Se ha identificado un gran potencial turístico en la ciénaga de Zapatosa, su población de 100 mil habitantes que la circundan  también usan el cuerpo de agua natural como oportunidad de trabajo y obtención de su buen alimento.

La ciénaga de Zapatosa es el humedal continental más grande de agua dulce, cuenta con una extensión de entre 30.000 y 40.000 hectáreas en verano y 70.000 hectáreas en invierno, beneficia a los habitantes de Curumaní, Chiriguaná, Tamalameque y Chimichagua en el Cesar y El Banco en Magdalena. Alberga más de 1.000 millones de metros cúbicos, y a ella llega el río Cesar, confundiéndose sus aguas,  que la atraviesa, para ir a desembocar en el río Magdalena en El Banco.

Además de funcionar como amortiguador de las crecientes del río Magdalena, la Zapatosa alberga gran biodiversidad, ya que contiene cerca de 500 plantas vasculares, 45 especies de peces y 30 especies de mamíferos; además es el hogar de gran cantidad de aves nativas y migratorias que llegan de Canadá y de otras partes del mundo a reproducirse y a alimentarse. Las especies más comunes que encontramos en este ecosistema son: la guacharaca caribeña, esmeralda pico rojo, el carpintero costeño, rastrojero y chavarrí, entre otras.

Ha habido esfuerzos por preservar la ciénaga desde hace más de 30 años.

Hace dos años fue declarada humedal de categoría internacional, Ramsar y hace uno, fue declarada por Corpocesar como Área especial de Protección. La corporación ha conseguido recursos importantes para la ciénaga, como el de $15 mil millones para limpieza y dragado, y ha sembrado millones de peces principalmente de bocachico y dorada.

El Programa de las Naciones Unidas,  PNUD,  impulsó la creación de una agencia de desarrollo local de sus municipios ADEL.

La ciénaga ha sido objeto de atención del sistema de regalías, con pocos resultados, como de Corpocesar y Corpomag. En la actualidad, queda otra vez comprendida en la nueva ley de regalías para ser objeto de proyectos ambientales que son de destinación de recursos de regalías.

El departamento construyó un bonito muelle-parador en Chimichagua, de amplios corredores, bonita vista y punto de embarcaciones, pero no cuenta con alojamiento y esparcimiento para el visitante.

A la ciénaga se llega desde varios puntos, pero se ha resaltado que desde La Vega, población ubicada entre Curumaní y Pailitas, se cruza en carretera pavimentada hasta llegar a Saloa, poblado ubicado en su costado oriental, ruta ideal para quienes vienen del interior al Cesar pero también es ruta ideal desde Valledupar que, gracias a la doble calzada hasta Cuatro Vientos pasando por Bosconia, se llega en dos horas y media a Chimichagua. El INVIAS debe mejorar el tramo final de Mandinguilla a Chimichagua.

Hoy que celebramos la Feria Gastronómica Virtual, nos acordamos de que el pescado de agua dulce es el manjar natural de nuestra tierra, obtenido de ríos como el Cesar y de la Ciénaga de Zapatosa. Y que es un alimento fundamental en la dieta balanceada que hoy recomiendan más que los chefs, como sería lo deseable, los médicos y nutricionistas.

La ciénaga será espacio de competencias  acuáticas de Los Bolivarianos y exaltamos que ya haya 3 clubes de canotaje en Chimichagua que conforman la nueva liga del departamento.