Diferentes líderes comunales y habitantes de los barrios en Valledupar han denunciado la situación y señalan que la preocupación se acrecienta debido al aumento de esta mala práctica.
Con el crecimiento de Valledupar, cuya población bordea los 500 mil habitantes, también aumentan las problemáticas, una de las principales tiene que ver con los lotes y calles que paulatinamente se han convertido en ‘pequeños rellenos sanitarios’.
A pesar del llamado que los habitantes de barrios como María Camila Sur, Brisas de la Popa, Don Alberto y otros tantos hacen a los entes de gobierno para que puedan amainar esta situación, los líos parecen nunca acabar.
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Los lotes baldíos han sido un lugar predilecto de quienes en su afán por ganarse unos cuantos pesos aprovechan la soledad de dichos espacios y allí depositan los desechos, ya sean escombros, árboles viejos, hojas u otros materiales.
Uno de los sectores afectados es el barrio María Camila Sur, que, en plena época de pandemia, los habitantes deben enfrentar situaciones como el desbordamiento de los manjoles y también que parte de los espacios vacíos de esta zona de la ciudad han sido tomados como basureros, según cita la comunidad.
“Al lado del humedal de María Camila Sur hay un lote baldío, el cual se ha vuelto un dolor de cabeza debido a los constantes roces que las personas han tenido con quienes llegan desde otros barrios a depositar sus desechos ahí. Quienes toman el lote como ‘relleno sanitario’ llegan en carromulas o en motos e incluso a pie, porque todos los caminos parecen conducir al lote vacío”, señaló la comunidad.
Cerca del sitio del terreno de María Camila Sur está el barrio Villa Dariana (occidente de Valledupar) donde las querellas son similares toda vez que debido a la colindancia con el lote en mención los habitantes de este sector también han tenido que llamarle la atención a los que se han tomado el predio para deshacerse de las basuras.
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“Mientras tanto, los años pasan y en Don Alberto la situación no cambia, seguimos siendo víctimas de quienes toman el barrio como tiradero de escombros y basuras”, esas fueron las palabras del presidente de la Junta de Acción Comunal de del sector, Fabio Delgado, quien no ha encontrado la forma para hacer entrar en razón a quienes depositan sus sobras a las afueras del barrio y en zonas aledañas.
“Me gustaría saber, ¿por qué no se ha atendido esta situación que es conocida por el secretario de Gobierno municipal? Este problema es de vieja data, pero lo que pasa en la actualidad es preocupante debido a que estamos atravesando una época de pandemia. Ahora quienes se deshacen de la basura no se conforman con tirarla en la carretera, además de ello le prenden fuego y eso ha generado el malestar en la comunidad porque no se justifica que llegada la tarde, cuando las personas vienen cansadas de sus trabajos no puedan sentarse en las terrazas de sus casas porque la cantidad de humo en el ambiente los obliga a encerrarse”, señaló Pablo Delgado.
Por otro lado, en Brisas de La Popa los malos olores de los desechos que la comunidad lleva hasta el otro extremo de la carretera que une al sector con barrios como La Nevada, Divino Niño y Don Alberto, para que sean recolectadas por la empresa encargada han ocasionado problemas de convivencia entre los vecinos.
Isabella Puerta es una habitante que pide más pulcritud en el manejo de los desechos que posteriormente serán recogidos. “La mayoría de la gente tiene por costumbre poner la basura al otro extremo de la carretera para cuando llegue el camión recolector se lleve los materiales inservibles, el problema radica en que no saben clasificar la basura y eso genera que con el paso del tiempo las bolsas emanen olores nauseabundos sobre todo cuando sube la temperatura. Otros mantienen los desperdicios en los patios de sus viviendas y los sacan cuando se acerca el camión”, señaló.
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Querellas como esta surgen a diario en Valledupar, a lo que el secretario de gobierno Luis Galvis ha manifestado no tener conocimiento a pesar que presidentes de Juntas de Acción Comunal que fueron interpelados por este medio de comunicación señalaron que han puesto la situación en conocimiento del funcionario.
Por: Robert Cadavid / EL PILÓN
Diferentes líderes comunales y habitantes de los barrios en Valledupar han denunciado la situación y señalan que la preocupación se acrecienta debido al aumento de esta mala práctica.
Con el crecimiento de Valledupar, cuya población bordea los 500 mil habitantes, también aumentan las problemáticas, una de las principales tiene que ver con los lotes y calles que paulatinamente se han convertido en ‘pequeños rellenos sanitarios’.
A pesar del llamado que los habitantes de barrios como María Camila Sur, Brisas de la Popa, Don Alberto y otros tantos hacen a los entes de gobierno para que puedan amainar esta situación, los líos parecen nunca acabar.
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Los lotes baldíos han sido un lugar predilecto de quienes en su afán por ganarse unos cuantos pesos aprovechan la soledad de dichos espacios y allí depositan los desechos, ya sean escombros, árboles viejos, hojas u otros materiales.
Uno de los sectores afectados es el barrio María Camila Sur, que, en plena época de pandemia, los habitantes deben enfrentar situaciones como el desbordamiento de los manjoles y también que parte de los espacios vacíos de esta zona de la ciudad han sido tomados como basureros, según cita la comunidad.
“Al lado del humedal de María Camila Sur hay un lote baldío, el cual se ha vuelto un dolor de cabeza debido a los constantes roces que las personas han tenido con quienes llegan desde otros barrios a depositar sus desechos ahí. Quienes toman el lote como ‘relleno sanitario’ llegan en carromulas o en motos e incluso a pie, porque todos los caminos parecen conducir al lote vacío”, señaló la comunidad.
Cerca del sitio del terreno de María Camila Sur está el barrio Villa Dariana (occidente de Valledupar) donde las querellas son similares toda vez que debido a la colindancia con el lote en mención los habitantes de este sector también han tenido que llamarle la atención a los que se han tomado el predio para deshacerse de las basuras.
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“Mientras tanto, los años pasan y en Don Alberto la situación no cambia, seguimos siendo víctimas de quienes toman el barrio como tiradero de escombros y basuras”, esas fueron las palabras del presidente de la Junta de Acción Comunal de del sector, Fabio Delgado, quien no ha encontrado la forma para hacer entrar en razón a quienes depositan sus sobras a las afueras del barrio y en zonas aledañas.
“Me gustaría saber, ¿por qué no se ha atendido esta situación que es conocida por el secretario de Gobierno municipal? Este problema es de vieja data, pero lo que pasa en la actualidad es preocupante debido a que estamos atravesando una época de pandemia. Ahora quienes se deshacen de la basura no se conforman con tirarla en la carretera, además de ello le prenden fuego y eso ha generado el malestar en la comunidad porque no se justifica que llegada la tarde, cuando las personas vienen cansadas de sus trabajos no puedan sentarse en las terrazas de sus casas porque la cantidad de humo en el ambiente los obliga a encerrarse”, señaló Pablo Delgado.
Por otro lado, en Brisas de La Popa los malos olores de los desechos que la comunidad lleva hasta el otro extremo de la carretera que une al sector con barrios como La Nevada, Divino Niño y Don Alberto, para que sean recolectadas por la empresa encargada han ocasionado problemas de convivencia entre los vecinos.
Isabella Puerta es una habitante que pide más pulcritud en el manejo de los desechos que posteriormente serán recogidos. “La mayoría de la gente tiene por costumbre poner la basura al otro extremo de la carretera para cuando llegue el camión recolector se lleve los materiales inservibles, el problema radica en que no saben clasificar la basura y eso genera que con el paso del tiempo las bolsas emanen olores nauseabundos sobre todo cuando sube la temperatura. Otros mantienen los desperdicios en los patios de sus viviendas y los sacan cuando se acerca el camión”, señaló.
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Por: Robert Cadavid / EL PILÓN