa y superficial, por lo que le correspondió a la virgen María redimir a las mujeres.

Ay ombe lo que le pasó a Contreras
Oye a cualquier hombre le pasa
Ay se le fue su compañera
Ay ombe con el mozo de la casa.

LA AUTORÍA DE LA CANCIÓN

A la Ley de Dios, que es una montaña que existía entre Bosconia y El Copey, donde Antonio Llerena tenía una propiedad llamada ‘Tó no van’, llegaron Beto Villa y Antonio García Villa a buscarlo. Beto, quien conocía sus composiciones, le pidió unas canciones y este le entregó dos: ‘María Jesús’ y ‘Si a ti me dedico’.

Lee también: “El objetivo es que ‘La Frontera’ llegue a un público amplio y diverso”: David David

Ambas fueron incluidas en el mismo larga duración ‘El Cantor Triunfante’, mientras la primera apareció como DRA, la segunda como de la autoría de Beto Zabaleta.

Antonio Llerena a través de un litigio logró que le fuera reconocida la autoría de estos temas musicales y que Codisco le pagara por regalías la suma de treinta y cinco mil pesos. Cuando Llerena le preguntó a Beto Villa las razones por las que había procedido de esa forma con sus canciones, le dio como respuesta que lo había hecho por amistad.

Por  Álvaro  Rojano Osorio.