En el marco de la economía naranja, organizadores del Festival de la Quinta entregaron un informe detallado de las personas, empresas, dividendos y sectores mayormente beneficiados con este evento, que rompió todo tipo de paradigmas.

El encargado de hacer el informe de gestión fue Fabián Dangond, quien explicó que este tipo de eventos pueden generar nuevas fuentes de ingreso, tanto para las organizaciones culturales, como para otros sectores de la economía de Valledupar.

Fueron más de $102 millones como presupuesto, de esos unos $96 millones fueron de gasto cultural y $6 millones para impuestos. En ese orden de ideas, durante las ocho horas del Festival, cada hora tuvo un promedio de costo de $13 millones. Las áreas de ejecución se basaron en 51.7 % en la logística-ambientación, el 31.4 % de la iluminación-industria gráfica y medios de comunicación, y el 16.9 en contingencia-grupos musicales.

Los organizadores y los 40 microempresarios hicieron una oferta de 5.380 productos y estimaron ingresos de ventas por $37.741.500. De esos se vendieron el 71.19 % de los productos, como bebidas (95.3 %), jardines o plantas (38.2 %), pintura (13.3 %), libros (32.3 %), accesorios (24.7 %), calzado (56.7 %), textil – moda (13.5 %) y gastronomía (75.1 %).

“Se proyectaban ingresos cercano a los $37 millones entre todos los empresarios y afortunadamente tuvimos el 48 % de todos esos ingresos, cerca de $18 millones”, indicó Dangond, ingeniero industrial de profesión.

La contribución fue de mucho valor para este sector de la ciudad. El certamen creó una atmosfera social agradable, donde convergieron alrededor de 7.499 personas de distintos estratos sociales, corriente política y empresarial, que contribuyeron al rescate social del centro histórico de la ciudad.

“Creo que aplicar el concepto de economía naranja le permitirá a las empresas culturales romper viejos esquemas de planificación, establecer prioridades, criterios y actitudes comunes, así como hacer un proceso de reflexión, y relanzamiento de ideas. Implementar las prácticas de seguimiento y control en todas las áreas, que le impriman una imagen de seriedad y excelencia, entre los concursantes, clientes y distintos actores culturales”, declaró Fabián Dangond.

Cerca de 3.778 productos fueron comprados por los visitantes al Festival de la Quinta, en sectores como gastronomía, textil – moda, calzado, accesorios, editorial, pintura, jardines plantas y bebidas.

Por Carlos Mario Jiménez
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