Antes de hacer entrega del mando, el presidente Juan Manuel Santos firmó el decreto que delimita la llamada ‘Línea Negra’ en la Sierra Nevada de Santa Marta, con el cual se “definen sitios sagrados de los pueblos indígenas” y se adopta como medida para proteger la riqueza ambiental y cultural de esta zona del país que comprende los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira.

La ‘Línea Negra’ tiene como antecedente la Sentencia T-547 de 2010, en la que la Corte Constitucional amparó los derechos fundamentales de la Sierra Nevada y busca garantizar el derecho a la privacidad y el ingreso a los predios de los pueblos arhuacos, wiwas, koguis y kankuamos. Sin embargo, en el documento se dice que esta decisión no afectará los derechos adquiridos por terceros y los de propiedad privada.

Pero a pesar de que se respeten los derechos adquiridos con anterioridad, los propietarios de los terrenos sagrados deberán proteger y cuidar el territorio.

Este documentos según el presidente Santos fue discutido durante cuatro años de su gobierno con líderes de los pueblos indígenas, pero desde que se dio a conocer su firma ha generado algunas controversias por parte de los empresarios, que expresaron que la delimitación de los 348 sitios sagrados podría causar daños sobre las actividades económicas que se dan en la zona. La delimitación no incluye solo territorios donde están los resguardos, ya que cubre algunas zonas de ciudades como Valledupar.

El decreto obliga a los propietarios de los terrenos a conservar la flora y fauna que hace parte de la cosmogonía de los pueblos de la sierra, en garantía del principio ecológico y la propiedad privada, y reconoce que los indígenas son claves para la conservación del medio ambiente.