La Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN, tiene destacados desafíos para el 2021 con las 240 personas que continúan este proceso en el cierre del año, como también las que planean acoger el próximo. Así lo aseguró la coordinadora de la ARN del Cesar y La Guajira, Angélica Agámez.

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De acuerdo con la funcionaria, la articulación con las entidades departamentales y municipales es un trabajo que  debe estrecharse de manera intensa para poder llegar  a  toda la población que necesita reintegrarse a los núcleos de trabajo y a la normalidad, dando a conocer que este  año  2.007 exintegrantes de grupos armados ilegales finalizaron su preparación técnica y tecnológica  para reintegrarse en la sociedad de forma productiva. 

 “Tenemos retos importantes para el próximo año como el fortalecimiento de las formas asociativas en temas contables y administrativos, postulación a convocatorias de cooperación internacional , continuar con la implementación del convenio PMA-ARN  que fortalece los proyectos e iniciativas productivas de los excombatientes, entre otros”, manifestó la  coordinadora de la ARN del Cesar y La Guajira.

Destacó que dentro de los retos de la reincorporación como base fundamental estaba lograr vincular el 100 % de esta población junto con sus familias al sistema de seguridad social y de salud porque es indispensable que estas personas puedan acceder a este beneficio para facilitarles una atención médica.

EDUCACIÓN PARA TODOS

La formación académica es uno de los aspectos más importantes en los que una persona que ha sido partícipe del  conflicto armado  debe enfocarse para reintegrarse a la sociedad porque le permite ampliar su mente para comprender el ordenamiento social y las normas que rigen una comunidad, según indicó la socióloga Laura Martínez.

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Debido a esto,  la coordinadora de la ARN del Cesar y La Guajira señaló que  319 personas en reincorporación accedieron a formación académica, tres personas son beneficiarios del proyecto PNUD-ARN, línea de Apoyo a Educación Superior; 122 fueron preparadas a través del programa Maestro Itinerante, 96 en el proyecto Arando la Educación y por último una persona fue  becada por la Escuela Andaluza de Salud Pública, Easp.

UN EMPLEO SIN BARRERAS

El campo laboral suele ser uno de los mayores retos para los excombatientes de grupos armados ilegales porque para acceder a ellos son víctimas de la estigmatización y no tienen la formación para desempeñar un puesto de trabajo, de acuerdo con la socióloga, Laura Martínez. Por ello la formación para la reintegración al campo laboral es fundamental porque les permite a los reintegrados  competir en el mercado.

Al respecto de este factor decisivo para reintegrarse de manera productiva a la sociedad,  Agámez señaló que 2.144 personas recibieron el beneficio de inserción económica. Aseveró que  2.128 personas conformaron 1.923 unidades de negocio, de las cuales 1.770 unidades; es decir el 55 % han demostrado sostenibilidad un año después de su desembolso.

La ARN  espera  cumplir  en el 2021 con todos los retos planteados en materia de reincorporación y reintegración para poder brindarle la formación necesaria a todos aquellos que pertenecieron a grupos ilegales con la ayuda de las organizaciones departamentales, municipales y de cooperación. 

Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.