Son 56 comunidades de esta etnia asentadas en Cesar, La Guajira y Magdalena que trabajan para reconstruir su tejido social luego de los embates sufridos en el marco del conflicto.
El pueblo Wiwa hace parte de las cuatro etnias que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta y que ha sido afectado por el conflicto armado, por lo cual sus indígenas como víctimas piden al gobierno que haga una reparación integral en sus comunidades.
Esta etnia sufrió asesinatos selectivos, masacres, desapariciones, amenazas, hostigamientos, torturas y otros abusos por parte de los grupos armados ilegales. Varios líderes y comunidades fueron declarados objetivo militar por parte de los grupos armados que violaron sus derechos fundamentales y causaron el desplazamiento de varios núcleos familiares.
Aunque ya tenían incursiones de la guerrilla, miembros de la comunidad cuentan que todo se agravó a partir del 2001, cuando las acciones violentas desencadenaron en asesinato de líderes, desapariciones, quema de viviendas, desplazamientos y reclutamientos. Esto provocó que familias enteras que dejaran sus tierras para salvar sus vidas, lo cual generó que se desprendieran de sus raíces culturales y tuvieran que adaptarse a malas condiciones de vida en los lugares de llegada.
Tradicionalmente los lugares de origen del pueblo indígena Wiwa son Atshintukua, Marocazo y Guamaka. Sin embargo, desde la década de los 60 esta comunidad ha estado dividida geográficamente en los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena, donde hoy esperan una reparación colectiva para reconstruir su tejido social que rompieron los grupos armados: Farc, AUC y Ejército.
En el 2012, la Unidad de Atención y Reparación Integral de Víctimas territorial Cesar y La Guajira inició los primeros acercamientos con las comunidades wiwas y luego hizo varias jornadas y reuniones para avanzar en el proceso de reparación. Hoy están a la espera de la notificación de la reparación colectiva.
“Nosotros hicimos una reunión donde logramos encontrar la comprensión y la capacidad de los líderes para firmar las actas de voluntariedad por los cabildos gobernadores en los tres departamentos”, dijo Juana Ramírez, directora de la Unidad.
Según la funcionaria, estas comunidades venían trabajando su reparación colectiva con un enfoque distinto; se estaban implementando las declaraciones por comunidades, mientras el tiempo avanzaba y la vigencia de los decretos étnicos llegaba a término.
“Por esta razón, así como para poder mantener la unidad de las acciones respetando sus usos y costumbres, no es tan fácil lograrlo cuando se tienen tres departamentos donde no se tiene la misma visión de esas comunidades. Nosotros después de explorar y avanzar en el proceso de reparación de algunas comunidades como Laguna y Limón con el ejercicio que veníamos haciendo con los líderes del pueblo, llegamos a la conclusión de que sería importante tratar de unificar la idea que se tenía de reparación colectiva y que en vez de hacerlo por comunidades lo pudiéramos hacer como pueblo Wiwa y que fuera más integral con el fin de que su manejo fuera adecuado a los sueños de sus gobernantes”, acotó.
Desde ese momento, se inició ese proceso para reconstruir ese tejido social roto por las balas de los grupos violentos y en julio se logró hacer una reunión en la capital Wiwa. Anterior a esto se había hecho un acercamiento, visitas e inclusos unos proyectos de generación de ingresos en las comunidades de Laguna y Limón.
La Unidad asegura que para este proceso de reparación colectiva han contado con la voluntad de las autoridades y los líderes indígenas que han sido muy abiertos e interesados en que el Estado pueda llegar a resarcir en la medida de las posibilidades, ese daño que les ocasionó la guerra a las comunidades.
“Nosotros como indígenas dejamos claro que la paz es necesaria en el país porque con el conflicto los perjudicados somos las comunidades, por eso hacemos un llamado a la reconciliación “, dijo Alejandrina Pastor Gil, miembro de la etnia.
Hoy los wiwas no solo esperan que el proceso de reparación termine y las familias vuelvan a estar unidas como antes del conflicto, que recuperen por completo sus actividades económicas y sean ejemplo de resiliencia.
El pueblo Wiwa se encuentra dividido en 56 comunidades asentadas en tres departamentos.
Cesar: Ahuyamal, Bernaka, Cherua, Konchurua, Surimena, Villarrueda, El Cerro, Rongoy, Piedra Liza, Dungakare, Sabana de Higuerón, Pozo Humo, Simka y Las Mercedes.
La Guajira: Potrerito, Sabana Grande, Atshintukua, El Machín, Ulago, Sabana de Joaquina, Simimke, Marokazo, El Limón, El Caney, Loma del Potrero, La Peña de los Indios, Piloncito, La Sierrita, Limoncito, Barcino, La Rinconá, Dukujka, Bunkuamake, Theyune, Gostemke, Burrungaga, Colorado, Limón San Juan, El Rincón, Riohacha casco urbano, Copa de Nieve, Pondorito, Naranjal, Corbal, Arimaka, Sanayi, Contadero, Guamaka, La Laguna, Kunshamake, Danaye, Güikumake, Gomake.
Magdalena: Goshei/El Encanto, Shemakumake, Danaye, Güimke, Rumangaga.
2012
* El 27 y 28 se octubre se realizó el primer encuentro de acercamiento con las autoridades del pueblo Wiwa en Riohacha. Aclarando que en un principio el proceso se adelantaba con las comunidades de Limón y Laguna; además se trabajaba simultáneamente en el proceso de retornos y reubicaciones.
2013
* Los días 11, 12 y 13 de marzo se realizó una visita a las comunidades wiwas de Limón y La Laguna, donde se socializó el protocolo de retornos y reubicaciones y se hizo el levantamiento del estado actual y necesidades respecto a mínimos vitales.
* En octubre y noviembre se adelantaron dos jornadas de identificación en las comunidades de la cuenca de los ríos Jerez y Tapias, que pertenecen a los municipios de Riohacha y Dibulla. Esto se desarrolló con reuniones previas con los líderes de las comunidades wiwas, funcionarios de las alcaldías, Registraduría Nacional, Icbf y la Unidad de víctimas.
* Poco tiempo después se adelantó la actualización de novedades y validación del total de miembros y núcleos que conforman las comunidades indígenas de Limón y la Laguna en la Sierra Nevada de Santa Marta, esto con el fin de facilitar el acceso de estos núcleos familiares a las diferentes ofertas institucionales dirigidas a víctimas.
2014
* El 21 de enero se realizó la reunión con la delegación wiwa para La Guajira y líderes de las familias afectadas por desplazamientos, asentadas en Riohacha, cuyo propósito era propiciar acercamientos con estas comunidades y definir algunas acciones inmediatas concertadas, para involucrarlas en el proceso general de construcción del plan de reparación colectiva.
* Del 16 al 19 de febrero la Unidad de Víctimas y la Organización Integral para las Migraciones en sus diferentes accionares, adelantaron reunión con la comunidad con el propósito de conocer y priorizar diferentes proyectos que sirvieran para el mejoramiento de las condiciones de vida y hábitat de la comunidad wiwa.
* El 25 de marzo se firmó el acta 001 e instalación del plan de salvaguarda del pueblo wiwa con la participación de los mamos, delegados del Ministerio del Interior, Centro de Memoria Histórica, Alcaldía de Santa Marta, Oficina de Asuntos Indígenas de Riohacha, Icbf, Sena, Unidad de Víctimas y Defensoría del Pueblo. Este evento permitió presentar la contextualización de las comunidades pertenecientes a la comunidad wiwa del resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco.
* Aproximadamente 90 núcleos familiares accedieron al convenio interadministrativo Nº 1615 de 2013, para el fortalecimiento a la reparación integral a las víctimas del desplazamiento forzado para la atención de 600 familias en los municipios de Riohacha, San Juan del Cesar y Dibulla.
* El 22 de junio se realizó una reunión con el cabildo gobernador con el fin de socializar avances y concertar un plan de trabajo con las comunidades, acordando que inicialmente se desarrollarían jornadas integrales para posibilitar que la población declarara individualmente ante el Ministerio Público y recibiera las orientaciones pertinentes por parte de la Unidad. Igualmente se aclaró que en dichas jornadas se abordaría primero al Cesar y luego a La Guajira.
2015
* Durante las primeras semanas de julio se presentaron las matrices de las comunidades de Laguna y Limón a entidades y comunidades con el fin de ajustar el plan retorno.
* Se apoyó la formulación y gestión para la radicación en el marco del plan de prevención, así como el proyecto de seguridad alimentaria para las comunidades de Limón y Laguna con el fin de implementar la cría y levante de ovino unipropósito para el mejoramiento de la seguridad alimentaria de la población indígena.
* Del 24 al 28 de agosto se realizaron jornadas de atención y orientación en los corregimientos de La Mina y Patillal, donde se brindaron orientaciones a las víctimas wiwas sobre temas referentes a la reparación individual, tales como asistencia humanitaria, registro, novedades y rutas de pago.
* Se trabajó en alianza con la defensoría del Pueblo en las socialización del Decreto Ley 4633, conformación del grupo de apoyo y construcción de la línea de tiempo de hechos victimizantes con la comunidad wiwa de La Peña de los Indios.
2016
* El 6 de mayo de 2016 se realizó una asamblea general en Atshintukua donde se obtuvo como producto el acta de voluntariedad firmada por los cabildos gobernadores para el Cesar, Magdalena y La Guajira, y los comisarios de los asentamientos que conforman el pueblo indígena, consolidando así un único sujeto de reparación colectiva. Además se obtuvo el acta de conformación de grupo de apoyo y acompañamiento.
Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]
Son 56 comunidades de esta etnia asentadas en Cesar, La Guajira y Magdalena que trabajan para reconstruir su tejido social luego de los embates sufridos en el marco del conflicto.
El pueblo Wiwa hace parte de las cuatro etnias que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta y que ha sido afectado por el conflicto armado, por lo cual sus indígenas como víctimas piden al gobierno que haga una reparación integral en sus comunidades.
Esta etnia sufrió asesinatos selectivos, masacres, desapariciones, amenazas, hostigamientos, torturas y otros abusos por parte de los grupos armados ilegales. Varios líderes y comunidades fueron declarados objetivo militar por parte de los grupos armados que violaron sus derechos fundamentales y causaron el desplazamiento de varios núcleos familiares.
Aunque ya tenían incursiones de la guerrilla, miembros de la comunidad cuentan que todo se agravó a partir del 2001, cuando las acciones violentas desencadenaron en asesinato de líderes, desapariciones, quema de viviendas, desplazamientos y reclutamientos. Esto provocó que familias enteras que dejaran sus tierras para salvar sus vidas, lo cual generó que se desprendieran de sus raíces culturales y tuvieran que adaptarse a malas condiciones de vida en los lugares de llegada.
Tradicionalmente los lugares de origen del pueblo indígena Wiwa son Atshintukua, Marocazo y Guamaka. Sin embargo, desde la década de los 60 esta comunidad ha estado dividida geográficamente en los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena, donde hoy esperan una reparación colectiva para reconstruir su tejido social que rompieron los grupos armados: Farc, AUC y Ejército.
En el 2012, la Unidad de Atención y Reparación Integral de Víctimas territorial Cesar y La Guajira inició los primeros acercamientos con las comunidades wiwas y luego hizo varias jornadas y reuniones para avanzar en el proceso de reparación. Hoy están a la espera de la notificación de la reparación colectiva.
“Nosotros hicimos una reunión donde logramos encontrar la comprensión y la capacidad de los líderes para firmar las actas de voluntariedad por los cabildos gobernadores en los tres departamentos”, dijo Juana Ramírez, directora de la Unidad.
Según la funcionaria, estas comunidades venían trabajando su reparación colectiva con un enfoque distinto; se estaban implementando las declaraciones por comunidades, mientras el tiempo avanzaba y la vigencia de los decretos étnicos llegaba a término.
“Por esta razón, así como para poder mantener la unidad de las acciones respetando sus usos y costumbres, no es tan fácil lograrlo cuando se tienen tres departamentos donde no se tiene la misma visión de esas comunidades. Nosotros después de explorar y avanzar en el proceso de reparación de algunas comunidades como Laguna y Limón con el ejercicio que veníamos haciendo con los líderes del pueblo, llegamos a la conclusión de que sería importante tratar de unificar la idea que se tenía de reparación colectiva y que en vez de hacerlo por comunidades lo pudiéramos hacer como pueblo Wiwa y que fuera más integral con el fin de que su manejo fuera adecuado a los sueños de sus gobernantes”, acotó.
Desde ese momento, se inició ese proceso para reconstruir ese tejido social roto por las balas de los grupos violentos y en julio se logró hacer una reunión en la capital Wiwa. Anterior a esto se había hecho un acercamiento, visitas e inclusos unos proyectos de generación de ingresos en las comunidades de Laguna y Limón.
La Unidad asegura que para este proceso de reparación colectiva han contado con la voluntad de las autoridades y los líderes indígenas que han sido muy abiertos e interesados en que el Estado pueda llegar a resarcir en la medida de las posibilidades, ese daño que les ocasionó la guerra a las comunidades.
“Nosotros como indígenas dejamos claro que la paz es necesaria en el país porque con el conflicto los perjudicados somos las comunidades, por eso hacemos un llamado a la reconciliación “, dijo Alejandrina Pastor Gil, miembro de la etnia.
Hoy los wiwas no solo esperan que el proceso de reparación termine y las familias vuelvan a estar unidas como antes del conflicto, que recuperen por completo sus actividades económicas y sean ejemplo de resiliencia.
El pueblo Wiwa se encuentra dividido en 56 comunidades asentadas en tres departamentos.
Cesar: Ahuyamal, Bernaka, Cherua, Konchurua, Surimena, Villarrueda, El Cerro, Rongoy, Piedra Liza, Dungakare, Sabana de Higuerón, Pozo Humo, Simka y Las Mercedes.
La Guajira: Potrerito, Sabana Grande, Atshintukua, El Machín, Ulago, Sabana de Joaquina, Simimke, Marokazo, El Limón, El Caney, Loma del Potrero, La Peña de los Indios, Piloncito, La Sierrita, Limoncito, Barcino, La Rinconá, Dukujka, Bunkuamake, Theyune, Gostemke, Burrungaga, Colorado, Limón San Juan, El Rincón, Riohacha casco urbano, Copa de Nieve, Pondorito, Naranjal, Corbal, Arimaka, Sanayi, Contadero, Guamaka, La Laguna, Kunshamake, Danaye, Güikumake, Gomake.
Magdalena: Goshei/El Encanto, Shemakumake, Danaye, Güimke, Rumangaga.
2012
* El 27 y 28 se octubre se realizó el primer encuentro de acercamiento con las autoridades del pueblo Wiwa en Riohacha. Aclarando que en un principio el proceso se adelantaba con las comunidades de Limón y Laguna; además se trabajaba simultáneamente en el proceso de retornos y reubicaciones.
2013
* Los días 11, 12 y 13 de marzo se realizó una visita a las comunidades wiwas de Limón y La Laguna, donde se socializó el protocolo de retornos y reubicaciones y se hizo el levantamiento del estado actual y necesidades respecto a mínimos vitales.
* En octubre y noviembre se adelantaron dos jornadas de identificación en las comunidades de la cuenca de los ríos Jerez y Tapias, que pertenecen a los municipios de Riohacha y Dibulla. Esto se desarrolló con reuniones previas con los líderes de las comunidades wiwas, funcionarios de las alcaldías, Registraduría Nacional, Icbf y la Unidad de víctimas.
* Poco tiempo después se adelantó la actualización de novedades y validación del total de miembros y núcleos que conforman las comunidades indígenas de Limón y la Laguna en la Sierra Nevada de Santa Marta, esto con el fin de facilitar el acceso de estos núcleos familiares a las diferentes ofertas institucionales dirigidas a víctimas.
2014
* El 21 de enero se realizó la reunión con la delegación wiwa para La Guajira y líderes de las familias afectadas por desplazamientos, asentadas en Riohacha, cuyo propósito era propiciar acercamientos con estas comunidades y definir algunas acciones inmediatas concertadas, para involucrarlas en el proceso general de construcción del plan de reparación colectiva.
* Del 16 al 19 de febrero la Unidad de Víctimas y la Organización Integral para las Migraciones en sus diferentes accionares, adelantaron reunión con la comunidad con el propósito de conocer y priorizar diferentes proyectos que sirvieran para el mejoramiento de las condiciones de vida y hábitat de la comunidad wiwa.
* El 25 de marzo se firmó el acta 001 e instalación del plan de salvaguarda del pueblo wiwa con la participación de los mamos, delegados del Ministerio del Interior, Centro de Memoria Histórica, Alcaldía de Santa Marta, Oficina de Asuntos Indígenas de Riohacha, Icbf, Sena, Unidad de Víctimas y Defensoría del Pueblo. Este evento permitió presentar la contextualización de las comunidades pertenecientes a la comunidad wiwa del resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco.
* Aproximadamente 90 núcleos familiares accedieron al convenio interadministrativo Nº 1615 de 2013, para el fortalecimiento a la reparación integral a las víctimas del desplazamiento forzado para la atención de 600 familias en los municipios de Riohacha, San Juan del Cesar y Dibulla.
* El 22 de junio se realizó una reunión con el cabildo gobernador con el fin de socializar avances y concertar un plan de trabajo con las comunidades, acordando que inicialmente se desarrollarían jornadas integrales para posibilitar que la población declarara individualmente ante el Ministerio Público y recibiera las orientaciones pertinentes por parte de la Unidad. Igualmente se aclaró que en dichas jornadas se abordaría primero al Cesar y luego a La Guajira.
2015
* Durante las primeras semanas de julio se presentaron las matrices de las comunidades de Laguna y Limón a entidades y comunidades con el fin de ajustar el plan retorno.
* Se apoyó la formulación y gestión para la radicación en el marco del plan de prevención, así como el proyecto de seguridad alimentaria para las comunidades de Limón y Laguna con el fin de implementar la cría y levante de ovino unipropósito para el mejoramiento de la seguridad alimentaria de la población indígena.
* Del 24 al 28 de agosto se realizaron jornadas de atención y orientación en los corregimientos de La Mina y Patillal, donde se brindaron orientaciones a las víctimas wiwas sobre temas referentes a la reparación individual, tales como asistencia humanitaria, registro, novedades y rutas de pago.
* Se trabajó en alianza con la defensoría del Pueblo en las socialización del Decreto Ley 4633, conformación del grupo de apoyo y construcción de la línea de tiempo de hechos victimizantes con la comunidad wiwa de La Peña de los Indios.
2016
* El 6 de mayo de 2016 se realizó una asamblea general en Atshintukua donde se obtuvo como producto el acta de voluntariedad firmada por los cabildos gobernadores para el Cesar, Magdalena y La Guajira, y los comisarios de los asentamientos que conforman el pueblo indígena, consolidando así un único sujeto de reparación colectiva. Además se obtuvo el acta de conformación de grupo de apoyo y acompañamiento.
Andreina Bandera / EL PILÓN
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