CESAR

Histórico acto restaurativo en Valledupar: víctimas y exmilitares del Batallón La Popa se reunieron para no repetir el pasado

Víctimas y fuerza pública del Batallón La Popa se encuentran para reconocer la verdad, dignificar a las víctimas y comprometerse con la no repetición del conflicto armado en el Cesar.

Panel de diálogo restaurativo integrado por el magistrado José Miller Hormiga (JEP), la directora nacional de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), Alejandra Villalobos, la representante de las víctimas y el representante de los miembros del Ejército. Foto: Jesús Ochoa.

Panel de diálogo restaurativo integrado por el magistrado José Miller Hormiga (JEP), la directora nacional de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), Alejandra Villalobos, la representante de las víctimas y el representante de los miembros del Ejército. Foto: Jesús Ochoa.

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Este martes, 8 de julio, la Biblioteca Departamental fue escenario del acto de memoria y reconciliación titulado “Diálogos que restauran: conocer y reconocer para no repetir”, en el que víctimas y comparecientes del conflicto armado en el Cesar se reunieron para dignificar el buen nombre de nueve personas asesinadas en ejecuciones extrajudiciales por miembros del Batallón de Artillería N.° 2 La Popa de Valledupar.

Este evento no tiene precedentes en la región, al ser reconocido como el primer acto restaurativo en la Costa Caribe que cuenta con la comparecencia de la fuerza pública. La Gobernación del Cesar resaltó la trascendencia de este hecho, destacando el compromiso institucional con la justicia transicional y la construcción de paz. En palabras del magistrado de la JEP José Miller Hormiga, “lo restaurativo implica encontrarnos como seres humanos”, enfatizando la dimensión humana y transformadora de estos encuentros.

Un proceso restaurativo de meses

El evento fue el cierre de un proceso restaurativo desarrollado durante más de ocho meses, liderado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y acompañado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), organizaciones de derechos humanos y representantes de la sociedad civil. Durante este tiempo, víctimas y comparecientes participaron en encuentros separados y conjuntos, buscando comprender lo sucedido y construir acciones simbólicas de reparación.

Leer:“No es que ellos hayan sido declarados inocentes, ellos son responsables del hecho”: magistrado de la JEP, José Hormiga

“Este acto es ante todo un homenaje a la dignidad, a la resistencia y a la verdad de las víctimas del conflicto armado en el departamento de Cesar y de la Costa Caribe”, expresó Alejandra Villalobos, directora nacional de la ARN, quien resaltó la importancia de “dejar una huella colectiva contra el negacionismo y visibilizar no solo el dolor, sino también la fuerza de quienes han sobrevivido a la violencia y han alzado su voz por la justicia, la verdad, la reparación y la no repetición”.

Reconocimiento y compromiso de la fuerza pública

El acto contó con la presencia de 15 comparecientes, exintegrantes del Batallón La Popa, quienes participaron en la construcción de iniciativas restaurativas. “Reconocer responsabilidad significa mirar de frente el daño y nombrarlo con valentía. Es un acto difícil, implica aceptar que el uniforme que protege a la sociedad, en algunos casos se convierte en un instrumento de muertes injustificadas”, afirmó Karen Saco, representante judicial de las víctimas.

Quince militares comparecientes, exintegrantes del Batallón de Artillería N° 2 La Popa, participaron en el acto restaurativo en la Biblioteca Departamental. Foto: Jesús Ochoa.

Uno de los comparecientes, Hermenegildo Ustariz, tomó la palabra para subrayar el valor de la verdad: “Hoy nosotros estamos dando la cara, le damos la cara a la víctima y al pueblo cesarense y reconocemos esos hechos donde nosotros causamos mucho dolor y sufrimiento. Contribuimos en algo al sufrimiento de la víctima. Lo que digamos, sé que no va a aliviar ese sufrimiento, pero sí podemos trabajar en la memoria, en la verdad y que estos hechos no se repitan jamás”.

La voz de las víctimas

María Sofía Romero, vocera del grupo de familiares de víctimas, compartió el sentir de quienes han luchado durante décadas por limpiar el nombre de sus seres queridos: “Hoy es un día con mucha ilusión porque son 22 años que ya no tenemos a mi hermano, que estamos tratando de limpiar su buen nombre, tanto el de mi hermano como el de todas las víctimas”.

Familiares de las nueve víctimas de ejecuciones extrajudiciales y de las 129 reconocidas en el departamento del Cesar, durante el acto de dignificación y memoria realizado en la Biblioteca Departamental. Foto: Jesús Ochoa.

Romero hizo un llamado a la verdad: “En nombre de las víctimas, les pido que, por favor, digan la verdad. Que todo se aclare para que veamos esto, para que ya dejemos de sufrir. Porque siempre va a estar ahí. Con esto que estamos haciendo no vamos a revivir a nuestras víctimas, pero al final vamos a limpiar su buen nombre”.

Acciones simbólicas y reparación

Durante el evento se inauguró una exposición fotográfica en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez construida a partir de la memoria compartida, y se anunció la próxima publicación de un texto restaurativo en medios locales, donde los comparecientes reconocen el daño causado y se comprometen con la no repetición. 

“Este proceso en sí mismo ha sido un acto restaurativo. Haber logrado de forma voluntaria un encuentro entre quienes causaron el daño y quienes lo sufrieron refleja la posibilidad real de transformar el dolor en conciencia y en memoria de un compromiso civil”, destacó Jaideth Mejía, enlace del proceso de acompañamiento.

Justicia restaurativa y futuro

El magistrado José Miller Hormiga, de la JEP, enfatizó el carácter judicial y restaurativo del proceso: “La renuncia a la persecución penal no es ni una forma de impunidad ni tampoco es una declaración de inocencia. Para los comparecientes, ese aporte de verdad es uno de los elementos más importantes como muestra de reparación”.

El acto concluyó con un mensaje de esperanza y responsabilidad colectiva: “La paz no se construye solo con acuerdos o con normas. Se construye desde la dignidad, desde la escucha y desde el reconocimiento del otro. Lo que hemos vivido aquí queda como una huella de memoria y con una promesa de seguir caminando hacia un país más justo, humano y verdadero”, resumió Mejía.

Este evento marca un precedente en la Costa Caribe y en Colombia, demostrando que la verdad, el reconocimiento y la memoria son pilares fundamentales para la reconciliación y la no repetición.

Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN

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