A pesar de la discordia y tensión que todavía existe sobre la elección del máximo gobernador del pueblo arhuaco, el representante saliente José Arroyo Izquierdo, volvió a la casa indígena, la mañana del viernes, tras el percance sufrido con unos semaneros el pasado 14 de agosto.

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 Su regreso lo hizo luego de una reunión que sostuvo su abogado, Luis Alfonso Freite Mendoza, con el Departamento de Policía Nacional Cesar y miembros de las administraciones públicas del departamento, en la que solicitó que  implementaran medidas de protección a favor de la seguridad e integridad de Arroyo Izquierdo.

Según el jurista, en el encuentro las autoridades policiales se comprometieron a realizar contantemente patrullajes de acompañamiento a Arroyo para su tranquilidad.

“De ahí se tomó la decisión,  por recomendación de los mamos y otras autoridades que respaldan al cabildo, de trasladarse a Valledupar alrededor de 25 o 30 representantes de las comunidades indígena para acompañar al cabildo, dándole un parte de tranquilidad a la comunidad de que sigue siendo la autoridad del resguardo arhuaco y representante legal de la casa indígena”, afirmó Freite Mendoza.

El pueblo arhuaco es una de las etnias más grandes de Colombia pero actualmente se encuentra dividido en el ámbito  administrativo y político por la elección de su máximo representante en el territorio nacional. Mientras que un sector eligió en una asamblea de más de 300 personas a Zarwawiko Torres como nuevo gobernador, otros alegan que ese cargo lo mantiene  José María Arroyo Izquierdo, por considerar que el comité realizado entre el 7 y 8 de agosto es irregular.   

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Lo cierto es que actualmente las más de 50 regiones que conforman al pueblo arhuaco ubicadas entre los departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena, se encuentran divididas porque según explicó una líder de la comunidad, de esos nada más unos 24 asentamientos que estuvieron en la asamblea de Nabusímake apoyaron la elección de Zarwawiko Torres.

Entre tanto, el secretario de Gobierno departamental, Eduardo Campo Corrales, comunicó que respetando la independencia del pueblo están dispuestos a crear espacios de concertación.

“Nosotros como Gobernación del Cesar podemos ser garantes de la situación, facilitar un posible encuentro entre el gobierno saliente y el entrante pero son asuntos propios de la jurisdicción indígena.  Se pueden hacer espacios de concertación”, acotó Campo.