Los habitantes de los barrios afectados culparon a las autoridades de lo sucedido porque esta situación ya se preveía y no hicieron nada por prevenirla.
A consecuencia del fuerte aguacero que arreció el pasado jueves en el municipio de Fonseca, alrededor de 200 casas de los barrios Cristo Rey, Villa Hermosa, El Retiro, Cerrejón y El Carmen, se inundaron por el desbordamiento del arroyo El Saíno.
El panorama que dejó del desbordamiento del arroyo fue desolador: casa anegadas, paredes de bahareque en el suelo y familias a la intemperie.
Muchos de los residentes en el sector se vieron obligados a abandonar sus viviendas y esperar a que dejara de llover. En diferentes moradas los colchones, útiles de cocina y electrodomésticos se averiaron con el agua. De igual forma, varias acequias que bañan a la población también se desbordaron, dejando una estela de lodo fétido al interior de las viviendas porque las alcantarillas se taponaron y hubo derramamiento de aguas servidas en varias calles de la población.
Los habitantes de los barrios afectados culparon a las autoridades de lo sucedido porque esta situación ya se preveía y no hicieron nada por prevenirla. El arroyo requiere de obras urgentes para su canalización.
Los habitantes de los barrios afectados culparon a las autoridades de lo sucedido porque esta situación ya se preveía y no hicieron nada por prevenirla.
A consecuencia del fuerte aguacero que arreció el pasado jueves en el municipio de Fonseca, alrededor de 200 casas de los barrios Cristo Rey, Villa Hermosa, El Retiro, Cerrejón y El Carmen, se inundaron por el desbordamiento del arroyo El Saíno.
El panorama que dejó del desbordamiento del arroyo fue desolador: casa anegadas, paredes de bahareque en el suelo y familias a la intemperie.
Muchos de los residentes en el sector se vieron obligados a abandonar sus viviendas y esperar a que dejara de llover. En diferentes moradas los colchones, útiles de cocina y electrodomésticos se averiaron con el agua. De igual forma, varias acequias que bañan a la población también se desbordaron, dejando una estela de lodo fétido al interior de las viviendas porque las alcantarillas se taponaron y hubo derramamiento de aguas servidas en varias calles de la población.
Los habitantes de los barrios afectados culparon a las autoridades de lo sucedido porque esta situación ya se preveía y no hicieron nada por prevenirla. El arroyo requiere de obras urgentes para su canalización.