EL PILÓN dialogó con campesinos del Cesar y encontró una postura en común: la falta en el control de precios por parte de las entidades territoriales.
ALEXANDER GUTIÉRREZ/ EL PILÓN
La carestía de una amplia gama de productos de la canasta familiar es, por estos días, uno de los mayores motivos de preocupación de los hogares del Cesar y de Colombia. Decenas de personas se preguntan por qué el precio de víveres que son cosechados en la región se han elevado de forma abrumadora. El valor del plátano estaría sobrepasando los 1.500 pesos y el valor del kilo de queso estaría por encima de los 30.000 pesos.
EL PILÓN dialogó con campesinos del Cesar y encontró una postura en común: la falta en el control de precios por parte de las entidades territoriales.
“Aquí no hay una empresa que compre directamente las cosechas. En ciudades como Barranquilla, los productos son recibidos en un centro de acopio y de ahí se reparte a los carretilleros. Aquí, en cambio, el mismo carretillero viene a comprar al campesino. Si hubiera la empresa que recibiera el producto, entonces fuera a un solo precio. Nosotros estamos vendiendo la libra de yuca a 600 pesos, pero usted va a la tienda o al mercado y de 1.500 no baja. El que la está comprando, gana más que el que la siembra. No se le está dando el valor a los agricultores”, sostuvo Dagoberto Pabuena, agricultor y presidente de la Asociación de Usuarios Campesinos, seccional La Paz.
Por su parte, Miguel Canavate, campesino y extrabajador de la industria de la palma de aceite en El Copey, Cesar, dijo que “en el caso del queso y la producción láctea, así como la yuca y el plátano es falta de control. Al pequeño productor le toca vender sus productos a precios irrisorios y el que saca la ganancia es el intermediario que vende al consumidor final. No hay una línea directa. Urge una política de Estado. No puede ser que unos terceros se apropien del producto y sean los que saquen las ganancias”, precisó.
De igual modo, Marleoni Tirado, campesino de San Diego, Cesar, afirma: “Nosotros vendemos el kilo de yuca entre 1.200 y 1.400 pesos y así venden los tenderos la libra. Si ellos bajaran los precios, nuestros productos salieran más rápido. Esa misma situación se está presentando con otros productos como el queso, fríjol, el maíz, el plátano y el tomate. Por ejemplo, nosotros estamos vendiendo el kilo de queso a $20.000 y ellos lo venden por encima de $30.000. Aquí no hay control de precios”.
Finalmente, EL PILÓN contactó al secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, quien indicó que se está evaluando la situación del alza de precios con el fin de tomar acciones correctivas.
“Estamos haciendo las pesquisas necesarias y enviando circulares a los mandatarios de los 25 municipios del Cesar para determinar qué es lo que está causando el incremento desmesurado en los precios de productos como el plátano, la yuca y el queso. De ser necesario, tomaremos acciones para sancionar a quienes están acomodando precios de productos sin consulta previa”, puntualizó.
EL PILÓN dialogó con campesinos del Cesar y encontró una postura en común: la falta en el control de precios por parte de las entidades territoriales.
ALEXANDER GUTIÉRREZ/ EL PILÓN
La carestía de una amplia gama de productos de la canasta familiar es, por estos días, uno de los mayores motivos de preocupación de los hogares del Cesar y de Colombia. Decenas de personas se preguntan por qué el precio de víveres que son cosechados en la región se han elevado de forma abrumadora. El valor del plátano estaría sobrepasando los 1.500 pesos y el valor del kilo de queso estaría por encima de los 30.000 pesos.
EL PILÓN dialogó con campesinos del Cesar y encontró una postura en común: la falta en el control de precios por parte de las entidades territoriales.
“Aquí no hay una empresa que compre directamente las cosechas. En ciudades como Barranquilla, los productos son recibidos en un centro de acopio y de ahí se reparte a los carretilleros. Aquí, en cambio, el mismo carretillero viene a comprar al campesino. Si hubiera la empresa que recibiera el producto, entonces fuera a un solo precio. Nosotros estamos vendiendo la libra de yuca a 600 pesos, pero usted va a la tienda o al mercado y de 1.500 no baja. El que la está comprando, gana más que el que la siembra. No se le está dando el valor a los agricultores”, sostuvo Dagoberto Pabuena, agricultor y presidente de la Asociación de Usuarios Campesinos, seccional La Paz.
Por su parte, Miguel Canavate, campesino y extrabajador de la industria de la palma de aceite en El Copey, Cesar, dijo que “en el caso del queso y la producción láctea, así como la yuca y el plátano es falta de control. Al pequeño productor le toca vender sus productos a precios irrisorios y el que saca la ganancia es el intermediario que vende al consumidor final. No hay una línea directa. Urge una política de Estado. No puede ser que unos terceros se apropien del producto y sean los que saquen las ganancias”, precisó.
De igual modo, Marleoni Tirado, campesino de San Diego, Cesar, afirma: “Nosotros vendemos el kilo de yuca entre 1.200 y 1.400 pesos y así venden los tenderos la libra. Si ellos bajaran los precios, nuestros productos salieran más rápido. Esa misma situación se está presentando con otros productos como el queso, fríjol, el maíz, el plátano y el tomate. Por ejemplo, nosotros estamos vendiendo el kilo de queso a $20.000 y ellos lo venden por encima de $30.000. Aquí no hay control de precios”.
Finalmente, EL PILÓN contactó al secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, quien indicó que se está evaluando la situación del alza de precios con el fin de tomar acciones correctivas.
“Estamos haciendo las pesquisas necesarias y enviando circulares a los mandatarios de los 25 municipios del Cesar para determinar qué es lo que está causando el incremento desmesurado en los precios de productos como el plátano, la yuca y el queso. De ser necesario, tomaremos acciones para sancionar a quienes están acomodando precios de productos sin consulta previa”, puntualizó.