Una angosta calle por donde circulan constantemente los estudiantes de la Universidad Popular del Cesar y habitantes del sector, se convirtió en la escombrera de la urbanización La Cabaña, al suroccidente de Valledupar.

En ese lugar, en inmediaciones de la UPC, son arrojadas toda clase de basuras, principalmente residuos de construcción, además de colchonetas deterioradas y sillas en mal estado. Y como si fuera poco, a esta grave problemática ambiental, que imposibilita el libre acceso a la zona, se le adiciona la presencia de delincuentes que se resguardan bajo los árboles frondosos existentes en la vía.

La preocupación de los moradores y también de estudiantes pensionados en el sector, es la falta de patrullaje por parte de la Policía, que pese a tener un Centro de Atención Inmediata cercano, como lo es el CDV, poco se observan uniformados durante el día o la noche.

“La Policía muy poco pasa por aquí, el alumbrado es poco y por lo general esto es una guarida de ladrones y tipo siete de la noche todo el mundo está encerrado”, enfatizó Carlos Mario Daza, vecino de la zona.

María Díaz, residente de la urbanización, afirmó que la calle que hoy es un botadero de basura, se convirtió en refugio de consumidores de sustancias alucinógenas, que a partir de las 6:00 de la tarde se adueñan del lugar y cometen actos ilícitos, donde los principales afectados son los universitarios, quienes deben transitar con precaución por la vía poco iluminada.

“Estamos preocupados porque que el parque parece un potrero y la calle un escondite de ladrones”, dijo María Díaz.

Sumidos en el olvido

Pese a que la urbanización es pequeña, porque solo cuenta con una manzana, poco o nada es lo que han realizado las administraciones de turno en este lugar, según denunciaron los habitantes, que argumentaron que desde hace 12 años el municipio no interviene en el mejoramiento de la calidad de vida de los residentes.

Mary Betancourt, presidente de la Junta de Acción Comunal de La Cabaña, indicó que desde el 2002 los mandatarios de turno no aportan un solo peso para la urbanización, hecho que se evidencia en el mal estado que presenta el lugar donde funcionaba un parque, en el que los pequeños deben jugar fútbol con maderos o tierra debido a que los juegos están muy deteriorados, que en lugar de elementos de distracción se convirtieron en un peligro para los pequeños.

Puntos de vista:

David Viña, habitante:

“La seguridad en el sector es bastante complicada, la Policía ha hecho caso omiso al llamado que ha hecho la comunidad. Los casos se incrementan en tiempo escolar”.

Linda Santiago Brito, líder comunal de la urbanización:

“Me gustaría que los funcionarios públicos hicieran presencia aquí y por eso hago una convocatoria a los habitantes para que también se unan a este llamado, así como también a la Policía”.

Por: Merlin Duarte García/El Pilón

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