Valledupar cuenta con más de 80 mil desplazados, de los cuales muchos se encuentran entre las 6.916 familias que viven en las 12 invasiones que hay en la ciudad.
Por Sandra Santiago / EL PILÓN
[email protected]
Miguel Mejía lo perdió todo, dos veces se desplazó por la violencia; la primera vez en 2002 en Aguas Blancas, corregimiento de Valledupar, donde trabajaba para una empresa de energía; la segunda, en 2005 de Codazzi, Cesar. Desde entonces deambuló como un desplazado más de los grupos armados ilegales que para la época azotaron a Colombia.
Con una familia que mantener (cuatro hijos y su esposa), llegó a las tierras del ex precandidato a la Gobernación, Oscar Guerra Bonilla. Esos predios los invadió en tres oportunidades con un grupo de personas, también desplazados y destechados.
Miguel, estuvo en las invasiones en 2008 y luego en 2009; pero en las dos oportunidades fueron desalojados con promesas de que les darían una vivienda.
En 2011, en medio de las elecciones a la Alcaldía y a la Gobernación, volvió a invadir y formaron el barrio Tierra Prometida. Por la coyuntura política, algunos candidatos les prometieron vivienda, entre ellos Augusto Ramírez, hoy secretario de Gobierno departamental, en ese entonces candidato a la Alcaldía de Valledupar, quien les firmó un documento notariado en el que se comprometía a que, de ser electo, los dejaría en el lugar.
Antes de invadir, en 2006, Miguel agotó las instancias legales. Primero se inscribió en la Caja de Compensación Familiar del Cesar, Comfacesar, buscando un subsidio de vivienda, “aparezco como calificado, pero cada vez que voy a preguntar me dicen lo mismo: que debo esperar, pero eso me lo dicen todos los años”.
Y eso mismo le repitieron en marzo, cuando fue a preguntar por las postulaciones que abrió el Ministerio de Vivienda a través de Comfacesar para sortear las primeras 300 viviendas gratis que serán entregadas el próximo 25 de abril, en vísperas del Festival Vallenato. Como él están calificadas 4.411 personas.
En esta convocatoria que se cerró el cinco de abril, a Miguel le dijeron que estaba apto, pero le toca esperar a que lo llamen para decirle si le entregan o no la vivienda.
ABC
Según el decreto del Ministerio de Vivienda firmado en septiembre de 2012, la primera condición para ser elegidos es que sean familias, casadas o en unión libre, incluyendo parejas del mismo sexo, que compartan la misma vivienda.
En primer lugar, les darán prioridad a las familias desplazadas que pertenezcan a la Red Unidos con un subsidio asignado. Después a los que pertenezcan a ese programa y no estén postulados para subsidio, y también los desplazados inscritos en el Sisbén 3, que es el censo para identificar a los hogares, las familias y los individuos más pobres o vulnerables.
En el escalafón, le siguen los hogares damnificados por la segunda ola invernal y aquellos localizados en zonas de alto riesgo; aquí se priorizará a aquellos que se encuentran en censos ya elaborados.
Luego, seleccionarán a las familias localizadas en zonas de alto riesgo, que hayan sido censadas, y a los que se encuentren en los censos que se elaboren, avalen y refrenden de ahora en adelante.
Después de cerradas las convocatorias, el Ministerio le entregará al Departamento de Prosperidad Social (DPS) la lista definitiva de los municipios que participaron en el programa y el número de viviendas que se construirán en cada uno, tanto en lotes públicos como privados, y las fechas de entrega.
El procedimiento para la asignación será el siguiente: El DPS enviará el listado de los hogares potencialmente beneficiarios para cada proyecto. El Ministerio, por medio del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), postula los hogares, los verifica y devuelve al DPS el listado de los que cumplen requisitos.
El DPS escogerá los beneficiarios de acuerdo con los criterios de priorización. En caso de que los hogares excedan el número de viviendas por proyecto, se hará un sorteo público con la presencia del Gobernador, el Alcalde, el Director del DPS, el Director de Fonvivienda, o quien estos deleguen, y el Personero Municipal.
Posteriormente, Fonvivienda asignará los subsidios familiares en especie. En caso de que el beneficiario no cumpla las condiciones para hacer efectivo el subsidio, Fonvivienda podrá sustituir al hogar beneficiario por una familia postulante que haya cumplido con los criterios establecidos en el decreto.
Los proyectos
Valledupar cuenta con más de 80 mil desplazados, de los cuales muchos se encuentran entre las 6.916 familias que viven en las 12 invasiones que hay en la ciudad.
Para solucionar parte de esta deficiencia de vivienda, el Gobierno Nacional, con el Municipio y el Fondo de Vivienda de Interés Social (Fonvisocial), realizan dos proyectos de vivienda gratis.
Uno es la urbanización Nando Marín, que construyen el consorcio MS Construcciones y PRABYC, esta última una de las más grandes del país.
Esta constructora tiene como meta tener listos el 25 de abril los primeros 300 apartamentos y que serán entregados por el presidente Juan Manuel Santos.
El segundo es Lorenzo Morales, que ejecuta el consorcio OA Valledupar del cual hacen parte las firmas bogotanas Amarilo y Obycon.
Sin líderes
Valledupar se llenó de invasiones y es por esa vía que los destechados buscan a la fuerza una vivienda, situación que se ha convertido en un problema para la ciudad.
Según el ex asesor de Paz del Departamento, Antonio Calvo lo que hay hoy es una hojarasca de invasiones devolviendo la ciudad a los años 60, cuando se creó, por ejemplo, el Primero de Mayo que hoy es un barrio popular, “con el ingrediente que agrava la situación que la población es desplazada”.
Para él, en el pasado hubo muchos líderes que ayudaron a solucionar el problema habitacional, “ellos lograron programas importantes de vivienda para la gente sin techo, pero cuando aparecen las AUC, la gente se abstiene de participar, entonces por eso hoy aparecen sin organización, sin dirigencia e invadiendo todo lo que se les aparece”, afirmó.
En el foro urbano regional ‘Cultura y Prosperidad para las ciudades’ realizado el año pasado en Valledupar, el oficial del Programa ONU Hábitat para Colombia, Andrés Alonso Díaz, dijo que el 35% de los vallenatos necesita de una vivienda digna.
Tal vez como respuesta a esto, es que se construyen los dos programas de vivienda digna que juntos suman tres mil de las cuatro mil viviendas que construirá el Ministerio de Vivienda en el Cesar.
Pero varias preguntas surgen: ¿Tiene Valledupar la capacidad para proveer de servicios públicos a estas viviendas? ¿Por qué no se hacen en otros municipios? Están solucionando un problema de vivienda, ¿qué pasa con las necesidades de empleo, educación y salud de estas poblaciones vulnerables?
El secretario de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo dijo al respecto que Emdupar y la constructora se encargan de garantizar los servicios públicos, además que la Administración realizará el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado y el Plan de Ordenamiento Territorial, POT que servirán para proveer los servicios en los próximos 30 años.
Según el funcionario, de las viviendas gratis para el departamento, el 75% se concentró en Valledupar por la agilidad en la presentación de los proyectos, la compra de la tierra y la aprobación por parte del Concejo; con estas unidades queda solucionado entre el 30 y el 40% del déficit habitacional, al tiempo que el DPS ayudará en solucionar el tema de empleo, porque para garantizar la educación y la salud se construirá un colegio y un puesto de salud.
Sin embargo, estas soluciones se quedan cortas frente a las 11 invasiones que existen, en terrenos del mayor Alberto Pimienta, ubicados en el noroccidente de la ciudad, y en los de la sociedad que representa Óscar Guerra Bonilla, al sur de Valledupar, entre otras, en donde se calcula viven 6.916 familias.
A esto se suman las familias que viven en zona de alto riesgo en la margen derecha del río Guatapurí y la población pobre y vulnerable.
Así, solo resta esperar al 25 de abril para saber a quién le entregarán las viviendas y qué seguirá para el resto de desplazados que habitan en Valledupar en invasiones o pagando arriendos en barrios marginados.
Valledupar cuenta con más de 80 mil desplazados, de los cuales muchos se encuentran entre las 6.916 familias que viven en las 12 invasiones que hay en la ciudad.
Por Sandra Santiago / EL PILÓN
[email protected]
Miguel Mejía lo perdió todo, dos veces se desplazó por la violencia; la primera vez en 2002 en Aguas Blancas, corregimiento de Valledupar, donde trabajaba para una empresa de energía; la segunda, en 2005 de Codazzi, Cesar. Desde entonces deambuló como un desplazado más de los grupos armados ilegales que para la época azotaron a Colombia.
Con una familia que mantener (cuatro hijos y su esposa), llegó a las tierras del ex precandidato a la Gobernación, Oscar Guerra Bonilla. Esos predios los invadió en tres oportunidades con un grupo de personas, también desplazados y destechados.
Miguel, estuvo en las invasiones en 2008 y luego en 2009; pero en las dos oportunidades fueron desalojados con promesas de que les darían una vivienda.
En 2011, en medio de las elecciones a la Alcaldía y a la Gobernación, volvió a invadir y formaron el barrio Tierra Prometida. Por la coyuntura política, algunos candidatos les prometieron vivienda, entre ellos Augusto Ramírez, hoy secretario de Gobierno departamental, en ese entonces candidato a la Alcaldía de Valledupar, quien les firmó un documento notariado en el que se comprometía a que, de ser electo, los dejaría en el lugar.
Antes de invadir, en 2006, Miguel agotó las instancias legales. Primero se inscribió en la Caja de Compensación Familiar del Cesar, Comfacesar, buscando un subsidio de vivienda, “aparezco como calificado, pero cada vez que voy a preguntar me dicen lo mismo: que debo esperar, pero eso me lo dicen todos los años”.
Y eso mismo le repitieron en marzo, cuando fue a preguntar por las postulaciones que abrió el Ministerio de Vivienda a través de Comfacesar para sortear las primeras 300 viviendas gratis que serán entregadas el próximo 25 de abril, en vísperas del Festival Vallenato. Como él están calificadas 4.411 personas.
En esta convocatoria que se cerró el cinco de abril, a Miguel le dijeron que estaba apto, pero le toca esperar a que lo llamen para decirle si le entregan o no la vivienda.
ABC
Según el decreto del Ministerio de Vivienda firmado en septiembre de 2012, la primera condición para ser elegidos es que sean familias, casadas o en unión libre, incluyendo parejas del mismo sexo, que compartan la misma vivienda.
En primer lugar, les darán prioridad a las familias desplazadas que pertenezcan a la Red Unidos con un subsidio asignado. Después a los que pertenezcan a ese programa y no estén postulados para subsidio, y también los desplazados inscritos en el Sisbén 3, que es el censo para identificar a los hogares, las familias y los individuos más pobres o vulnerables.
En el escalafón, le siguen los hogares damnificados por la segunda ola invernal y aquellos localizados en zonas de alto riesgo; aquí se priorizará a aquellos que se encuentran en censos ya elaborados.
Luego, seleccionarán a las familias localizadas en zonas de alto riesgo, que hayan sido censadas, y a los que se encuentren en los censos que se elaboren, avalen y refrenden de ahora en adelante.
Después de cerradas las convocatorias, el Ministerio le entregará al Departamento de Prosperidad Social (DPS) la lista definitiva de los municipios que participaron en el programa y el número de viviendas que se construirán en cada uno, tanto en lotes públicos como privados, y las fechas de entrega.
El procedimiento para la asignación será el siguiente: El DPS enviará el listado de los hogares potencialmente beneficiarios para cada proyecto. El Ministerio, por medio del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), postula los hogares, los verifica y devuelve al DPS el listado de los que cumplen requisitos.
El DPS escogerá los beneficiarios de acuerdo con los criterios de priorización. En caso de que los hogares excedan el número de viviendas por proyecto, se hará un sorteo público con la presencia del Gobernador, el Alcalde, el Director del DPS, el Director de Fonvivienda, o quien estos deleguen, y el Personero Municipal.
Posteriormente, Fonvivienda asignará los subsidios familiares en especie. En caso de que el beneficiario no cumpla las condiciones para hacer efectivo el subsidio, Fonvivienda podrá sustituir al hogar beneficiario por una familia postulante que haya cumplido con los criterios establecidos en el decreto.
Los proyectos
Valledupar cuenta con más de 80 mil desplazados, de los cuales muchos se encuentran entre las 6.916 familias que viven en las 12 invasiones que hay en la ciudad.
Para solucionar parte de esta deficiencia de vivienda, el Gobierno Nacional, con el Municipio y el Fondo de Vivienda de Interés Social (Fonvisocial), realizan dos proyectos de vivienda gratis.
Uno es la urbanización Nando Marín, que construyen el consorcio MS Construcciones y PRABYC, esta última una de las más grandes del país.
Esta constructora tiene como meta tener listos el 25 de abril los primeros 300 apartamentos y que serán entregados por el presidente Juan Manuel Santos.
El segundo es Lorenzo Morales, que ejecuta el consorcio OA Valledupar del cual hacen parte las firmas bogotanas Amarilo y Obycon.
Sin líderes
Valledupar se llenó de invasiones y es por esa vía que los destechados buscan a la fuerza una vivienda, situación que se ha convertido en un problema para la ciudad.
Según el ex asesor de Paz del Departamento, Antonio Calvo lo que hay hoy es una hojarasca de invasiones devolviendo la ciudad a los años 60, cuando se creó, por ejemplo, el Primero de Mayo que hoy es un barrio popular, “con el ingrediente que agrava la situación que la población es desplazada”.
Para él, en el pasado hubo muchos líderes que ayudaron a solucionar el problema habitacional, “ellos lograron programas importantes de vivienda para la gente sin techo, pero cuando aparecen las AUC, la gente se abstiene de participar, entonces por eso hoy aparecen sin organización, sin dirigencia e invadiendo todo lo que se les aparece”, afirmó.
En el foro urbano regional ‘Cultura y Prosperidad para las ciudades’ realizado el año pasado en Valledupar, el oficial del Programa ONU Hábitat para Colombia, Andrés Alonso Díaz, dijo que el 35% de los vallenatos necesita de una vivienda digna.
Tal vez como respuesta a esto, es que se construyen los dos programas de vivienda digna que juntos suman tres mil de las cuatro mil viviendas que construirá el Ministerio de Vivienda en el Cesar.
Pero varias preguntas surgen: ¿Tiene Valledupar la capacidad para proveer de servicios públicos a estas viviendas? ¿Por qué no se hacen en otros municipios? Están solucionando un problema de vivienda, ¿qué pasa con las necesidades de empleo, educación y salud de estas poblaciones vulnerables?
El secretario de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo dijo al respecto que Emdupar y la constructora se encargan de garantizar los servicios públicos, además que la Administración realizará el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado y el Plan de Ordenamiento Territorial, POT que servirán para proveer los servicios en los próximos 30 años.
Según el funcionario, de las viviendas gratis para el departamento, el 75% se concentró en Valledupar por la agilidad en la presentación de los proyectos, la compra de la tierra y la aprobación por parte del Concejo; con estas unidades queda solucionado entre el 30 y el 40% del déficit habitacional, al tiempo que el DPS ayudará en solucionar el tema de empleo, porque para garantizar la educación y la salud se construirá un colegio y un puesto de salud.
Sin embargo, estas soluciones se quedan cortas frente a las 11 invasiones que existen, en terrenos del mayor Alberto Pimienta, ubicados en el noroccidente de la ciudad, y en los de la sociedad que representa Óscar Guerra Bonilla, al sur de Valledupar, entre otras, en donde se calcula viven 6.916 familias.
A esto se suman las familias que viven en zona de alto riesgo en la margen derecha del río Guatapurí y la población pobre y vulnerable.
Así, solo resta esperar al 25 de abril para saber a quién le entregarán las viviendas y qué seguirá para el resto de desplazados que habitan en Valledupar en invasiones o pagando arriendos en barrios marginados.