La soledad reina en el parque y la plazoleta de la urbanización Altagracia, en el noroccidente de Valledupar, al parecer como resultado del olvido estatal.
La soledad reina en el parque y la plazoleta de la urbanización Altagracia, en el noroccidente de Valledupar, al parecer como resultado del olvido estatal; a la gente le da miedo ir allí porque pueden ser víctima de un atraco, los juegos didácticos están destrozados por las malas prácticas de algunos ciudadanos y la desidia de los mandatarios de turno que no invierten para restaurarlos.
“Aquí la gente llega y de inmediato es abordado por dos o tres tipos a pie, o en bicicleta. Este es un sitio que queda como aislado, escogido estratégicamente por los viciosos”, dijo Raúl Águeda, un comerciante del sector que ha contado conocido de más de 260 atracos en ese escenario.
Un valiente vendedor de avisos de minutos hace guardia, le ha tocado intervenir para que no se hagan efectivos los atracos a los desprevenidos transeúntes, tanto que ha puesto en riesgo su vida, al ser atacado por los delincuentes.
“Son puros pelaitos menores, que se meten en motos. Esos paran armados, mientras que los de a pie o bicicleta utilizan navajas”, advirtió.
Ante el desolador panorama, la comunidad pide a las autoridades inversión para el parque y controles para disminuir la inseguridad que tiene a los moradores de Altagracia viendo hacia el parque encerrados en sus viviendas.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
[email protected]
La soledad reina en el parque y la plazoleta de la urbanización Altagracia, en el noroccidente de Valledupar, al parecer como resultado del olvido estatal.
La soledad reina en el parque y la plazoleta de la urbanización Altagracia, en el noroccidente de Valledupar, al parecer como resultado del olvido estatal; a la gente le da miedo ir allí porque pueden ser víctima de un atraco, los juegos didácticos están destrozados por las malas prácticas de algunos ciudadanos y la desidia de los mandatarios de turno que no invierten para restaurarlos.
“Aquí la gente llega y de inmediato es abordado por dos o tres tipos a pie, o en bicicleta. Este es un sitio que queda como aislado, escogido estratégicamente por los viciosos”, dijo Raúl Águeda, un comerciante del sector que ha contado conocido de más de 260 atracos en ese escenario.
Un valiente vendedor de avisos de minutos hace guardia, le ha tocado intervenir para que no se hagan efectivos los atracos a los desprevenidos transeúntes, tanto que ha puesto en riesgo su vida, al ser atacado por los delincuentes.
“Son puros pelaitos menores, que se meten en motos. Esos paran armados, mientras que los de a pie o bicicleta utilizan navajas”, advirtió.
Ante el desolador panorama, la comunidad pide a las autoridades inversión para el parque y controles para disminuir la inseguridad que tiene a los moradores de Altagracia viendo hacia el parque encerrados en sus viviendas.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
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