A partir de la fecha, Valledupar y su gente se enfrentan a dos temporadas coyunturales que demandan atención y planificación: en primera instancia la Semana Santa y seguidamente el Festival de la Leyenda Vallenata.
A partir de la fecha, Valledupar y su gente se enfrentan a dos temporadas coyunturales que demandan atención y planificación: en primera instancia la Semana Santa y seguidamente el Festival de la Leyenda Vallenata.
Son dos festividades que implican grandes concentraciones de público, lo cual obliga, tanto a las autoridades como a la misma ciudadanía, a prever diversas situaciones que podrían presentarse y afectar su normal desarrollo, en especial lo relacionado con orden público, servicios públicos domiciliarios, atención en salud, alimentación, transporte, entre otros.
Por estos días Valledupar atrae a muchos turistas y personas que participan en sus rituales religiosos, además de otras tradiciones. Todo eso pone a prueba la infraestructura de la ciudad que debe estar preparada para toda esa gente que llega cada año a recorrer y disfrutar del río Guatapurí y diversos encantos culturales de la región.
Se requiere que las autoridades y empresas prestadoras de servicios públicos, con mayor énfasis Emdupar, se anticipen con medidas preventivas. Con antelación se sabe que durante la Semana Santa aumenta la demanda de agua en hogares y establecimientos turísticos. Por ello, Emdupar y las demás entidades responsables deben redoblar esfuerzos para garantizar una distribución eficiente, continua y de calidad.
Esperemos que a estas alturas ya se hayan hecho los mantenimientos preventivos a las redes de acueducto para minimizar riesgos de fugas. La ciudadanía también debe hacer lo suyo y contribuir con el uso racional del agua.
Nos tranquiliza un poco escuchar por parte del secretario de Gobierno municipal, Jorge Luis Pérez, que se han diseñado planes de contingencia para atender todas las eventualidades mediante la coordinación interinstitucional entre la alcaldía, organismos de turismo, salud pública, Policía Nacional, Ejército Nacional, entre otros.
Debemos mostrarles a nuestros visitantes una ciudad limpia y organizada, por ello se le debe dar prioridad a la recolección de basuras, optimizar el alcantarillado para evitar los malos olores, en especial en la zona del Centro Histórico; lo mismo que garantizar el suministro permanente de energía eléctrica y gas natural.
Los preparativos son un deber de ciudad y un compromiso con el bienestar colectivo de propios y visitantes, pero también se debe orientar a la ciudadanía para que tenga en cuenta aspectos como el buen manejo de basuras y todo tipo de desechos en los espacios públicos.
Durante estos días, muchas familias optan por preparaciones tradicionales como pescado, mote, yuca, plátano y dulces típicos. Las autoridades sanitarias deben ejercer controles sobre la cadena de comercialización de alimentos, especialmente en mercados populares, para garantizar la calidad de los productos y su manipulación adecuada. Se recomienda comprar pescado y mariscos en lugares certificados y evitar el consumo de comidas de dudosa procedencia.
Las procesiones, misas y actos litúrgicos deben contar con apoyo logístico y coordinación institucional. Se espera que tanto feligreses como organizadores respeten los horarios, mantengan el orden y acaten las recomendaciones de las autoridades.
La invitación es a vivir de mejor manera la Semana Mayor. Además de la oferta de artesanías en distintos lugares, en la plaza Alfonso López los esperan 80 locales con variedades de dulces típicos de la región, mientras que en el Parque de Los Algarrobillos otras 40 vendedoras están allí dispuestas para endulzarles el paladar a todos.
A partir de la fecha, Valledupar y su gente se enfrentan a dos temporadas coyunturales que demandan atención y planificación: en primera instancia la Semana Santa y seguidamente el Festival de la Leyenda Vallenata.
A partir de la fecha, Valledupar y su gente se enfrentan a dos temporadas coyunturales que demandan atención y planificación: en primera instancia la Semana Santa y seguidamente el Festival de la Leyenda Vallenata.
Son dos festividades que implican grandes concentraciones de público, lo cual obliga, tanto a las autoridades como a la misma ciudadanía, a prever diversas situaciones que podrían presentarse y afectar su normal desarrollo, en especial lo relacionado con orden público, servicios públicos domiciliarios, atención en salud, alimentación, transporte, entre otros.
Por estos días Valledupar atrae a muchos turistas y personas que participan en sus rituales religiosos, además de otras tradiciones. Todo eso pone a prueba la infraestructura de la ciudad que debe estar preparada para toda esa gente que llega cada año a recorrer y disfrutar del río Guatapurí y diversos encantos culturales de la región.
Se requiere que las autoridades y empresas prestadoras de servicios públicos, con mayor énfasis Emdupar, se anticipen con medidas preventivas. Con antelación se sabe que durante la Semana Santa aumenta la demanda de agua en hogares y establecimientos turísticos. Por ello, Emdupar y las demás entidades responsables deben redoblar esfuerzos para garantizar una distribución eficiente, continua y de calidad.
Esperemos que a estas alturas ya se hayan hecho los mantenimientos preventivos a las redes de acueducto para minimizar riesgos de fugas. La ciudadanía también debe hacer lo suyo y contribuir con el uso racional del agua.
Nos tranquiliza un poco escuchar por parte del secretario de Gobierno municipal, Jorge Luis Pérez, que se han diseñado planes de contingencia para atender todas las eventualidades mediante la coordinación interinstitucional entre la alcaldía, organismos de turismo, salud pública, Policía Nacional, Ejército Nacional, entre otros.
Debemos mostrarles a nuestros visitantes una ciudad limpia y organizada, por ello se le debe dar prioridad a la recolección de basuras, optimizar el alcantarillado para evitar los malos olores, en especial en la zona del Centro Histórico; lo mismo que garantizar el suministro permanente de energía eléctrica y gas natural.
Los preparativos son un deber de ciudad y un compromiso con el bienestar colectivo de propios y visitantes, pero también se debe orientar a la ciudadanía para que tenga en cuenta aspectos como el buen manejo de basuras y todo tipo de desechos en los espacios públicos.
Durante estos días, muchas familias optan por preparaciones tradicionales como pescado, mote, yuca, plátano y dulces típicos. Las autoridades sanitarias deben ejercer controles sobre la cadena de comercialización de alimentos, especialmente en mercados populares, para garantizar la calidad de los productos y su manipulación adecuada. Se recomienda comprar pescado y mariscos en lugares certificados y evitar el consumo de comidas de dudosa procedencia.
Las procesiones, misas y actos litúrgicos deben contar con apoyo logístico y coordinación institucional. Se espera que tanto feligreses como organizadores respeten los horarios, mantengan el orden y acaten las recomendaciones de las autoridades.
La invitación es a vivir de mejor manera la Semana Mayor. Además de la oferta de artesanías en distintos lugares, en la plaza Alfonso López los esperan 80 locales con variedades de dulces típicos de la región, mientras que en el Parque de Los Algarrobillos otras 40 vendedoras están allí dispuestas para endulzarles el paladar a todos.