Con inicios religiosos, el Festival se convirtió en la celebración vallenata de mayor importancia en el país.
Llena de mitos y leyendas está Valledupar, ciudad en la que se cuentan las historias de ‘La Sirena’, el santo Ecce Homo y Francisco ‘El Hombre’, que son transmitidas de generación en generación.
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También está ‘La Leyenda Vallenata’, un relato que cuenta el milagro que la virgen del Rosario le hizo a los indígenas del viejo Valle de Upar en el año de 1576.
Esta leyenda se simbolizaba en varias poblaciones: Valledupar, Villanueva, El Molino y Codazzi. Actualmente esa representación se conoce como la ceremonia de ‘Las Cargas’ y se evidencia los últimos días del mes de abril cuando se da inicio al Festival de la Leyenda Vallenata.
De esa historia nace la idea de crear un concurso de acordeones que tiempo después se institucionalizó y hoy se conoce como la máxima festividad vallenata del planeta.
El Festival de la Leyenda Vallenata fue creado por Consuelo Araujo Noguera y Rafael Escalona, quienes parrandeaban con otras personas y tuvieron la idea de crear un evento que identificara al departamento debido a que ya se hacía el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos, entre otros; por lo que, leyendo la historia quisieron revivir unas ceremonias que se realizaban en algunos pueblos del Cesar, conmemorando así el acto histórico que ocurrió en esas fechas.
El abogado y columnista Jorge Nain Ruíz expresó: “El concurso de acordeoneros era un apéndice de la verdadera fiesta, que tenía un enfoque religioso, pero con el tiempo cobró más importancia el Festival Vallenato, de tal manera que lo que se popularizó fue el Festival como concurso de acordeoneros; tanto así que los turistas llegaban con la emoción de ver, escuchar y tocar a Alejandro Durán, Colacho Mendoza, Calixto Ochoa y Alfredo Gutiérrez, entre otros”.
Los hechos ocurridos el 27 de abril de 1576 están relacionados en la revista llamada ‘Valledupar, una historia para contar’, emitida por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, donde se reafirma la tesis y la decisión de que esta festividad inicie en esos días.
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Por su lado, el historiador Tomás Darío Gutiérrez afirma: “La gente cree que los actos de la Leyenda Vallenata fueron el 27 de abril, pero no, el hecho histórico que se dramatiza fue el 19 de diciembre de 1580 por la noche. Y luego lo que quisieron hacer fue darle a eso el carácter institucional de festival y en una de las reuniones alguien sugirió que se sumara una competencia de acordeón, por una razón muy obvia: en todas las fiestas de la región habían concursos espontáneos de piqueria y demás”.
Dicen las crónicas que corría el año 1576 cuando se dio un fatal enfrentamiento entre una alianza de los indios itotos, cariachiles, tupes y chimilas, contra los españoles colonizadores porque la india Francisca despertó celos en la esposa del portugués Antonio de Pereira. Por lo que la dama hispana, Ana de Peña, maltrató y azotó en presencia del resto de la servidumbre a la india, cortando su cabello seguidamente, ocasionando así una grave ofensa y humillación a la nativa.
Razón por la que los indígenas, en represalia con los españoles, decidieron atacarlos con flechas de fuego e incendiaron el templo de Santo Domingo. La leyenda cuenta que al poco tiempo apareció la virgen del Rosario, y con su manto apagó aquellas llamas, evitando así un siniestro mayor.
Los indígenas salieron despavoridos, continuando el camino y huyendo de los españoles. En el recorrido encontraron el conocido lago Sicarare, el cual envenenaron para que al llegar los hispanos, cansados y sedientos, bebieran del agua contaminada. Hecho que ocurrió, pero nuevamente se dio la aparición de la virgen del Rosario, devolviendo la vida a quienes habían tomado del preciado líquido, atribuyéndole así el milagro de la resurrección. (Aunque científicamente se demostró que el barbasco producía una especie de retardo y se desmayaban y posteriormente se levantaban).
“Hay que enseñarle a la gente que esto es leyenda, esta es una historia que tiene su valor histórico porque partió de un hecho real, que luego se adornó con fantasías. Los indígenas se tomaron Valledupar, hubo 52 personas muertas; los persiguieron los españoles, fusilaron a la muchacha que ocasionó todo el problema, pero el resto es fantasía”, precisó Tomás Darío Gutiérrez.
A raíz de la pandemia ocasionada por el coronavirus, por segundo año consecutivo no se realizará el Festival de la Leyenda Vallenata durante su tradicional fecha, la cual se había mantenido inamovible por más de 50 años.
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Juan Rincón Vanegas, jefe de prensa del Festival, señaló: “El mes de abril en Valledupar tiene desde 1968 la connotación del acordeón, de los cantos y los versos que permiten durante cuatro días la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, un evento que tiene todos los ingredientes folclóricos para ser sinónimo de alegría y confraternidad. Además, que permite la conservación y promoción del vallenato auténtico”.
“Al no realizarse el Festival de la Leyenda Vallenata en su fecha tradicional llega la nostalgia, se suman recuerdos y se recrea la memoria con esos hechos donde un paseo, un merengue, un son y una puya marcan la pauta” agregó.
Al respecto, Nain Ruíz dijo: “Tradicionalmente allí nos encontrábamos con familiares y amigos que por circunstancias del destino viven hoy en diferentes ciudades y países. Era la oportunidad perfecta para compartir y departir escuchando las notas y las letras de la música que se nos metió en el corazón”.
Sumándose a él, el compositor Rodolfo Maestre mencionó: “Era una fecha que se empezaba a transpirar desde enero, ya uno se iba preparando. El Valle no es el mismo sin su fiesta anual”.
Por su parte, el cantautor Rosendo Romero expresó que le produce nostalgia porque rememora los festivales que hicieron en el pasado. “Abril siempre nos recordará que es la franja del año en donde hay una integración nacional e internacional, en la cual todos nos vestimos para nuestra fiesta vallenata”.
KETTY GUTIÉRREZ/EL PILÓN
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Con inicios religiosos, el Festival se convirtió en la celebración vallenata de mayor importancia en el país.
Llena de mitos y leyendas está Valledupar, ciudad en la que se cuentan las historias de ‘La Sirena’, el santo Ecce Homo y Francisco ‘El Hombre’, que son transmitidas de generación en generación.
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También está ‘La Leyenda Vallenata’, un relato que cuenta el milagro que la virgen del Rosario le hizo a los indígenas del viejo Valle de Upar en el año de 1576.
Esta leyenda se simbolizaba en varias poblaciones: Valledupar, Villanueva, El Molino y Codazzi. Actualmente esa representación se conoce como la ceremonia de ‘Las Cargas’ y se evidencia los últimos días del mes de abril cuando se da inicio al Festival de la Leyenda Vallenata.
De esa historia nace la idea de crear un concurso de acordeones que tiempo después se institucionalizó y hoy se conoce como la máxima festividad vallenata del planeta.
El Festival de la Leyenda Vallenata fue creado por Consuelo Araujo Noguera y Rafael Escalona, quienes parrandeaban con otras personas y tuvieron la idea de crear un evento que identificara al departamento debido a que ya se hacía el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos, entre otros; por lo que, leyendo la historia quisieron revivir unas ceremonias que se realizaban en algunos pueblos del Cesar, conmemorando así el acto histórico que ocurrió en esas fechas.
El abogado y columnista Jorge Nain Ruíz expresó: “El concurso de acordeoneros era un apéndice de la verdadera fiesta, que tenía un enfoque religioso, pero con el tiempo cobró más importancia el Festival Vallenato, de tal manera que lo que se popularizó fue el Festival como concurso de acordeoneros; tanto así que los turistas llegaban con la emoción de ver, escuchar y tocar a Alejandro Durán, Colacho Mendoza, Calixto Ochoa y Alfredo Gutiérrez, entre otros”.
Los hechos ocurridos el 27 de abril de 1576 están relacionados en la revista llamada ‘Valledupar, una historia para contar’, emitida por la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, donde se reafirma la tesis y la decisión de que esta festividad inicie en esos días.
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Por su lado, el historiador Tomás Darío Gutiérrez afirma: “La gente cree que los actos de la Leyenda Vallenata fueron el 27 de abril, pero no, el hecho histórico que se dramatiza fue el 19 de diciembre de 1580 por la noche. Y luego lo que quisieron hacer fue darle a eso el carácter institucional de festival y en una de las reuniones alguien sugirió que se sumara una competencia de acordeón, por una razón muy obvia: en todas las fiestas de la región habían concursos espontáneos de piqueria y demás”.
Dicen las crónicas que corría el año 1576 cuando se dio un fatal enfrentamiento entre una alianza de los indios itotos, cariachiles, tupes y chimilas, contra los españoles colonizadores porque la india Francisca despertó celos en la esposa del portugués Antonio de Pereira. Por lo que la dama hispana, Ana de Peña, maltrató y azotó en presencia del resto de la servidumbre a la india, cortando su cabello seguidamente, ocasionando así una grave ofensa y humillación a la nativa.
Razón por la que los indígenas, en represalia con los españoles, decidieron atacarlos con flechas de fuego e incendiaron el templo de Santo Domingo. La leyenda cuenta que al poco tiempo apareció la virgen del Rosario, y con su manto apagó aquellas llamas, evitando así un siniestro mayor.
Los indígenas salieron despavoridos, continuando el camino y huyendo de los españoles. En el recorrido encontraron el conocido lago Sicarare, el cual envenenaron para que al llegar los hispanos, cansados y sedientos, bebieran del agua contaminada. Hecho que ocurrió, pero nuevamente se dio la aparición de la virgen del Rosario, devolviendo la vida a quienes habían tomado del preciado líquido, atribuyéndole así el milagro de la resurrección. (Aunque científicamente se demostró que el barbasco producía una especie de retardo y se desmayaban y posteriormente se levantaban).
“Hay que enseñarle a la gente que esto es leyenda, esta es una historia que tiene su valor histórico porque partió de un hecho real, que luego se adornó con fantasías. Los indígenas se tomaron Valledupar, hubo 52 personas muertas; los persiguieron los españoles, fusilaron a la muchacha que ocasionó todo el problema, pero el resto es fantasía”, precisó Tomás Darío Gutiérrez.
A raíz de la pandemia ocasionada por el coronavirus, por segundo año consecutivo no se realizará el Festival de la Leyenda Vallenata durante su tradicional fecha, la cual se había mantenido inamovible por más de 50 años.
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Juan Rincón Vanegas, jefe de prensa del Festival, señaló: “El mes de abril en Valledupar tiene desde 1968 la connotación del acordeón, de los cantos y los versos que permiten durante cuatro días la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, un evento que tiene todos los ingredientes folclóricos para ser sinónimo de alegría y confraternidad. Además, que permite la conservación y promoción del vallenato auténtico”.
“Al no realizarse el Festival de la Leyenda Vallenata en su fecha tradicional llega la nostalgia, se suman recuerdos y se recrea la memoria con esos hechos donde un paseo, un merengue, un son y una puya marcan la pauta” agregó.
Al respecto, Nain Ruíz dijo: “Tradicionalmente allí nos encontrábamos con familiares y amigos que por circunstancias del destino viven hoy en diferentes ciudades y países. Era la oportunidad perfecta para compartir y departir escuchando las notas y las letras de la música que se nos metió en el corazón”.
Sumándose a él, el compositor Rodolfo Maestre mencionó: “Era una fecha que se empezaba a transpirar desde enero, ya uno se iba preparando. El Valle no es el mismo sin su fiesta anual”.
Por su parte, el cantautor Rosendo Romero expresó que le produce nostalgia porque rememora los festivales que hicieron en el pasado. “Abril siempre nos recordará que es la franja del año en donde hay una integración nacional e internacional, en la cual todos nos vestimos para nuestra fiesta vallenata”.
KETTY GUTIÉRREZ/EL PILÓN
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