Muchos de los favorecidos en la reconversión laboral de los carromuleros en Valledupar están felices con su nueva herramienta de transporte, un motocarro.
Johnny de Jesús Núñez Mieles fue uno de los 27 carromuleros beneficiados el pasado 15 de mayo con la reconversión laboral que lidera la Alcaldía de Valledupar, iniciativa que busca el cambio de los conductores de vehículos de tracción animal por vehículos de motor y así cumplir con Decreto 1666 del 12 de mayo de 2010.
Este proyecto se venía tejiendo en Valledupar desde el 2013 con el entonces alcalde, Fredys Socarrás Reales, y se materializó en el mandato de Augusto Ramírez Uhía, quien entregó motocarros a 27 de las 350 personas vinculadas al proceso de reconversión.
Johnny lleva en el oficio más de 25 años, trabajo que le ha dado lo suficiente para mantener a su familia que está conformada por su esposa y dos hijos. “Aunque ya no velo por mi hija mayor, tiene 22 años, porque se casó hace poco y vive con su marido, el menor tiene 14 y está en el colegio”, contó Núñez.
Este hombre recordó que a los 19 años su padre le regaló a Lucero, una hermosa yegua, de piel oscura y hermoso pelaje. “A Lucero la traje de Valencia de Jesús, mi papá me la regaló para que iniciara a trabajar porque no tenía”, recordó.
Después de Lucero tuvo otros caballos más, entre ellos uno que llamó El Niño, otro al que le puso por nombre El Abuelo, porque lo compró con avanzada edad. “Después El Mancha, ese le puso así porque tenía manchas en todo el cuerpo, a otro le puse Mantequillo y llegaron otros más hasta el último que tuve que fue Muñeco, mi último Caballo”, acotó.
Johnny aseguró que a pesar de las tristezas de no tener a Muñeco, agradece el gran momento por el que está pasando con su nuevo medio de transporte.
“Ahora es más cómodo, gasto menos y gano más”, dijo el vallenato, quien explicó que cuando tenía a Muñeco debía alimentarlo y en su comida diaria se gastaba diez mil pesos, y cada tres días debía gastar siete mil pesos para comprar el juego de las herraduras. Además estaba expuesto a las duras jornadas de sol y lluvia.
“Ahora solo le gasto lo de la gasolina que son 40 mil pesos cada cinco días y voy más cómodo, no me mojo cuando llueve y no me asoleo tanto y sobre todo ya Muñeco no tiene que pasar tantas horas en esa jornada laboral”, dijo entre risas.
Hoy en día Núñez se gana diariamente entre 70 mil y 100 mil pesos, por lo que considera que el cambio en su vida es positivo y notorio.
“Hace nueve años trabajo en la Ferretería El 12, ahí hago viajes a las personas que compran arena, cemento y entre otras cosas, el cliente me cancela, ese pago va de acuerdo al peso y oscila entre los $15 mil y $20 mil”, explicó.
Johnny tiene dos meses de no ver a Muñeco y dijo que le duele porque lo extraña pero el que más ha sufrido es su hijo menor. “El día que entregué a Muñeco el niño se puso muy triste, no dejaba de llorar, él lo lidiaba, le daba de comer y lo consentía mucho, a todos nos ha dado duro pero a él más”, contó
A pesar que está muy contento con su nuevo transporte para trabajar, Johnny no guarda la esperanza de volver a ver al animal que lo acompañó durante cuatro años de su vida laboral y familiar.
“Me contaron que estaba en una finca que queda por la vía de Atánquez, lo único que pido es que lo traten bien y que le den su buena comida; yo le daba concentrado, maíz, maleza y panela, yo lo tenía bien cuidado”, estas fueron sus súplicas.
Mientras tanto, Johnny cosecha existo con su nuevo vehículo el cual está a nombre de él, cuenta con todo sus papeles de tránsito al día y espera seguir ganando cada día más para seguir cuidando a su familia y brindarle un mejor futuro a su hijo.
Por Sara Maestre DiazGranados
PIE DE FOTO: Este es Muñeco, el último caballo de Johnny Núñez. Cortesía.
Muchos de los favorecidos en la reconversión laboral de los carromuleros en Valledupar están felices con su nueva herramienta de transporte, un motocarro.
Johnny de Jesús Núñez Mieles fue uno de los 27 carromuleros beneficiados el pasado 15 de mayo con la reconversión laboral que lidera la Alcaldía de Valledupar, iniciativa que busca el cambio de los conductores de vehículos de tracción animal por vehículos de motor y así cumplir con Decreto 1666 del 12 de mayo de 2010.
Este proyecto se venía tejiendo en Valledupar desde el 2013 con el entonces alcalde, Fredys Socarrás Reales, y se materializó en el mandato de Augusto Ramírez Uhía, quien entregó motocarros a 27 de las 350 personas vinculadas al proceso de reconversión.
Johnny lleva en el oficio más de 25 años, trabajo que le ha dado lo suficiente para mantener a su familia que está conformada por su esposa y dos hijos. “Aunque ya no velo por mi hija mayor, tiene 22 años, porque se casó hace poco y vive con su marido, el menor tiene 14 y está en el colegio”, contó Núñez.
Este hombre recordó que a los 19 años su padre le regaló a Lucero, una hermosa yegua, de piel oscura y hermoso pelaje. “A Lucero la traje de Valencia de Jesús, mi papá me la regaló para que iniciara a trabajar porque no tenía”, recordó.
Después de Lucero tuvo otros caballos más, entre ellos uno que llamó El Niño, otro al que le puso por nombre El Abuelo, porque lo compró con avanzada edad. “Después El Mancha, ese le puso así porque tenía manchas en todo el cuerpo, a otro le puse Mantequillo y llegaron otros más hasta el último que tuve que fue Muñeco, mi último Caballo”, acotó.
Johnny aseguró que a pesar de las tristezas de no tener a Muñeco, agradece el gran momento por el que está pasando con su nuevo medio de transporte.
“Ahora es más cómodo, gasto menos y gano más”, dijo el vallenato, quien explicó que cuando tenía a Muñeco debía alimentarlo y en su comida diaria se gastaba diez mil pesos, y cada tres días debía gastar siete mil pesos para comprar el juego de las herraduras. Además estaba expuesto a las duras jornadas de sol y lluvia.
“Ahora solo le gasto lo de la gasolina que son 40 mil pesos cada cinco días y voy más cómodo, no me mojo cuando llueve y no me asoleo tanto y sobre todo ya Muñeco no tiene que pasar tantas horas en esa jornada laboral”, dijo entre risas.
Hoy en día Núñez se gana diariamente entre 70 mil y 100 mil pesos, por lo que considera que el cambio en su vida es positivo y notorio.
“Hace nueve años trabajo en la Ferretería El 12, ahí hago viajes a las personas que compran arena, cemento y entre otras cosas, el cliente me cancela, ese pago va de acuerdo al peso y oscila entre los $15 mil y $20 mil”, explicó.
Johnny tiene dos meses de no ver a Muñeco y dijo que le duele porque lo extraña pero el que más ha sufrido es su hijo menor. “El día que entregué a Muñeco el niño se puso muy triste, no dejaba de llorar, él lo lidiaba, le daba de comer y lo consentía mucho, a todos nos ha dado duro pero a él más”, contó
A pesar que está muy contento con su nuevo transporte para trabajar, Johnny no guarda la esperanza de volver a ver al animal que lo acompañó durante cuatro años de su vida laboral y familiar.
“Me contaron que estaba en una finca que queda por la vía de Atánquez, lo único que pido es que lo traten bien y que le den su buena comida; yo le daba concentrado, maíz, maleza y panela, yo lo tenía bien cuidado”, estas fueron sus súplicas.
Mientras tanto, Johnny cosecha existo con su nuevo vehículo el cual está a nombre de él, cuenta con todo sus papeles de tránsito al día y espera seguir ganando cada día más para seguir cuidando a su familia y brindarle un mejor futuro a su hijo.
Por Sara Maestre DiazGranados
PIE DE FOTO: Este es Muñeco, el último caballo de Johnny Núñez. Cortesía.