Un crecimiento económico por encima del promedio del país, que le ha permitido al departamento del Cesar ganar participación en la generación del producto nacional y un producto per cápita que se ha acercado al promedio nacional, fue uno de los aspectos que explicó el gerente del Banco de la República en Cartagena, Jaime Bonet Morón, sobre la ‘radiografía’ económica del Cesar, correspondiente al periodo comprendido entre 2001 y 2016.

En el foro ‘Así va la economía del Cesar’, el economista vallenato indicó que el crecimiento al que se refirió se debe al dinamismo del sector minero. “Una cosa es Cesar con y sin minería: hay dependencia de este sector. La minería fue el sector que más jalonó a la economía de la región en los últimos años, en comparación con los sectores: agropecuario, industria, manufacturera, comercio, administración pública y defensa. Por su parte, el sector agropecuario, antes líder en la estructura económica cesarense, muestra un estancamiento relativo”, acotó.

Sin embargo dio a conocer que la minería solo genera el 3 % del ingreso de los residentes en el Cesar, puesto que los capitalistas de este sector económico, en su gran mayoría, son extranjeros. El sector agropecuario genera el 17 % del ingreso a los residentes, el comercio el 17 %, la educación el 12 %, la construcción el 8 %; el transporte, almacenamiento y comunicaciones el 8 % y la industria manufacturera el 5 %.

El experto proyectó un balance esperanzador en la economía del Cesar para los próximos años, asegurando que la coyuntura actual del carbón es favorable. “Este año debería esperarse un repunte en el producto departamental, teniendo en cuenta que la paralización y los retrasos de algunos proyectos de las 3G y 4G podrían afectar el sector de obras civiles; las regalías, si se ejecutan bien, podría contribuir al crecimiento; y el sector agropecuario necesita repensarse si quiere volver a ser motor de crecimiento departamental”.

Para el gerente del Banco de la República en Cartagena, el departamento del Cesar necesita darle un vuelco a su producción agropecuaria. “Dado el cambio climático, la explotación del suelo requerirá la adecuación de los suelos, de tal forma que se pueda explotarlos con excesos de agua o sequía. También se requiere inversión en ciencia y tecnología que permita nuevos modelos de explotación que se adapten a las condiciones cambiantes. Lo anterior exige la inversión de unos montos de recursos importantes que hacen necesario hacer atractivos los suelos cesarenses para que grandes inversionistas lleguen al departamento”, subrayó.

Por su parte, el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello, esbozó que los índices de pobreza en la región superan los promedios de Colombia. Mientras que en el país el 27.8 % de la población es pobre, en el departamento este porcentaje sube al 42.3 %. De igual forma la pobreza extrema, la cual en Colombia es del 7.9 % y en el departamento es del 11 %.

“El Cesar cuenta con todos los pisos térmicos, con innumerables ríos, con un suelo fértil cerca y lejos de las ciénagas y con una mezcla cultural que interpreta nuestra forma de entender la vida. Lo que aún no reconocemos es que estamos lejos de considerarnos una potencia nacional porque apenas estamos descubriendo nuestras posibilidades para generar riqueza a través de negocios urbanos y rurales independientes del paradigma planteado en las últimas décadas por las concesiones territoriales de minería e infraestructura, otorgadas y controladas por el nivel nacional”, argumentó.

Campo Cuello coincidió con Bonet Morón al afirmar que la minería es el sector más importante en la economía cesarense y precisó que la apuesta de la Gobernación del Cesar es Cesar Siembra, una estrategia que combina la prevalencia de los atributos territoriales para el desarrollo económico con la capacidad de formar alianzas entre la academia, los gremios, los empresarios, las comunidades y el sector público para desarrollar proyectos productivos estratégicos.

Entre tanto, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio, José Luis Urón, examinó el panorama de la economía del Cesar, donde tuvo en cuenta el crecimiento económico del departamento, el comportamiento del PIB (Producto Interno Bruto) y la evolución a nivel departamental de los diferentes sectores económicos.

Explicó que la composición del PIB del Cesar en el 2016 fue así: el sector de la minas representó el 35.3 %, los servicios sociales el 16.8 %, el agropecuario el 9.68 %, el comercio y hoteles el 9.31 %, las finanzas el 7.76 %, la construcción el 4.49 %, la energía, gas y agua el 3.64 %, los impuestos el 3.76 % y la industria manufacturera el 3.55 %.

También hizo un análisis de cómo está posicionado el departamento en el tema de competitividad, ocupando el Cesar el puesto 19 entre otros 26 departamentos analizados, donde se evidencia que no está bien parado frente al panorama nacional. Señaló la importancia del Cesar en el tema de infraestructura con las concesiones Ruta del Sol, con sus tramos 2 y 3; la rehabilitación del ferrocarril entre Gamarra y Chiriguaná, la construcción de la ruta del Carbón entre San Roque-La Paz y Cuestecitas y los municipios que son impactados con estas vías.

Destacó los avances que existen en el tema aeroportuario con el aeropuerto Alfonso López, que tiene unas inversiones superiores a los 20 mil millones de pesos en la modernización y la construcción de la pista del aeropuerto Hacaritama, en el municipio de Aguachica, con una inversión que supera los 50 mil millones de pesos y que se convertiría en un aeropuerto regional, que atendería el sur de Bolívar, sur del Cesar y sur del Santander.

“Es de importancia los puertos existentes sobre el río Magdalena y la trasversal entre puerto Acapulco, Aguachica y Río de Oro, que van a desembotellar toda la economía del norte de Santander. También son claves las oportunidades que tiene el territorio en diferentes apuestas productivas identificadas por la Secretaría de Agricultura, y es necesario dilucidar cómo vamos a enfrentar los próximos años con los corredores ecológicos, vías metropolitanas, programas sobre el río Guatapurí, embalse Los Besotes, zonas francas multiempresariales, centro de convenciones, entre otros aspectos”, puntualizó el líder gremial.

Ventajas comparativas del Cesar

De acuerdo con el secretario de Agricultura Departamental, el Cesar calza como una pieza fundamental en la producción mundial de alimentos por muchas razones, entre ellas:

-Tener tierras disponibles. Existen cerca de 640.000 hectáreas sin restricción para el desarrollo agropecuario, ubicándolo como el sexto departamento de mayor área con vocación agropecuaria, pero posicionándose como el departamento junto al Magdalena con el indicador más alto de porcentaje de tierras para uso agrícola en relación a la extensión del territorio con un 28%.

-Tener disponibilidad del recurso hídrico. Con reservas en acuíferos a menos de 350 metros de profundidad, de 405.000 millones de metros cúbicos, que darían para irrigar las 640.000 hectáreas no restringidas para el desarrollo agropecuario del territorio durante 25 años, con ausencia total de régimen pluviométrico o en las mismas condiciones una superficie de la extensión de la Costa Caribe durante un año.

-Contar con una ubicación estratégica, con su cercanía a los puertos del Caribe: Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y Dibulla, que da accesibilidad a 1.587 millones de consumidores ubicados en países con ingresos promedios superiores a los US$ 25.000 por año, que es más de cuatro veces el Ingreso per cápita de Colombia. Pero además, con una ciudad capital que tiene acceso a menos de 400 kilómetros de distancia a centros urbanos que albergan más de 7.5 millones de habitantes, incluyendo a Maracaibo en el vecino país de Venezuela.

-Riqueza solar. El departamento tiene zonas con condiciones de brillo solar de más siete horas luz promedio día durante el año, siendo junto a La Guajira los departamentos que tienen más alto este indicador en Colombia. Valledupar tiene una radiación superior en un 40% a la de Múnich, una de las ciudades más importantes de Alemania, ícono en el mundo de las energías alternativas.

Por Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN