EL PILÓN consultó a algunos hoteles de Valledupar sobre el flujo de huéspedes durante los días de competencias.
Este martes es la clausura de los XIX Juegos Bolivarianos que desde el 24 de junio tuvieron como sede principal a la capital del Cesar, y que han generado expectativas sobre el impacto socioeconómico de estas justas en Valledupar y otras zonas del departamento.
La Organización de los Juegos estima que generaron, por lo menos, 500 empleos directos y 1500 indirectos, entre alimentación, transporte, impresión de publicidad, entre otras actividades.
Por su parte, la Alcaldía de Valledupar ha asegurado que debido a este evento deportivo se crearon 3.000 nuevos puestos de trabajo.
“Un equipo de 1.200 trabajadores construyen la Villa Bolivariana, 340 vallenatos laboraron como apoyo y atención en el restaurante donde se alimentan los deportistas, sumado a las personas que estuvieron en cada escenario deportivo”, informó la administración de Mello Castro.
Esta casa editorial intentó conocer un balance preliminar más detallado por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico, Turismo y Medio Ambiente de esta ciudad, sin embargo, no fue posible obtener la declaración de Emma Carrascal.
Chimichagua y Agustín Codazzi fueron municipios subsedes a los que llegaron las delegaciones de distintos países y sus comitivas, lo que generó tráfico de personas en esos territorios.
HOTELES
EL PILÓN consultó a algunos hoteles de Valledupar sobre el flujo de huéspedes durante los días de competencias, y desde el Hotel Sicarare aseguraron que desde el 20 de junio están todas las habitaciones ocupadas.
Una noche en este hospedaje cuesta $200 mil pesos, según indicaron, precio que aumentó por la temporada deportiva y de vacaciones.
El 6 de julio, fecha en la que habrán finalizado los Juegos, este reconocido hotel de la ciudad tendrá, nuevamente, habitaciones disponibles.
En menor medida se ha beneficiado el Hotel Mayales Plaza, ubicado al sur de la ciudad, no obstante, algunos jueces se han alojado en este sitio.
Aquí los precios por noche son menores ($90 mil, $100…), pero aún hay dormitorios desocupados.
En Valle Plaza también recibieron turistas, pero no en la misma medida que en los sitios anteriores, según indicó un vocero de este lugar.
OTRAS ACTIVIDADES
Por el sol ardiente de Valledupar, los vendedores informales de agua y otras bebidas se ubicaron alrededor de los escenarios deportivos para vender sus productos.
“Yo vendo agua y aprovecho para ver los juegos”, dijo uno de ellos a EL PILÓN desde una cancha de baloncesto del barrio Garupal.
Por otra parte, alrededor de 50 taxis estuvieron promocionando, con microperforados en la parte trasera de los vehículos, los Juegos Bolivarianos, y también ofrecieron este servicio público de transporte.
De acuerdo con el líder gremial de taxistas Julio Cesar Domínguez, “este tipo de eventos promueven el transporte legal y el compromiso de los conductores para prestarle un buen servicio a vallenatos y foráneos”.
EL ANÁLISIS DE FENALCO
El impacto socioeconómico de la realización de estas justas en esta región es altamente poderoso, en palabras del director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en el Cesar, Octavio Pico.
“Los restaurantes están a reventar, el transporte público, inclusive el colectivo, está mejorado, los centros comerciales tienen mucho tráfico y el centro está lleno de gente”, expresó Pico a EL PILÓN.
Pico Malaver señala que el tráfico de personas conlleva a que la gente se antoje de productos y servicios y que luego los compre.
“Este evento fue una oportunidad para hacer crecer la ciudad de manera contundente e incuestionable. Me atrevo a decir que hubo más tráfico de vehículos que en Festival Vallenato”, agregó el director de Fenalco.
Además de la acogida que tuvieron todos los escenarios deportivos, y sus alrededores, el río Guatapurí y su parque de la Provincia fue uno de los sitios más concurridos durante las competencias.
Es de esperarse que en los próximos días las entidades correspondientes reporten cifras sobre el crecimiento de la economía de la región.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
EL PILÓN consultó a algunos hoteles de Valledupar sobre el flujo de huéspedes durante los días de competencias.
Este martes es la clausura de los XIX Juegos Bolivarianos que desde el 24 de junio tuvieron como sede principal a la capital del Cesar, y que han generado expectativas sobre el impacto socioeconómico de estas justas en Valledupar y otras zonas del departamento.
La Organización de los Juegos estima que generaron, por lo menos, 500 empleos directos y 1500 indirectos, entre alimentación, transporte, impresión de publicidad, entre otras actividades.
Por su parte, la Alcaldía de Valledupar ha asegurado que debido a este evento deportivo se crearon 3.000 nuevos puestos de trabajo.
“Un equipo de 1.200 trabajadores construyen la Villa Bolivariana, 340 vallenatos laboraron como apoyo y atención en el restaurante donde se alimentan los deportistas, sumado a las personas que estuvieron en cada escenario deportivo”, informó la administración de Mello Castro.
Esta casa editorial intentó conocer un balance preliminar más detallado por parte de la Secretaría de Desarrollo Económico, Turismo y Medio Ambiente de esta ciudad, sin embargo, no fue posible obtener la declaración de Emma Carrascal.
Chimichagua y Agustín Codazzi fueron municipios subsedes a los que llegaron las delegaciones de distintos países y sus comitivas, lo que generó tráfico de personas en esos territorios.
HOTELES
EL PILÓN consultó a algunos hoteles de Valledupar sobre el flujo de huéspedes durante los días de competencias, y desde el Hotel Sicarare aseguraron que desde el 20 de junio están todas las habitaciones ocupadas.
Una noche en este hospedaje cuesta $200 mil pesos, según indicaron, precio que aumentó por la temporada deportiva y de vacaciones.
El 6 de julio, fecha en la que habrán finalizado los Juegos, este reconocido hotel de la ciudad tendrá, nuevamente, habitaciones disponibles.
En menor medida se ha beneficiado el Hotel Mayales Plaza, ubicado al sur de la ciudad, no obstante, algunos jueces se han alojado en este sitio.
Aquí los precios por noche son menores ($90 mil, $100…), pero aún hay dormitorios desocupados.
En Valle Plaza también recibieron turistas, pero no en la misma medida que en los sitios anteriores, según indicó un vocero de este lugar.
OTRAS ACTIVIDADES
Por el sol ardiente de Valledupar, los vendedores informales de agua y otras bebidas se ubicaron alrededor de los escenarios deportivos para vender sus productos.
“Yo vendo agua y aprovecho para ver los juegos”, dijo uno de ellos a EL PILÓN desde una cancha de baloncesto del barrio Garupal.
Por otra parte, alrededor de 50 taxis estuvieron promocionando, con microperforados en la parte trasera de los vehículos, los Juegos Bolivarianos, y también ofrecieron este servicio público de transporte.
De acuerdo con el líder gremial de taxistas Julio Cesar Domínguez, “este tipo de eventos promueven el transporte legal y el compromiso de los conductores para prestarle un buen servicio a vallenatos y foráneos”.
EL ANÁLISIS DE FENALCO
El impacto socioeconómico de la realización de estas justas en esta región es altamente poderoso, en palabras del director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en el Cesar, Octavio Pico.
“Los restaurantes están a reventar, el transporte público, inclusive el colectivo, está mejorado, los centros comerciales tienen mucho tráfico y el centro está lleno de gente”, expresó Pico a EL PILÓN.
Pico Malaver señala que el tráfico de personas conlleva a que la gente se antoje de productos y servicios y que luego los compre.
“Este evento fue una oportunidad para hacer crecer la ciudad de manera contundente e incuestionable. Me atrevo a decir que hubo más tráfico de vehículos que en Festival Vallenato”, agregó el director de Fenalco.
Además de la acogida que tuvieron todos los escenarios deportivos, y sus alrededores, el río Guatapurí y su parque de la Provincia fue uno de los sitios más concurridos durante las competencias.
Es de esperarse que en los próximos días las entidades correspondientes reporten cifras sobre el crecimiento de la economía de la región.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.