Para enfrentar la crisis del río Cesar por el vertimiento de aguas servidas en el municipio de Valledupar y otros factores asociados a la mano indiscriminada del hombre, se priorizó una inversión de 2.500 millones de pesos para un proyecto que consiste en aireación mecánica. Así lo anunció el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo Urrutia, en su reciente visita a Valledupar.

El jefe de la cartera ambiental en el país aseguró: “la primera inversión queremos hacerla sobre el río Cesar. No podemos quedarnos atrás en el desafío de las regiones, vamos a acompañar a Corpocesar y a la gobernación con el tema del río”.

Este proyecto que fue presentado por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, buscará a través de un plan piloto implementar y recuperar el afluente con tecnología novedosa. La inversión dejará diseñados los diferentes puntos que ya fueron identificados y que necesitan oxigenación para que las aguas corran continuamente sin contaminación sobre la cuenca media-baja.

“El gobernador mencionaba el río Cesar y nosotros vamos a acompañarlos en un proceso integral de la recuperación del río. Es una pequeña inversión, muy mínima para una planta de aireación, teniendo en cuenta que se deben hacer mayores inversiones pero esta es prioridad nuestra y de la corporación”, destacó el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Antes de la intervención de Luis Gilberto Murillo, el gobernador Francisco Ovalle Angarita le había pedido al alto funcionario intervenir con inversiones y así poder trabajar por el contaminado río que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta, a la altura del caserío El Limón (San Juan del Cesar, La Guajira).

“El río Cesar está contaminado porque las aguas servidas de Valledupar llegan a una laguna de oxidación, de maduración y facultativa; son 33 embalses que hoy tiene en casi 70 hectáreas utilizadas por la empresa de acueducto de Valledupar. Esas aguas vierten de manera directa, sin ningún tipo de tratamiento al río Cesar, que es la principal arteria fluvial del departamento. Imagínese usted (ministro) el grado de contaminación que no solamente está impactando al Cesar sino a otros departamentos. Necesitamos una solución en corto plazo”, exhortó Ovalle Angarita, quien se refirió además al polémico contrato que dejó el exalcalde Fredys Socarrás Reales.

“Hemos encontrado una dificultad que al finalizar el periodo de nuestro anterior alcalde, dejó concesionado y atado un contrato a través del manejo de las basuras de la ciudad con una petar, planta de tratamiento de aguas residuales, para garantizar la solución del mismo. A la fecha no hemos visto por el concesionario ningún tipo de actitud de lograr solucionar dicho problema. Se requiere del concurso del gobierno nacional y hablamos de un proyecto de más de 50.000 millones de pesos, en el que estaríamos dispuesto a aportar recursos de Ciencia y Tecnología, pero para ello se necesita el aporte del gobierno de Santos”, explicó Ovalle.

Los esquemas actuales de la planta de tratamiento El Salguero, que maneja Emdupar, son obsoletos y dejan caer al río Cesar unos 2.000 litros por segundo de aguas residuales, sumando además la extracción de material de arrastre en los municipios de San Juan del Cesar y Villanueva (La Guajira), así como en los corregimientos de Guacochito y Guacoche (Valledupar). También está el problema de concesiones de agua y la contaminación con productos químicos por el desarrollo de actividades agrícolas.

Luis Gilberto Murillo Urrutia conoció también sobre la campaña periodística ‘Miremos el río Cesar’, con la cual EL PILÓN busca crear conciencia en la comunidad y entidades gubernamentales para mejorar las condiciones del Cesar. Según el ministro de Ambiente, la iniciativa tiene gran importancia para el mundo ambiental y abre espacio de conocer puntos como el nacimiento, su recorrido y problemas actuales que no solamente sufre nuestro departamento.

“Un 60 % de las cuencas del país tienen un problema de deterioro y de contaminación, algunos generados por el conflicto, otros por actividad antrópica. La degradación de suelos en Colombia que va de manera muy acelerada está generando una gran carga de sedimento sobre todas las cuencas hidrográficas. La gran mayoría de la zona Andina y la región Caribe tienen problemas. Tenemos mucha preocupación y estamos invitando a crear un programa de recuperación de esos ecosistemas”, lamentó Murillo.

Mientras tanto el director de Corporcesar, Kaleb Villalobos Brochel, expresó su gratitud al ministro porque el proyecto fue priorizado y dejado como un hecho ante la comunidad vallenata.

Al finalizar reuniones y cumplir con sus compromisos agendados, el ministro de Ambiente en compañía del director de Corpocesar y un equipo del diario EL PILÓN, visitó el río Cesar, a la altura del puente Salguero para apreciar el vertimiento de aguas residuales que hace la empresa de servicios públicos de Valledupar, Emdupar.

La planta de tratamiento El Salguero, que maneja Emdupar, vierte al río Cesar unos 2.000 litros de agua residuales por segundo.

Minería ilegal

El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo Urrutia, en compañía de la presidenta de la Agencia Nacional de Minería, Silvana Habib Daza, abrieron el foro sobre la primera caracterización de minería ilegal realizada por la Secretaría de Minas Departamental.

Según la Agencia Nacional de Minería, en el Cesar hay 330 títulos mineros representados en 260.354 hectáreas, de los que siete títulos están en exploración, 42 en construcción y montaje, y 281 en explotación.

Habib Daza indicó que los alcaldes participan en la expedición de las certificaciones para los títulos mineros en sus municipios.

“Con el cambio de la normatividad, los alcaldes son los responsables de esas certificaciones y revisar que afectaciones ambientales puedan traer. Para la explotación se requieren varios pasos y es ahí donde ellos participan para que se haga minería bien hecha”, recalcó la funcionaria.

Mientras tanto el gobernador del Cesar afirmó que los alcaldes tienen la responsabilidad directa en las certificaciones que entregan cuando solicitan los permisos para los títulos. “Esa actuación nos ayudará a que analicen todo tipo de situaciones y utilización de elementos de manera responsables para que no haya afectación”, aseguró.

Francisco Ovalle Angarita en tono preocupado afirmó que existe un licenciamiento mayor en material de arrastre. “Nos preocupa que se están utilizando los lechos de los ríos para desarrollar obras viales, tanto públicas como privadas, y están deteriorando las fuentes hídricas, por esto estamos alertando a las autoridades ambientales, especialmente al Anla, para poder garantizar que se haga buen uso de estos recursos”, agregó.

El primer mandatario de los cesarenses advirtió que ya son 25 años de explotación de carbón a cielo abierto en municipios como Codazzi, Becerril y La Jagua de Ibirico, generando así el Cesar un enorme aporte al Producto Interno Burto, pero también se han presentado situaciones no muy favorables desde las empresas mineras.

Abordó el problema del sur del Cesar, donde se desarrollan actividades relacionadas con la explotación de hidrocarburos y hay temor por la posible implementación de un método no convencional y exploración, el fracking.

“Espero que no afecte a la población, ni las aguas subterráneas. Lo que se busca desde el Gobierno Nacional es que tengamos una mejor socialización. Hay conocimiento de que se ha licenciado y concesionado dicha operación”, dijo el gobernador al pedir al ministro garantías para la sostenibilidad ambiental en el departamento.
“En el sector minero y ambiental se generan los mayores conflictos, no en este departamento, sino en otros. El Cesar nos puede dar esa luz en el camino para que el país entienda las necesidades de desarrollo social y económico, de eso se trata la sostenibilidad que podemos llevar pero con una paz duradera”, acotó el ministro de Ambiente.

Al final del evento, Murillo Urrutia firmó un acta con el gobernador, algunos alcaldes y representantes de empresas mineras, para comprometerse en trabajar por la minería responsable en el Cesar.

El gobernador Francisco Ovalle Angarita se refirió también a la preocupación que existe entre la ciudadanía por la autorización para el fracking en San Martín, sur del Cesar.

Bosques de paz

En el auditorio ‘Consuelo Araújo Noguera’ de la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, el ministro Luis Gilberto Murillo firmó un convenio con el pueblo Arhuaco denominado ‘Bosques para la paz’.

Con una inversión de 1.557 millones de pesos, el proyecto consiste en proteger 500 hectáreas de bosques en la Sierra Nevada de Santa Marta y fue firmado entre Corpocesar y las autoridades arhuacas.

“No estamos con la manos vacías en el Cesar. En primer lugar se ha venido avanzando en proyectos del sector privado y público. Comenzamos a trabajar con la comunidad indígena de los arhuacos para avanzar en el proyecto de guardabosques en la Sierra Nevada de Santa Marta. Los ríos que bajan de la Sierra nutren al río Cesar, pero también a los de la ciénaga grande de Santa Marta, y eso queremos protegerlo como lo pidió el presidente Juan Manuel Santos”, acotó el ministro de Ambiente.

“Esta semana vamos a El Carmen de Bolívar y en La Guajira también vamos a tener ‘Bosques de paz’. Debemos apostarle al fin del conflicto porque le traerá enormes beneficios al ambiente”, aseveró Murillo Urrutia.

Por su parte, el líder indígena Amado Villafañe explicó que la iniciativa del pueblo Arhuaco no obedece a un proyecto, si no a los principios que hacen parte de la espiritualidad de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Los objetivos son: disminuir la presión antrópica sobre la biodiversidad, destinar el 70 % de las áreas ambientales sensibles a la regeneración natural de los ecosistemas, prevenir la expansión de los cultivos ilícitos, promover el territorio ancestral arhuaco como el primer espacio de paz territorial y sostenible, erradicar la desnutrición infantil en el pueblo arhuaco, en el marco de un programa diseñado a 20 años.

Con una inversión de 1.557 millones de pesos, el proyecto ‘Bosques de paz’ consiste en proteger 500 hectáreas de bosques en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Según la Agencia Nacional de Minería, en el Cesar hay 330 títulos mineros representados en 260.354 hectáreas.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN