Esta es la segunda fase del programa, la primera etapa terminó en diciembre del año pasado.
Sandra Santiago B.
[email protected]
Tras culminar con éxito la primera etapa del proyecto Colombia Cafetera Sostenible, los Países Bajos hicieron un nuevo aporte a los caficultores del Cesar, esta vez por 300 mil euros para hacer la segunda fase.
En diciembre pasado, la Federación Nacional de Cafeteros, con el apoyo del gobierno holandés, a través de su embajada, la Fundación Douwe Egberts y la Gobernación del Cesar, logró que 600 familias cafeteras de la Serranía del Perijá retornaran a sus fincas, luego de estar varios años alejados de estas, por el conflicto armado que se presentó en la zona.
Como lo único que estas familias saben es producir café, la Federación, el gobierno holandés, la Fundación D. E. y la Gobernación iniciaron con ellos un proyecto, que no solo les permitió retornar a sus tierras, sino que además les permitió recuperar la confianza, renovar sus cafetales y soñar con un futuro mejor.
En esa primera fase, que inició en el año 2010 hasta diciembre de 2012, los Países Bajos empezaron aportando a la Federación 600 mil euros y terminaron con más de un millón de euros.
“Hoy el aporte que nos hacen es muy significativo, porque no solo vamos a seguir con esas 600 familias iniciales, sino que vamos a tener 200 personas más para fortalecer la parte social, administrativa y productiva”, dijo el gerente del Comité de Cafeteros del Cesar y La Guajira, Agustín Giraldo Gómez.
Los 600 caficultores están asentados en los municipios de Codazzi, Becerril, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico, y podrán fortalecer sus capacidades como empresarios y contar con asistencia técnica profesional, que unidos trabajarán por cultivar un café de alta calidad que compita en los mercados nacionales e internacionales y a su vez mejore la calidad de vida de estas familias.
“Lo que se busca es hacer que el caficultor se vuelva un empresario, para eso se le va a capacitar para que sepa administrar la finca desde el punto de vista empresarial, porque teniendo mejores manejos se mejora la productividad y se generan mayores ingresos, por tanto consigue mejor bienestar”, agregó Giraldo Gómez.
El café tendrá certificado UTZ, que le va a permitir abrir un mercado internacional, aunque es de destacar que ya Holanda está interesado en acopiar este grano de la Serranía del Perijá.
Esta es la segunda fase del programa, la primera etapa terminó en diciembre del año pasado.
Sandra Santiago B.
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Tras culminar con éxito la primera etapa del proyecto Colombia Cafetera Sostenible, los Países Bajos hicieron un nuevo aporte a los caficultores del Cesar, esta vez por 300 mil euros para hacer la segunda fase.
En diciembre pasado, la Federación Nacional de Cafeteros, con el apoyo del gobierno holandés, a través de su embajada, la Fundación Douwe Egberts y la Gobernación del Cesar, logró que 600 familias cafeteras de la Serranía del Perijá retornaran a sus fincas, luego de estar varios años alejados de estas, por el conflicto armado que se presentó en la zona.
Como lo único que estas familias saben es producir café, la Federación, el gobierno holandés, la Fundación D. E. y la Gobernación iniciaron con ellos un proyecto, que no solo les permitió retornar a sus tierras, sino que además les permitió recuperar la confianza, renovar sus cafetales y soñar con un futuro mejor.
En esa primera fase, que inició en el año 2010 hasta diciembre de 2012, los Países Bajos empezaron aportando a la Federación 600 mil euros y terminaron con más de un millón de euros.
“Hoy el aporte que nos hacen es muy significativo, porque no solo vamos a seguir con esas 600 familias iniciales, sino que vamos a tener 200 personas más para fortalecer la parte social, administrativa y productiva”, dijo el gerente del Comité de Cafeteros del Cesar y La Guajira, Agustín Giraldo Gómez.
Los 600 caficultores están asentados en los municipios de Codazzi, Becerril, Chiriguaná y La Jagua de Ibirico, y podrán fortalecer sus capacidades como empresarios y contar con asistencia técnica profesional, que unidos trabajarán por cultivar un café de alta calidad que compita en los mercados nacionales e internacionales y a su vez mejore la calidad de vida de estas familias.
“Lo que se busca es hacer que el caficultor se vuelva un empresario, para eso se le va a capacitar para que sepa administrar la finca desde el punto de vista empresarial, porque teniendo mejores manejos se mejora la productividad y se generan mayores ingresos, por tanto consigue mejor bienestar”, agregó Giraldo Gómez.
El café tendrá certificado UTZ, que le va a permitir abrir un mercado internacional, aunque es de destacar que ya Holanda está interesado en acopiar este grano de la Serranía del Perijá.