EL PILÓN revisó las condiciones de bioseguridad con las que cuentan algunas instituciones educativas oficiales para analizar cómo afrontarán en este nuevo ciclo escolar.
En un recorrido de EL PILÓN por algunos establecimientos educativos de Valledupar y Cesar se encontró que varios de ellos carecen de los servicios esenciales como el de limpieza, hecho que se registra a falta de cuatro días para el inicio de las clases presenciales sin límite de aforo.
Esta situación ha sido reportada en otros colegios del municipio y zonas del departamento, mientras que la población estudiantil se prepara para regresar a las aulas el próximo 31 de enero.
En diálogo con el rector encargado de la institución Manuel Germán Cuello Gutiérrez, ubicada en la diagonal 21 BIS N. 4G-152, sector Santa Rita, Julio Rodríguez manifestó que a pesar de estar culminando el proceso de matrículas, carecen de las condiciones mínimas que exigen los ministerios de Educación y Salud, tales como jabón líquido para el obligatorio lavado de manos, así como tampoco el servicio de limpieza en el interior de las instalaciones. “Eso es fundamental para que los estudiantes puedan ingresar a las aulas”, aseguró el directivo.
Otra de las preocupaciones que expresó Rodríguez es el número de estudiantes por salón. “Nuestros salones de clase son de 30 metros cuadrados pero hay 45 y hasta más de 50 estudiantes por salón, lo cual limita el distanciamiento”.
El rector encargado agregó que para contrarrestar dicha situación que pone en riesgo la salud de los estudiantes, ha distribuido al alumnado en 40 personas por aula, lo cual tampoco es lo recomendable por las autoridades de salud.
EL PILÓN también se trasladó hasta la institución Leonidas Acuña, la cual lleva 19 años de funcionamiento, donde se evidenció que algunas zonas de las instalaciones están sucias, incluso uno de los lavamanos, ubicado cerca de los salones de clases, estaba obstaculizado por sillas, dando a entender que tiene poco uso, a pesar que hay afluencia de personas previo al reintegro escolar.
Sin embargo, el rector Rafael Murgas Muñoz aseveró que están listos para el 100% de la presencialidad, y que las normas de bioseguridad ya están establecidas.
En la sede principal de esta institución educativa hay más de 1.300 estudiantes matriculados. “Venimos de una anormalidad y a medida que transcurra el tiempo buscaremos la normalidad”, afirmó Murgas Muñoz sobre el desarrollo de las clases en este 2022.
Al revisar otros centros académicos como el colegio Nacional Loperena en el centro de la ciudad, EL PILÓN notó que las condiciones de los mismos espacios de bioseguridad están en condiciones favorables.
Finalmente, referente a las clases, estudiantes del colegio Prudencia Daza consultados por esta casa editorial, aseguraron que no se puede bajar la guardia con las medidas para prevenir el coronavirus.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
EL PILÓN revisó las condiciones de bioseguridad con las que cuentan algunas instituciones educativas oficiales para analizar cómo afrontarán en este nuevo ciclo escolar.
En un recorrido de EL PILÓN por algunos establecimientos educativos de Valledupar y Cesar se encontró que varios de ellos carecen de los servicios esenciales como el de limpieza, hecho que se registra a falta de cuatro días para el inicio de las clases presenciales sin límite de aforo.
Esta situación ha sido reportada en otros colegios del municipio y zonas del departamento, mientras que la población estudiantil se prepara para regresar a las aulas el próximo 31 de enero.
En diálogo con el rector encargado de la institución Manuel Germán Cuello Gutiérrez, ubicada en la diagonal 21 BIS N. 4G-152, sector Santa Rita, Julio Rodríguez manifestó que a pesar de estar culminando el proceso de matrículas, carecen de las condiciones mínimas que exigen los ministerios de Educación y Salud, tales como jabón líquido para el obligatorio lavado de manos, así como tampoco el servicio de limpieza en el interior de las instalaciones. “Eso es fundamental para que los estudiantes puedan ingresar a las aulas”, aseguró el directivo.
Otra de las preocupaciones que expresó Rodríguez es el número de estudiantes por salón. “Nuestros salones de clase son de 30 metros cuadrados pero hay 45 y hasta más de 50 estudiantes por salón, lo cual limita el distanciamiento”.
El rector encargado agregó que para contrarrestar dicha situación que pone en riesgo la salud de los estudiantes, ha distribuido al alumnado en 40 personas por aula, lo cual tampoco es lo recomendable por las autoridades de salud.
EL PILÓN también se trasladó hasta la institución Leonidas Acuña, la cual lleva 19 años de funcionamiento, donde se evidenció que algunas zonas de las instalaciones están sucias, incluso uno de los lavamanos, ubicado cerca de los salones de clases, estaba obstaculizado por sillas, dando a entender que tiene poco uso, a pesar que hay afluencia de personas previo al reintegro escolar.
Sin embargo, el rector Rafael Murgas Muñoz aseveró que están listos para el 100% de la presencialidad, y que las normas de bioseguridad ya están establecidas.
En la sede principal de esta institución educativa hay más de 1.300 estudiantes matriculados. “Venimos de una anormalidad y a medida que transcurra el tiempo buscaremos la normalidad”, afirmó Murgas Muñoz sobre el desarrollo de las clases en este 2022.
Al revisar otros centros académicos como el colegio Nacional Loperena en el centro de la ciudad, EL PILÓN notó que las condiciones de los mismos espacios de bioseguridad están en condiciones favorables.
Finalmente, referente a las clases, estudiantes del colegio Prudencia Daza consultados por esta casa editorial, aseguraron que no se puede bajar la guardia con las medidas para prevenir el coronavirus.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.