Familiares de Katerine Rojas Medina, de 37 años, hallada sin vida el pasado 20 de febrero al interior de su residencia ubicada en la carrera 2 número 5 – 25 del barrio El Carmen del corregimiento de Casacará, en Codazzi, Cesar, exigen respuestas a las autoridades sobre su muerte, solicitando que este caso no quede impune, pues a casi cerca de dos meses de este crimen siguen sin conocerse los resultados de la necropsia.

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“Todo el proceso lo vemos tranquilo y la persona que la mató a ella está por ahí como si nada. Queremos justicia, queremos resultados”, dijo Lucenith Rojas Medina, una de las hermanas de la víctima, quien puso en conocimiento que la Fiscalía les notifica que no tiene requisitos para adelantar el proceso, y el principal sospechoso sigue libre.

Los familiares de Katerine, responsabilizan a la expareja sentimental de la víctima, de cometer el asesinato por celos, porque la occisa no quería estar junto a él tras ser víctima de maltrato intrafamiliar y este negaba que la misma ya tuviera una relación sentimental con otra persona. Además de ello, manifestaron que su pariente vivía bajo presiones de amenazas si llegaba a contar las agresiones que recibía.

No obstante, manifestaron a EL PILÓN que presuntamente moradores de la zona vieron al señalado salir de la residencia de su hermana la tarde en la que ocurrieron los hechos. 

Por esta razón, solicitan garantías en el proceso y justicia frente a lo ocurrido, pues el presunto asesino tras este suceso renunció a su empleo en Drummond y se fue del territorio con su familia.

Cabe recordar que el cuerpo de la víctima fue encontrado por su hijo mayor tendido en el piso de su residencia en medio de un “lago de sangre”, presentaba tres heridas con arma cortopunzante, una a la altura del cuello, otra en el tórax y una en el miembro superior izquierdo. Esta mujer era ama de casa y dejó a tres hijos.