El reportaje cobra actualidad 74 años después por la importancia de la ganadería en nuestra región.
REDACCIÓN EL PILÓN
En la revista Costa y Mar de octubre 10 de 1949, que dedicó más de 60 páginas a Valledupar, se le hizo una entrevista a Clemente Quintero Araujo titulada “interesante reportaje con el doctor Clemente Quintero Araújo, entonces Secretario General de la Federación de Ganaderos del Magdalena, nacida en Valledupar.
El reportaje cobra actualidad 74 años después por la importancia de la ganadería en nuestra región, el entrevistado dice que “aquí tuvo su origen la ganadería colombiana”, porque la primera federación de ganaderos del país fue creada en Valledupar en diciembre de 1948 (15 años después se creó FEDEGAN), por la importancia de Venezuela, el desconocimiento y controles del gobierno central y las acusaciones contra el gremio.
“Clemente Quintero Araújo, nacido en Valledupar, 37 años, abogado, ganadero, político y tribuno. Hizo estudios primarios en su ciudad nativa, secundarios en el Colegio Pinillos de Mompós y Liceo Celedón, de Santa Marta; profesional de la Universidad Libre de Bogotá; recibió grado en 1944. Actualmente concejero del municipio de Valledupar (penúltimo presidente), en donde ha realizado labor óptima. exsecretario de hacienda del Magdalena, fue diputado a la Asamblea del 42 al 44 y actualmente desempeña con plausible éxito las labores de secretario general de la Federación de Ganaderos del Magdalena en Valledupar. Con tal carácter, y como se trata de una edición en homenaje a su tierra, le interrogamos sobre la Federación, y a nuestra pregunta, nos respondió:
“La Federación de Ganaderos nació como una necesidad de los ganaderos de las antiguas provincias de Valledupar y Padilla, las cuales a pesar de ser auténticamente ganaderas desde los primeros días de La Colonia, ya que aquí tuvo su origen la ganadería colombiana, no han tenido apoyo ni defensa alguna por parte de las entidades oficiales y semioficiales.
La industria ganadera es la única actividad económica del departamento del Magdalena, descontando la zona bananera que viene a ser una pequeñísima parte del territorio Magdalenense. Esta industria se ha desarrollado ‘naturalmente’; no ha habido sino el generoso esfuerzo de la tierra y de los reproductores. Este hecho sería suficiente para comprobar la calidad de los ganados que hasta hace muy poco no se cruzaban, y también el acondicionamiento del factor climatológico para esta industria.
La intensificación del comercio ganadero con el mercado de Venezuela, comercio que por razones geográficas data desde antes de La Colonia, ya que entre los aborígenes lo hubo, creó determinadas preocupaciones entre los habitantes de todas estas provincias que, como se dijo antes, son esencial y químicamente ganaderas, en el sentido práctico de aprovechar el exceso de demanda de un mercado típicamente industrializado como es el de Maracaibo.
Como el ganadero, especialmente el criador y que como tal merece la mayor atención por parte de la Federación, no tenía experiencias en negocios con mercados foráneos, el Comité Ganadero Municipal, único que en el departamento del Magdalena había iniciado labores de gremialización convocó a una Asamblea Ganadera Regional, la cual se reunió los días 4 y 5 de diciembre del año pasado (1948) , para estudiar todos los problemas concernientes con el mejoramiento de la raza y de los ganados y al negocio que se venía realizando con Maracaibo.
La Asamblea, después de estudiar detenidamente la agenda que se le presentó, optó por fundar una Federación de Ganaderos con residencia en esta ciudad, para que organizara o controlara la indiscriminada salida de ganados y prestara los servicios que el ganadero nunca habían tenido y que el Estado tampoco podría prestarle.
Desde el primero de enero del presente año (1949), la Federación viene cumpliendo a cabalidad la misión encomendada. Tenemos un almacén de medicina veterinaria en esta ciudad, y tres agencias en los municipios de Chiriguaná, Fonseca y Urumita (corregimiento de Villanueva) que vende a precio de costo toda la medicina que nuestros ganados necesitan. Están para abrirse otras agencias en Fundación, Codazzi y Distracción, corregimientos estos dos últimos de Robles (La Pa hoy) y Fonseca. La Federación se sostiene por cuotas anuales de afiliados y por contribución que cada exportador de ganado vacuno y porcino espontáneamente le reconoce por cabeza de animal. La Federación le recompensa ese aporte con las medicinas a bajos precios y un servicio de vacunadores establecido en varios municipios. Asimismo, prestan servicio a la Federación los veterinarios oficiales doctores Francisco Márquez Iguarán y los directores de la Granja Ganadera que quieran entender que la Federación no es una agrupación política, sino una entidad de servicio público sin la ayuda ni la cooperación del Estado.
¿Cree usted que la economía del país se perjudica con la salida de ganados y de productos agrícolas hacia su ‘mercado natural’ como usted lo llama?
Al contrario, si es cierto que estas provincias pertenecen a la República de Colombia, aunque lo ignore el gobierno, los beneficios que ha traído la salida de los productos agropecuarios se palpan por el mas bisoño de los observadores. Es cierto que los dólares que se consiguen en Maracaibo se han traducido en mayor ensanche de fincas ganaderas y agrícolas, como se comprobará al comparar el valor catastral de la propiedad raíz de los municipios de Robles y Valledupar y en un mejor estándar de vida de propietarios y trabajadores, todos creo yo que tan colombianos como los industriales y obreros de la ciudad de Medellín.
Nosotros, calificados como contrabandistas, porque se ignora la geografía y la economía de esta región limítrofe, estamos haciendo verdadera patria, ya que la patria no consiste en la especulación sino en la consagración de dinero y energía humanos, en el robustecimiento de una industria que sí es autóctona y eminentemente colombiana: la ganadería. No sé si se trabaja mejor por la riqueza de un país y se resulte más patriota trabajando en la especulación de telas y artículos suntuarios, que explotando tierras y creando riquezas que debieran enorgullecer a Colombia, aunque no se tenga el visto bueno de un cartabón de Aduanas, ni licencias privilegiadas de un Control de Cambios.
¿Cree usted que convendría a los intereses económicos de estas provincias que el gobierno, al firmar un tratado de Modus Vivendi con la República de Venezuela, hiciera un estudio serio, responsable y documentado de su capacidad productora?
Eso debiera ser lo normal con el fin de que no se cometiera la injusticia de los convenios o tratados pasados en que se ignoró flagrantemente que existiéramos en este país. No es Cúcuta el único puerto terrestre que tiene el país hacia Venezuela; puerto terrestre podríamos decir que es toda la Guajira colombiana y estas provincias que diariamente ven desfilar caravanas de camiones con toda clase de artículos necesarios al consumo venezolano. Quizás no pecaría, si afirmo, que dada la capacidad productora de los departamentos del Magdalena y de Bolívar, estrechamente vinculados a su economía e incontrolados exportadores a Maracaibo, por la facilidad de las vías que es hoy Maicao, mañana Carraipía, el primer puerto terrestre de Colombia hacia la República de Venezuela.
Comparando la capacidad productora de los dos santanderes con los departamentos costeños se apreciará cómo es de cierta mi afirmación. Por todo ello juzgo indispensable que el gobierno no siga ignorándonos para que nos corresponda y vea que sí estamos en capacidad de atender a un interés internacional de la República.
Para terminar el doctor Quintero Araujo nos manifiesta:
La Federación de ganaderos subsistirá e irá hacia adelante en servicio de los ganaderos y de los hombres de trabajo, aunque ellos no se den cuenta de su trascendencia económica-social” .
El reportaje cobra actualidad 74 años después por la importancia de la ganadería en nuestra región.
REDACCIÓN EL PILÓN
En la revista Costa y Mar de octubre 10 de 1949, que dedicó más de 60 páginas a Valledupar, se le hizo una entrevista a Clemente Quintero Araujo titulada “interesante reportaje con el doctor Clemente Quintero Araújo, entonces Secretario General de la Federación de Ganaderos del Magdalena, nacida en Valledupar.
El reportaje cobra actualidad 74 años después por la importancia de la ganadería en nuestra región, el entrevistado dice que “aquí tuvo su origen la ganadería colombiana”, porque la primera federación de ganaderos del país fue creada en Valledupar en diciembre de 1948 (15 años después se creó FEDEGAN), por la importancia de Venezuela, el desconocimiento y controles del gobierno central y las acusaciones contra el gremio.
“Clemente Quintero Araújo, nacido en Valledupar, 37 años, abogado, ganadero, político y tribuno. Hizo estudios primarios en su ciudad nativa, secundarios en el Colegio Pinillos de Mompós y Liceo Celedón, de Santa Marta; profesional de la Universidad Libre de Bogotá; recibió grado en 1944. Actualmente concejero del municipio de Valledupar (penúltimo presidente), en donde ha realizado labor óptima. exsecretario de hacienda del Magdalena, fue diputado a la Asamblea del 42 al 44 y actualmente desempeña con plausible éxito las labores de secretario general de la Federación de Ganaderos del Magdalena en Valledupar. Con tal carácter, y como se trata de una edición en homenaje a su tierra, le interrogamos sobre la Federación, y a nuestra pregunta, nos respondió:
“La Federación de Ganaderos nació como una necesidad de los ganaderos de las antiguas provincias de Valledupar y Padilla, las cuales a pesar de ser auténticamente ganaderas desde los primeros días de La Colonia, ya que aquí tuvo su origen la ganadería colombiana, no han tenido apoyo ni defensa alguna por parte de las entidades oficiales y semioficiales.
La industria ganadera es la única actividad económica del departamento del Magdalena, descontando la zona bananera que viene a ser una pequeñísima parte del territorio Magdalenense. Esta industria se ha desarrollado ‘naturalmente’; no ha habido sino el generoso esfuerzo de la tierra y de los reproductores. Este hecho sería suficiente para comprobar la calidad de los ganados que hasta hace muy poco no se cruzaban, y también el acondicionamiento del factor climatológico para esta industria.
La intensificación del comercio ganadero con el mercado de Venezuela, comercio que por razones geográficas data desde antes de La Colonia, ya que entre los aborígenes lo hubo, creó determinadas preocupaciones entre los habitantes de todas estas provincias que, como se dijo antes, son esencial y químicamente ganaderas, en el sentido práctico de aprovechar el exceso de demanda de un mercado típicamente industrializado como es el de Maracaibo.
Como el ganadero, especialmente el criador y que como tal merece la mayor atención por parte de la Federación, no tenía experiencias en negocios con mercados foráneos, el Comité Ganadero Municipal, único que en el departamento del Magdalena había iniciado labores de gremialización convocó a una Asamblea Ganadera Regional, la cual se reunió los días 4 y 5 de diciembre del año pasado (1948) , para estudiar todos los problemas concernientes con el mejoramiento de la raza y de los ganados y al negocio que se venía realizando con Maracaibo.
La Asamblea, después de estudiar detenidamente la agenda que se le presentó, optó por fundar una Federación de Ganaderos con residencia en esta ciudad, para que organizara o controlara la indiscriminada salida de ganados y prestara los servicios que el ganadero nunca habían tenido y que el Estado tampoco podría prestarle.
Desde el primero de enero del presente año (1949), la Federación viene cumpliendo a cabalidad la misión encomendada. Tenemos un almacén de medicina veterinaria en esta ciudad, y tres agencias en los municipios de Chiriguaná, Fonseca y Urumita (corregimiento de Villanueva) que vende a precio de costo toda la medicina que nuestros ganados necesitan. Están para abrirse otras agencias en Fundación, Codazzi y Distracción, corregimientos estos dos últimos de Robles (La Pa hoy) y Fonseca. La Federación se sostiene por cuotas anuales de afiliados y por contribución que cada exportador de ganado vacuno y porcino espontáneamente le reconoce por cabeza de animal. La Federación le recompensa ese aporte con las medicinas a bajos precios y un servicio de vacunadores establecido en varios municipios. Asimismo, prestan servicio a la Federación los veterinarios oficiales doctores Francisco Márquez Iguarán y los directores de la Granja Ganadera que quieran entender que la Federación no es una agrupación política, sino una entidad de servicio público sin la ayuda ni la cooperación del Estado.
¿Cree usted que la economía del país se perjudica con la salida de ganados y de productos agrícolas hacia su ‘mercado natural’ como usted lo llama?
Al contrario, si es cierto que estas provincias pertenecen a la República de Colombia, aunque lo ignore el gobierno, los beneficios que ha traído la salida de los productos agropecuarios se palpan por el mas bisoño de los observadores. Es cierto que los dólares que se consiguen en Maracaibo se han traducido en mayor ensanche de fincas ganaderas y agrícolas, como se comprobará al comparar el valor catastral de la propiedad raíz de los municipios de Robles y Valledupar y en un mejor estándar de vida de propietarios y trabajadores, todos creo yo que tan colombianos como los industriales y obreros de la ciudad de Medellín.
Nosotros, calificados como contrabandistas, porque se ignora la geografía y la economía de esta región limítrofe, estamos haciendo verdadera patria, ya que la patria no consiste en la especulación sino en la consagración de dinero y energía humanos, en el robustecimiento de una industria que sí es autóctona y eminentemente colombiana: la ganadería. No sé si se trabaja mejor por la riqueza de un país y se resulte más patriota trabajando en la especulación de telas y artículos suntuarios, que explotando tierras y creando riquezas que debieran enorgullecer a Colombia, aunque no se tenga el visto bueno de un cartabón de Aduanas, ni licencias privilegiadas de un Control de Cambios.
¿Cree usted que convendría a los intereses económicos de estas provincias que el gobierno, al firmar un tratado de Modus Vivendi con la República de Venezuela, hiciera un estudio serio, responsable y documentado de su capacidad productora?
Eso debiera ser lo normal con el fin de que no se cometiera la injusticia de los convenios o tratados pasados en que se ignoró flagrantemente que existiéramos en este país. No es Cúcuta el único puerto terrestre que tiene el país hacia Venezuela; puerto terrestre podríamos decir que es toda la Guajira colombiana y estas provincias que diariamente ven desfilar caravanas de camiones con toda clase de artículos necesarios al consumo venezolano. Quizás no pecaría, si afirmo, que dada la capacidad productora de los departamentos del Magdalena y de Bolívar, estrechamente vinculados a su economía e incontrolados exportadores a Maracaibo, por la facilidad de las vías que es hoy Maicao, mañana Carraipía, el primer puerto terrestre de Colombia hacia la República de Venezuela.
Comparando la capacidad productora de los dos santanderes con los departamentos costeños se apreciará cómo es de cierta mi afirmación. Por todo ello juzgo indispensable que el gobierno no siga ignorándonos para que nos corresponda y vea que sí estamos en capacidad de atender a un interés internacional de la República.
Para terminar el doctor Quintero Araujo nos manifiesta:
La Federación de ganaderos subsistirá e irá hacia adelante en servicio de los ganaderos y de los hombres de trabajo, aunque ellos no se den cuenta de su trascendencia económica-social” .