A finales de septiembre empieza a salir la cosecha de café de este año en el Cesar. Lo proyectado para poder competir con países como Brasil y Vietnam, es darle valor agregado con la venta diferencial por calidad.
La Federación Nacional de Cafeteros dio a conocer que gracias a los 9,1 millones de sacos, la producción de café de Colombia, el mayor productor mundial de café arábigo suave lavado, creció 3 % en lo corrido del año frente a los 8,8 millones de sacos producidos en el mismo periodo anterior.
Sin embargo, el Cesar allí no tiene incidencia porque recién a finales de septiembre empezará la producción de la cosecha de café que normalmente encierra los cuatro meses de octubre a enero.
El 4 de septiembre la carga de café de 125 kilogramos cerró en $792.000, precio regular de venta. Ahora, siguiendo el ejemplo de otros departamentos como Santander, se aprobó e inició agenda de un proyecto $13.400 millones.
El objetivo general con el que fue aprobado en Colciencias hace unos meses fue “Desarrollo experimental para el mejoramiento de la competitividad del sector cafetero del departamento del Cesar”.
Pero, en ¿qué consiste? El mercado mundial del café y los precios premian lo especial, lo diferente. Apoyados en la ejecución de una investigación científica, se perfilará la producción del café en el Cesar para dividirlos según los parámetros que califican los cafés especiales. Es así como se venderá por perfil de tazas.
“Esto anima a que el productor siembre o se renueven los cafetales. Nosotros tenemos un buen café, pero si no lo sabemos vender no tendremos rentabilidad. Si lo vendemos de forma convencional lo pagarán a precio normal ($792.000) la carga, pero si se vende diferenciado podemos alcanzar hasta el $1.500.000 la carga”, explicó Álvaro Osorio, director ejecutivo del Comité de cafeteros Cesar-Guajira.
En los 19 municipios cesarenses cafeteros se tiene la estimación de 8.220 caficultores que tienen sembradas alrededor de 25.950 hectáreas de café. Igual que a nivel nacional predomina el café arábigo suave lavado. Pero en el Cesar también se cosecha café de calidad o especial, dentro de los ítems internacionales, como el aroma a frutos rojos, café acaramelado, de altura que permite una taza de alta acidez, entre otros.
Al crear una clasificación por cosecha o productor (tipo menú), el caficultor será certificado en venta de cafés especiales y podrá venderlo a precios más altos a mercados como Europa y Japón. “Nosotros no podemos competir con mercados como Brasil o Vietnam, debemos es apostarle a la calidad”, detalló el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo.
El café es más fuerte en el norte y centro del Cesar. Cifras estimadas ordenan a Codazzi como el primer productor de café con 5.800 hectáreas sembradas, Pueblo Bello, 5.750; La Paz, 4.800; La Jagua, 2.800; y Valledupar termina los primeros cinco con alrededor de 2.080 hectáreas sembradas.
“Pero lo importante no es tenerlo, sino mantenerlo, pero si yo llego y le vendo un café espectacular pero luego se lo vendo normalito, no me lo va a comprar. Entonces, debemos luchar por tener consistencia en la tasa”, concluye Álvaro Osorio.
POR: DEIVIS CARO/ EL PILÓN
A finales de septiembre empieza a salir la cosecha de café de este año en el Cesar. Lo proyectado para poder competir con países como Brasil y Vietnam, es darle valor agregado con la venta diferencial por calidad.
La Federación Nacional de Cafeteros dio a conocer que gracias a los 9,1 millones de sacos, la producción de café de Colombia, el mayor productor mundial de café arábigo suave lavado, creció 3 % en lo corrido del año frente a los 8,8 millones de sacos producidos en el mismo periodo anterior.
Sin embargo, el Cesar allí no tiene incidencia porque recién a finales de septiembre empezará la producción de la cosecha de café que normalmente encierra los cuatro meses de octubre a enero.
El 4 de septiembre la carga de café de 125 kilogramos cerró en $792.000, precio regular de venta. Ahora, siguiendo el ejemplo de otros departamentos como Santander, se aprobó e inició agenda de un proyecto $13.400 millones.
El objetivo general con el que fue aprobado en Colciencias hace unos meses fue “Desarrollo experimental para el mejoramiento de la competitividad del sector cafetero del departamento del Cesar”.
Pero, en ¿qué consiste? El mercado mundial del café y los precios premian lo especial, lo diferente. Apoyados en la ejecución de una investigación científica, se perfilará la producción del café en el Cesar para dividirlos según los parámetros que califican los cafés especiales. Es así como se venderá por perfil de tazas.
“Esto anima a que el productor siembre o se renueven los cafetales. Nosotros tenemos un buen café, pero si no lo sabemos vender no tendremos rentabilidad. Si lo vendemos de forma convencional lo pagarán a precio normal ($792.000) la carga, pero si se vende diferenciado podemos alcanzar hasta el $1.500.000 la carga”, explicó Álvaro Osorio, director ejecutivo del Comité de cafeteros Cesar-Guajira.
En los 19 municipios cesarenses cafeteros se tiene la estimación de 8.220 caficultores que tienen sembradas alrededor de 25.950 hectáreas de café. Igual que a nivel nacional predomina el café arábigo suave lavado. Pero en el Cesar también se cosecha café de calidad o especial, dentro de los ítems internacionales, como el aroma a frutos rojos, café acaramelado, de altura que permite una taza de alta acidez, entre otros.
Al crear una clasificación por cosecha o productor (tipo menú), el caficultor será certificado en venta de cafés especiales y podrá venderlo a precios más altos a mercados como Europa y Japón. “Nosotros no podemos competir con mercados como Brasil o Vietnam, debemos es apostarle a la calidad”, detalló el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo.
El café es más fuerte en el norte y centro del Cesar. Cifras estimadas ordenan a Codazzi como el primer productor de café con 5.800 hectáreas sembradas, Pueblo Bello, 5.750; La Paz, 4.800; La Jagua, 2.800; y Valledupar termina los primeros cinco con alrededor de 2.080 hectáreas sembradas.
“Pero lo importante no es tenerlo, sino mantenerlo, pero si yo llego y le vendo un café espectacular pero luego se lo vendo normalito, no me lo va a comprar. Entonces, debemos luchar por tener consistencia en la tasa”, concluye Álvaro Osorio.
POR: DEIVIS CARO/ EL PILÓN