Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 22 septiembre, 2020

La Asociación de Municipios para salvar la ciénaga de Zapatosa

Cuando el objetivo es proteger un bien de todos, ¿por qué no unirse? La decisión de cinco municipios del Cesar y Magdalena de asociarse alrededor de la ciénaga de Zapatosa es un paso fundamental en la lucha conjunta por proteger y preservar el humedal continental más grande de agua dulce que tiene Colombia. Dicha Asociación […]

Cuando el objetivo es proteger un bien de todos, ¿por qué no unirse? La decisión de cinco municipios del Cesar y Magdalena de asociarse alrededor de la ciénaga de Zapatosa es un paso fundamental en la lucha conjunta por proteger y preservar el humedal continental más grande de agua dulce que tiene Colombia.

Dicha Asociación de Municipios del Complejo Cenagoso de Zapatosa estaría conformada por los cinco municipios que colindan con la ciénaga: Chimichagua, Curumaní, Tamalameque, Chiriguaná y El Banco, Magdalena.

Como una sola fuerza, las entidades territoriales construirán políticas públicas y gestionarán recursos que apoyen la conservación de la ciénaga; fundamental no solo por su biodiversidad, sino que a su alrededor se cimentaron pequeñas economías y tradiciones culturales. 

Si las fuerzas políticas, económicas y sociales actúan de forma individual, las actividades de supervivencia serán parciales, y casi destinadas al fracaso por la complejidad de la Zapatosa. Pero la unión de las fuerzas y, por lo tanto, la cobertura total del sistema cenagoso, que cuenta con una extensión promedio de 36.000 hectáreas (360 kilómetros cuadrados), es la garantía para que el éxito de las estrategias de sostenibilidad le permita a las futuras generaciones gozar de la Zapatosa. 

En los cinco municipios de interés conviven casi 200.000 personas, siendo la pesca la principal actividad económica alrededor del complejo cenagoso en los municipios de Chimichagua, Tamalameque y El Banco; en Curumaní y Chiriguaná también hay pesca pero en menores proporciones.

Uno de los mayores desafíos que deberá atender la asociación es que gran parte de la población que colinda con la ciénaga, vive en condiciones de pobreza, dedicada a actividades extractivas de subsistencia como la pesca artesanal, la caza de fauna silvestre, así como la recolección de leña y fibras vegetales.

En abril del 2018 la ciénaga fue declarada área protegida como patrimonio Ramsar. Dicha convención Ramsar es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. 

Queremos resaltar esa iniciativa así como el propósito, publicado ampliamente en la edición de ayer entre los municipios de Chiriguaná y Chimichagua de proyectar una nueva vía que bordeando la ciénaga los comunicaría, y para la cual se comienza con el adecuado orden de los sueños: ordenarlos y estudiarlos para ponerles piso y aterrizarlos.

Iniciando la explotación del carbón en el departamento hubo la asociación de los mineros que se denominó Asomineros. Se pudo hacer estudios, contratar obras y diseñar un mayor alcance como proyectar y manejar la disposición de basuras. Luego, no sin tener graves problemas, esa asociación murió; la inmadurez, un régimen legal deficiente, menor fiscalización, lucha de poder, malas vías, lo facilitaron.

Esta vez deseándoles diálogo, transparencia, trabajo en equipo  y buenas reglas, aplaudimos la nueva asociación.

Editorial
22 septiembre, 2020

La Asociación de Municipios para salvar la ciénaga de Zapatosa

Cuando el objetivo es proteger un bien de todos, ¿por qué no unirse? La decisión de cinco municipios del Cesar y Magdalena de asociarse alrededor de la ciénaga de Zapatosa es un paso fundamental en la lucha conjunta por proteger y preservar el humedal continental más grande de agua dulce que tiene Colombia. Dicha Asociación […]


Cuando el objetivo es proteger un bien de todos, ¿por qué no unirse? La decisión de cinco municipios del Cesar y Magdalena de asociarse alrededor de la ciénaga de Zapatosa es un paso fundamental en la lucha conjunta por proteger y preservar el humedal continental más grande de agua dulce que tiene Colombia.

Dicha Asociación de Municipios del Complejo Cenagoso de Zapatosa estaría conformada por los cinco municipios que colindan con la ciénaga: Chimichagua, Curumaní, Tamalameque, Chiriguaná y El Banco, Magdalena.

Como una sola fuerza, las entidades territoriales construirán políticas públicas y gestionarán recursos que apoyen la conservación de la ciénaga; fundamental no solo por su biodiversidad, sino que a su alrededor se cimentaron pequeñas economías y tradiciones culturales. 

Si las fuerzas políticas, económicas y sociales actúan de forma individual, las actividades de supervivencia serán parciales, y casi destinadas al fracaso por la complejidad de la Zapatosa. Pero la unión de las fuerzas y, por lo tanto, la cobertura total del sistema cenagoso, que cuenta con una extensión promedio de 36.000 hectáreas (360 kilómetros cuadrados), es la garantía para que el éxito de las estrategias de sostenibilidad le permita a las futuras generaciones gozar de la Zapatosa. 

En los cinco municipios de interés conviven casi 200.000 personas, siendo la pesca la principal actividad económica alrededor del complejo cenagoso en los municipios de Chimichagua, Tamalameque y El Banco; en Curumaní y Chiriguaná también hay pesca pero en menores proporciones.

Uno de los mayores desafíos que deberá atender la asociación es que gran parte de la población que colinda con la ciénaga, vive en condiciones de pobreza, dedicada a actividades extractivas de subsistencia como la pesca artesanal, la caza de fauna silvestre, así como la recolección de leña y fibras vegetales.

En abril del 2018 la ciénaga fue declarada área protegida como patrimonio Ramsar. Dicha convención Ramsar es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. 

Queremos resaltar esa iniciativa así como el propósito, publicado ampliamente en la edición de ayer entre los municipios de Chiriguaná y Chimichagua de proyectar una nueva vía que bordeando la ciénaga los comunicaría, y para la cual se comienza con el adecuado orden de los sueños: ordenarlos y estudiarlos para ponerles piso y aterrizarlos.

Iniciando la explotación del carbón en el departamento hubo la asociación de los mineros que se denominó Asomineros. Se pudo hacer estudios, contratar obras y diseñar un mayor alcance como proyectar y manejar la disposición de basuras. Luego, no sin tener graves problemas, esa asociación murió; la inmadurez, un régimen legal deficiente, menor fiscalización, lucha de poder, malas vías, lo facilitaron.

Esta vez deseándoles diálogo, transparencia, trabajo en equipo  y buenas reglas, aplaudimos la nueva asociación.