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Especiales - 4 noviembre, 2022

Homenaje al Colegio Nacional Loperena (Poema)

Recordé los años que ya se habían ido, de un tiempo sumido en mi soledad.

Colegio Nacional Loperena.
Colegio Nacional Loperena.

Una tarde triste sentado en mi hamaca,
el humo del tabaco me fue adormeciendo.
Me sumí en los recuerdos de mi adolescencia,
y del Loperena querido colegio.

Recordé los años que ya se habían ido,
de un tiempo sumido en mi soledad.
Recordé la escuela del pobre y del rico,
la madre querida de la libertad.

Tu techo cansado recuerdo en silencio,
de teja teñida de un rojo fugaz,
tus muros de antaño que testigo fueron,
de un siglo agitado de guerra y de paz.

Oí soplar el viento que silbando lleva
la arena reseca sin fertilidad,
hoy llena de árboles y de sombra buena,
sembrados por ‘Chente’, en su soledad.

Fuiste tú la escuela de compositores,
centro de enseñanza en pos de la verdad.
Hoy te has convertido en cuna de cantores,
Que en sentidos versos te recordarán.

Estoy ya muy viejo y tan solo te pido,
viejo Loperena, festejando yá,
los años ochenta que ya tú has cumplido
que sigas tu rumbo de ciencia y verdad,

que sigas formando a mi pueblo querido,
que sigas tu camino sin mirar atrás,
gracias Loperena te dice este hijo,
que ha sido testigo de tu trajinar.

POR FABIO RAMÍREZ ARIZA/ ESPECIAL PARA EL PILÓN

Especiales
4 noviembre, 2022

Homenaje al Colegio Nacional Loperena (Poema)

Recordé los años que ya se habían ido, de un tiempo sumido en mi soledad.


Colegio Nacional Loperena.
Colegio Nacional Loperena.

Una tarde triste sentado en mi hamaca,
el humo del tabaco me fue adormeciendo.
Me sumí en los recuerdos de mi adolescencia,
y del Loperena querido colegio.

Recordé los años que ya se habían ido,
de un tiempo sumido en mi soledad.
Recordé la escuela del pobre y del rico,
la madre querida de la libertad.

Tu techo cansado recuerdo en silencio,
de teja teñida de un rojo fugaz,
tus muros de antaño que testigo fueron,
de un siglo agitado de guerra y de paz.

Oí soplar el viento que silbando lleva
la arena reseca sin fertilidad,
hoy llena de árboles y de sombra buena,
sembrados por ‘Chente’, en su soledad.

Fuiste tú la escuela de compositores,
centro de enseñanza en pos de la verdad.
Hoy te has convertido en cuna de cantores,
Que en sentidos versos te recordarán.

Estoy ya muy viejo y tan solo te pido,
viejo Loperena, festejando yá,
los años ochenta que ya tú has cumplido
que sigas tu rumbo de ciencia y verdad,

que sigas formando a mi pueblo querido,
que sigas tu camino sin mirar atrás,
gracias Loperena te dice este hijo,
que ha sido testigo de tu trajinar.

POR FABIO RAMÍREZ ARIZA/ ESPECIAL PARA EL PILÓN