Mientras que un número significativo de arhuacos continúan reunidos en el asentamiento de Nabusímake decidiendo el futuro de la comunidad, el gobernador saliente José Arroyo,  junto a varios compañeros, envió un documento con copia a la Procuraduría General de la Nación denunciando presuntos hechos de corrupción alrededor de la EPS indígena Dusakawi, cuya sede principal se encuentra localizada en Valledupar.

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Los firmantes solicitan que la entidad indígena sea supervisada por la Superintendencia de Salud, el Ministerio del Interior, además investigada en su funcionamiento por la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía por unas supuestas series de irregularidades que se presentan en 10 empresas con las que tiene contrataciones.

“Sospechamos, puesto que poseemos indicios y pruebas, que las mencionadas empresas, sus representantes legales y/o responsables, han venido legalizando recursos sin prestar los servicios contratados, entre otras palabras, han incurrido en lavado de activos”, reza el documento conocido por EL PILÓN.

Agrega que es necesario que investiguen las relaciones de facturación de prestación de servicio con respecto a los beneficiarios, los informes de cuentas bancarias frente a los bienes de los representantes de las empresas,  cambios en la estructura organizacional y de dirección realizados durante el segundo semestre de 2019 y el primero de 2020 y listado de ordenadores de gasto, entre otros.

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A pesar que evidentemente el mandato de Arroyo Izquierdo culminó después de estar por más de seis años como representante político de la comunidad y ser elegido como nuevo gobernador Zarwawiko Torres Torres, él insiste en que Torres asumiría para tapar los hechos de corrupción.

Finalmente en la denuncia se habla de dos empresas fantasmas identificadas como IPS Salud Integral Guatapurí y Materiales Teposka.

¿CORTINA DE HUMO?

 No obstante, miembros arhuacos que se mostraron de acuerdo con la elección de Zarwawiko Torres  en Nabusímake comunicaron que todo lo realizado por  José Arroyo hace parte de una estrategia para aferrarse al cargo que todavía no quiere entregar.

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En una carta conocida por este medio de comunicación, Reynaldo Izquierdo y Hermes Torres, quienes acompañaron al gobernador Arroyo, lo invitaron a considerar las posiciones y usar el dialogo.