El Dane reveló la variación anual del Índice de Precios al Consumidor, IPC, para el mes de febrero. Según el reporte, del mes de febrero de 2021 al mismo mes del 2022, el costo de vida en Colombia aumentó un 8,01%. De los más altos en la última década.
El 2021 fue un año desafiante y cargado de crudos momentos (protestas y paros) que alteraron algunas proyecciones, como la inflación.
El Dane reveló la variación anual del Índice de Precios al Consumidor, IPC, para el mes de febrero. Según el reporte, del mes de febrero de 2021 al mismo mes del 2022, el costo de vida en Colombia aumentó un 8,01%. De los más altos en la última década.
Pero mirar este fenómeno desde un enfoque nacional es simplista. El mundo, hoy agitado por la guerra, viene de eventos que alteran la cotidianidad de las personas en todo el mundo.
Por ejemplo, aunque creamos que “son eventos lejanos”, por nuestra dependencia a los alimentos importados, en Valledupar los precios al por menor de los principales bienes y servicios aumentaron un 9,61 % respecto al mes de febrero del 2021.
Peor aún: según el Dane, en Valledupar aumentaron un 27 % los precios de los alimentos. Como explicamos en nuestras páginas, un producto que costaba $1.000, pasó a tener un precio de $1.270. Por ejemplo, un kilo de carne por el que se pagaba $17.000 en febrero del 2021, pasó a costar $21.590 en el mismo mes del 2022.
Rememorando, recordamos cuando Fenalco- Cesar, se mostró preocupada por la debilidad de Valledupar respecto a las alteraciones inesperadas en la producción y cadena de los alimentos.
El gremio consideró que para evitar la escasez, la cual incentiva el aumento de precios, Mercabastos debe cumplir “la función de acopiar y garantizar suministro, ya que por esa vía se regularía el precio de la canasta básica familiar, cosa que no se está cumpliendo debido a que Mercabastos se convirtió en un mercado minorista, es decir, no existe diferencia en comprar un bulto o una libra”.
Ahora, la guerra en Ucrania, uno de los principales exportadores de fertilizantes en el mundo. Ya lo sufrimos hace pocos meses cuando en el mundo se multiplicó el valor de ellos esenciales para la producción de alimentos. La responsabilidad recae sobre el Gobierno.
Está bien que es imposible empezar a producirlos aquí de un día para otro, pero apostemos por la ciencia. Nuestra dependencia cuesta.
También debemos preguntarnos ¿cuál es nuestra capacidad real en la región de producir los alimentos que la población requiere? Es hora de examinar, hacer un apropiado diagnóstico e implementar las recomendaciones pertinentes entre la empresa, los agricultores; la universidad y centros de investigación y el gobierno y las instituciones públicas, bajo un liderazgo efectivo que por estos lares, desafortunadamente, no se ve.
La diáspora de las mujeres
Diana Fernández en el diario español El Economista ayer, “Ucrania, La Diáspora de las mujeres “nos dice que “las mujeres representan el sufrimiento, el estoicismo, la resiliencia. Los crímenes de guerra contra las mujeres son los más atroces, en cuanto no solo son físicos sino morales, siendo la violación como arma de guerra, la más abyecta indignidad. Por ello, la labor de retaguardia y logística de las mujeres pugna con el gran exilio, del que junto a los menores y ancianos que puedan desplazarse, están creando, por millones, una pléyade de refugiadas”.
Recordamos principalmente a esas mujeres víctimas de la violencia sin fin de Colombia.
El Dane reveló la variación anual del Índice de Precios al Consumidor, IPC, para el mes de febrero. Según el reporte, del mes de febrero de 2021 al mismo mes del 2022, el costo de vida en Colombia aumentó un 8,01%. De los más altos en la última década.
El 2021 fue un año desafiante y cargado de crudos momentos (protestas y paros) que alteraron algunas proyecciones, como la inflación.
El Dane reveló la variación anual del Índice de Precios al Consumidor, IPC, para el mes de febrero. Según el reporte, del mes de febrero de 2021 al mismo mes del 2022, el costo de vida en Colombia aumentó un 8,01%. De los más altos en la última década.
Pero mirar este fenómeno desde un enfoque nacional es simplista. El mundo, hoy agitado por la guerra, viene de eventos que alteran la cotidianidad de las personas en todo el mundo.
Por ejemplo, aunque creamos que “son eventos lejanos”, por nuestra dependencia a los alimentos importados, en Valledupar los precios al por menor de los principales bienes y servicios aumentaron un 9,61 % respecto al mes de febrero del 2021.
Peor aún: según el Dane, en Valledupar aumentaron un 27 % los precios de los alimentos. Como explicamos en nuestras páginas, un producto que costaba $1.000, pasó a tener un precio de $1.270. Por ejemplo, un kilo de carne por el que se pagaba $17.000 en febrero del 2021, pasó a costar $21.590 en el mismo mes del 2022.
Rememorando, recordamos cuando Fenalco- Cesar, se mostró preocupada por la debilidad de Valledupar respecto a las alteraciones inesperadas en la producción y cadena de los alimentos.
El gremio consideró que para evitar la escasez, la cual incentiva el aumento de precios, Mercabastos debe cumplir “la función de acopiar y garantizar suministro, ya que por esa vía se regularía el precio de la canasta básica familiar, cosa que no se está cumpliendo debido a que Mercabastos se convirtió en un mercado minorista, es decir, no existe diferencia en comprar un bulto o una libra”.
Ahora, la guerra en Ucrania, uno de los principales exportadores de fertilizantes en el mundo. Ya lo sufrimos hace pocos meses cuando en el mundo se multiplicó el valor de ellos esenciales para la producción de alimentos. La responsabilidad recae sobre el Gobierno.
Está bien que es imposible empezar a producirlos aquí de un día para otro, pero apostemos por la ciencia. Nuestra dependencia cuesta.
También debemos preguntarnos ¿cuál es nuestra capacidad real en la región de producir los alimentos que la población requiere? Es hora de examinar, hacer un apropiado diagnóstico e implementar las recomendaciones pertinentes entre la empresa, los agricultores; la universidad y centros de investigación y el gobierno y las instituciones públicas, bajo un liderazgo efectivo que por estos lares, desafortunadamente, no se ve.
La diáspora de las mujeres
Diana Fernández en el diario español El Economista ayer, “Ucrania, La Diáspora de las mujeres “nos dice que “las mujeres representan el sufrimiento, el estoicismo, la resiliencia. Los crímenes de guerra contra las mujeres son los más atroces, en cuanto no solo son físicos sino morales, siendo la violación como arma de guerra, la más abyecta indignidad. Por ello, la labor de retaguardia y logística de las mujeres pugna con el gran exilio, del que junto a los menores y ancianos que puedan desplazarse, están creando, por millones, una pléyade de refugiadas”.
Recordamos principalmente a esas mujeres víctimas de la violencia sin fin de Colombia.