En la vida diaria el ñame y la malanga son alimentos muy populares y saludables; además de ser productos altamente producidos en la región Caribe es consumido por su numerosa cosecha y bajos costos, dándoles a las personas bienestar y ahorro económico. 

Estudios han demostrado que estos tubérculos, acompañados de los medicamentos suministrados para la diabetes, pueden ser unos grandes aliados para contrarrestar esta enfermedad. Aunque quizás muchas personas han escuchado que estos productos ancestrales contienen mucho almidón, por lo que temen que el azúcar en sangre se eleve después de ingerirlos. Sin embargo, se ha verificado que aunque sean altos en almidón, tienen un índice glucémico bajo, por ende, pueden inhibir el aumento de azúcar en sangre después de una comida. 

“Hay alimentos que tienen un índice glucémico alto y bajo, otros tienen índice calórico alto y bajo. Las calorías son la cantidad de energía que te aporta un alimento, la glucemia es la cantidad de azúcar que ese alimento tiene capaz de convertirse en caloría”,  explicó el médico Aníbal Acuña.

Dentro de las propiedades de la malanga está la vitamina B6 y E que son especialmente importante para los problemas del corazón, además colaboran de forma especial en la protección de la piel, por lo que son ampliamente recomendados. 

Para el año 2019 la Federación Internacional de Diabetes registró que 463 mil millones de personas en el mundo padecen esta enfermedad. En Colombia, para ese mismo año, 3 de cada 100 personas son diabéticas. Para 2020 en el Cesar se rastreó una población diabética del 6.6 % y más de la mitad lo desconoce. 

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UNA DIETA PARA LA DIABETES 

Este martes, por medio de una rueda de prensa, el médico especialista en medicina interna de Valledupar, Aníbal Acuña Martínez, expuso su investigación, la cual tardó 10 años en hacer, sobre el beneficio de una dieta de índice glicémico bajo para alcanzar mejores niveles de hemoglobina glicosilada en pacientes diabéticos tipo 2. 

En dicho estudio participaron 360 personas diagnosticadas con diabetes melitus, las cuales al finalizar la investigación obtuvieron resultados satisfactorios, según ellos mismos lo calificaron. El estudio muestra que un paciente diabético con tratamiento establecido mejorará el control glucémico y a futuro evitará que muera la célula beta pancreática, que es productora de insulina; por tanto, la dieta estructurada por el médico, asegura, revierte la diabetes. 

La dieta consiste en desayunar avena en hojuelas en agua o tortillas de huevo; malanga o ñame al dente cocinados a vapor, que no queden muy blandos, acompañados con huevos, queso, carne de res, cerdo y pescado. Cualquiera de las tres opciones (ñame, malanga o avena) son una buena opción para iniciar el día de manera saludable. 

Para la hora del almuerzo se debe reemplazar el arroz por arvejas, frijol cabecita negra, lentejas o garbanzos; si la persona sufre de colón se recomienda remojar los granos y retirar las capaz que suban a la superficie del agua; la dieta de índice glicémico bajo para personas diabéticas tipo 2 incluye todas las hortalizas menos la zanahoria y la remolacha (en caso de consumir ensaladas). 

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Melón, papaya, manzana verde, pollo, pescado y lomo de cerdo son los alimentos que contiene la cena de la mencionada dieta. El médico recomienda eliminar de la alimentación la yuca, banano, galletas, pan integral y arepas de maíz, ya que esta última contiene altos niveles de azúcar en su composición y al cocinarlos se concentra y eleva la glicemia. 

“Sí usted estructura su propia dieta con alimentos de índice glucémico bajo va a controlar diabetes tipo 2, obesidad y colesterol. Para los pacientes con diabetes tipo 1 si utiliza la dieta de índice glucémico bajo lo que se hace es una estabilización de la glucemia y con esto se evita que haya variabilidad glucémica que puede causar perjuicios”,  indicó el especialista.

Este tratamiento, según dijo Acuña Martínez, dará resultados en 3 meses; claramente no se podrá suspender el medicamento, por tanto es necesario que se mantenga una estricta comunicación con el profesional  de la salud que lleve su caso. 

En la  rueda de prensa explicó además que no solo  es beneficioso para la  salud, sino también para la economía de las personas, ya que el costo de los tubérculos es bajo y con un kilo se podrá porcionar para comer 4 veces, por tanto los pacientes evidenciarán un ahorro del 30 %.  

A Rosalba Mejía el 8 de octubre del 2020 le diagnosticaron diabetes y estuvo hospitalizada una semana, pero durante lo corrido de este año aplicó la dieta del médico Acuña y le funcionó. “Para donde iba era con mi mochilita llena de ñame, malanga o avena. Yo les digo a todos que hagan la dieta, yo me he dado cuenta que eso me ha salvado, he rebajado hasta 16 kilos”, acotó.

Por: KETTY GUTIÉRREZ MAESTRE/EL PILÓN 

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