Con la posesión hoy del exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, como sobresaliente director de la Región Administrativa y de Planificación, RAP Caribe, resurge un mar de esperanzas.
Con la posesión hoy del exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, como sobresaliente director de la Región Administrativa y de Planificación, RAP Caribe, resurge un mar de esperanzas.
La RAP es una especie de liga o alianza establecida entre departamentos para conseguir objetivos de desarrollo común, su creación está autorizada por la Constitución de 1991, y desarrollada en la Ley de Regiones que fue impulsada por los gobernadores, con el acompañamiento de la Federación de Departamentos.
Acosta Medina, prolífico escritor, columnista de EL PILÓN, al tomar posesión del cargo teje todas las expectativas alrededor de su gestión, que apoyamos como un hombre de nuestro terruño provinciano.
Como ha de recordarse, el espíritu de las RAP está orientado a impulsar el desarrollo social y económico de la región Caribe, toda vez que la esencia de esta figura administrativa es viabilizar mecanismos que permitan que los departamentos del Atlántico, Bolívar, Cesar, Magdalena, Sucre, Córdoba, La Guajira y San Andrés se asocien alrededor de grandes obras y gestiones.
Acosta Medina llega precedido de apoyo unánime, que reconoció, además de sus dotes personales, su experiencia, estudios y recorrido en el manejo de la cosa pública, -en especial en el tema de energía, actualmente en el centro de la discusión regional– lo mismo que su conocimiento de la situación real de los departamentos, y es cierto de que dará altura y nivel técnico en la discusión con el gobierno y los estamentos centrales.
Es entonces un paso importante el que dará la región Caribe, adelantado en otros territorios del país como el eje cafetero y la zona andina. Por ejemplo, en Caldas, Risaralda y Quindío trabajan en la plataforma logística del eje cafetero, el reconocimiento por parte de la Unesco del Ecoparque del Nevado del Ruiz. Los departamentos de la Orinoquía y la Amazonía fomentan el ecoturismo sostenible.
Así podemos ver a nuestra RAP como la pista de aterrizaje de macroproyectos regionales, entre los que se podrían mencionar los de mayor integración vial regional; los de educación, elemento a nuestro juicio necesario y esencial para superar el atraso, la pobreza y la inequidad; de nutrición, de la primera infancia principalmente; salud pública y los de la cobertura de higiene, agua potable y saneamiento básico.
Es fundamental la dimensión de servicios públicos para la población, el medio ambiente, los niveles de competitividad de las industrias en la región y el potencial agroindustrial y agroalimentario de cara a las necesidades del propio pueblo costeño y el potencial exportable.
Contribuirá este hito a potenciar y dignificar a la Costa, a darle dimensión política, a integrar su bloque parlamentario, a acercar a sus organizaciones sociales, empresariales y universidades, y a fijar las bases de la autonomía política regional, que Acosta ha diseñado y promovido, y que hace más de un siglo en la Liga Caribe visionó el liderazgo de esta costa tropical, mestiza, negra, indígena y musical.
Con la posesión hoy del exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, como sobresaliente director de la Región Administrativa y de Planificación, RAP Caribe, resurge un mar de esperanzas.
Con la posesión hoy del exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta Medina, como sobresaliente director de la Región Administrativa y de Planificación, RAP Caribe, resurge un mar de esperanzas.
La RAP es una especie de liga o alianza establecida entre departamentos para conseguir objetivos de desarrollo común, su creación está autorizada por la Constitución de 1991, y desarrollada en la Ley de Regiones que fue impulsada por los gobernadores, con el acompañamiento de la Federación de Departamentos.
Acosta Medina, prolífico escritor, columnista de EL PILÓN, al tomar posesión del cargo teje todas las expectativas alrededor de su gestión, que apoyamos como un hombre de nuestro terruño provinciano.
Como ha de recordarse, el espíritu de las RAP está orientado a impulsar el desarrollo social y económico de la región Caribe, toda vez que la esencia de esta figura administrativa es viabilizar mecanismos que permitan que los departamentos del Atlántico, Bolívar, Cesar, Magdalena, Sucre, Córdoba, La Guajira y San Andrés se asocien alrededor de grandes obras y gestiones.
Acosta Medina llega precedido de apoyo unánime, que reconoció, además de sus dotes personales, su experiencia, estudios y recorrido en el manejo de la cosa pública, -en especial en el tema de energía, actualmente en el centro de la discusión regional– lo mismo que su conocimiento de la situación real de los departamentos, y es cierto de que dará altura y nivel técnico en la discusión con el gobierno y los estamentos centrales.
Es entonces un paso importante el que dará la región Caribe, adelantado en otros territorios del país como el eje cafetero y la zona andina. Por ejemplo, en Caldas, Risaralda y Quindío trabajan en la plataforma logística del eje cafetero, el reconocimiento por parte de la Unesco del Ecoparque del Nevado del Ruiz. Los departamentos de la Orinoquía y la Amazonía fomentan el ecoturismo sostenible.
Así podemos ver a nuestra RAP como la pista de aterrizaje de macroproyectos regionales, entre los que se podrían mencionar los de mayor integración vial regional; los de educación, elemento a nuestro juicio necesario y esencial para superar el atraso, la pobreza y la inequidad; de nutrición, de la primera infancia principalmente; salud pública y los de la cobertura de higiene, agua potable y saneamiento básico.
Es fundamental la dimensión de servicios públicos para la población, el medio ambiente, los niveles de competitividad de las industrias en la región y el potencial agroindustrial y agroalimentario de cara a las necesidades del propio pueblo costeño y el potencial exportable.
Contribuirá este hito a potenciar y dignificar a la Costa, a darle dimensión política, a integrar su bloque parlamentario, a acercar a sus organizaciones sociales, empresariales y universidades, y a fijar las bases de la autonomía política regional, que Acosta ha diseñado y promovido, y que hace más de un siglo en la Liga Caribe visionó el liderazgo de esta costa tropical, mestiza, negra, indígena y musical.