Bares, restaurantes, bancos, Terminal de Transporte y demás establecimientos son los sectores donde piden que se exija el certificado de inmunización debido a que se presentan aglomeraciones.
Como es de conocimiento público en Valledupar y en el país la vacunación contra el coronavirus no es obligatoria, esta es una elección de cada una de las personas y hace parte de la llamada “responsabilidad social”. El ministro de Salud, Fernando Ruíz, en varias oportunidades ha manifestado que hay poco flujo de personas en algunos puestos de vacunación y existe la preocupación que no se logre la anhelada inmunización del rebaño.
Ante este panorama, en la capital del Cesar suena con fuerza la propuesta de exigir el carnet de vacunación para ingresar a los establecimientos públicos, y sin duda ha generado debate debido a que, actualmente, no se ha autorizado suministrar el biológico a toda la población.
Por tanto, hay personas que muestran su descontento con la propuesta; sin embargo, añaden que es una medida que podría implementarse cuando las etapas de vacunación sean unificadas y no en estos momentos.
El concejal de Valledupar, Luis Fernando Quintero, envió a la Secretaría de Salud municipal un documento en el cuál expone las razones por las cuales es necesario realizar este tipo de exigencias, argumentando que ayudaría a disminuir los casos de covid-19 en la ciudad. “Esta propuesta busca propiciar la vacunación masiva entre los vallenatos, así como prepararnos para la celebración del Festival de la Leyenda Vallenata”, sostuvo el concejal.
Por su parte, una ciudadana que pidió reservar su nombre indicó: “Yo no me quiero vacunar y no me parece justo que quieran exigirnos el carnet ese para entrar a ciertos lugares, es como si nos obligaran a ponernos la vacuna”.
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Hay quienes aseguran que esta medida provocaría un retroceso y un fuerte golpe para los establecimientos públicos debido a que el flujo de personas se vería disminuido. Además, sería un escenario que se prestaría para incurrir en la ilegalidad, teniendo en cuenta que el carnet de vacunación es “fácil de falsificar”.
Ante esto, Quintero expresó que es necesario que la administración municipal y el Ministerio de Salud establezcan estrategias que permitan implementar una base de datos para saber cuántas personas existen vacunadas y así evitar la falsificación del documento.
Agregó que incentivar a las personas a vacunarse sería una buena alternativa. “Tener prioridades y descuentos en algunos impuestos, pasaporte, renovación de la licencia de conducir, entre otros servicios; lo que el gobierno pueda prometer y cumplir. Todo podría analizarse porque las cifras de personas que no quieren vacunarse son preocupantes”, acotó.
En lo corrido de la pandemia, el comercio ha sido uno de los sectores más afectados debido al cierre de sus puertas. Poco a poco la capital del Cesar le ha ido apostando a la reactivación económica con el fin de volver a la normalidad, aunque sea a ‘medias’.
Ante la propuesta de Quintero, el representante de Asobares en el Cesar, Jorge Cerchiario, indicó que tienen una posición neutral frente a la idea, pero consideran que sería un retroceso: “Dejaríamos de percibir público que aún no está contemplado en etapas de vacunación porque aún no han sido abiertas; es decir, jóvenes de 18 a 25 que hoy no tendrían la oportunidad de acceder a los negocios debido a que no tendrían carnet de vacunación”.
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De acuerdo a este líder gremial, exigir certificados de vacunación antes de unificar todas las etapas sería volver a la clandestinidad que tanto los ha ‘azotado’. “La gente no va a dejar de salir, pero si puede dejar de visitar negocios legales y retomar las fiestas clandestinas por la cantidad de exigencias que tienen hoy en día los formales”, agregó.
Cerchiario contó que de acuerdo a la Resolución 777 los establecimientos nocturnos han implementado distanciamiento social, lavado de manos y el uso obligatorio del tapabocas al ingreso y permanencia del lugar.
La secretaria de Salud local, Lina de Armas, expresó que la propuesta presentada es válida, sin embargo, no le parece justa debido a que no se han abierto todos los quinquenios. “Son medidas importantes, pero cuando ya se termine y alcance la inmunidad del rebaño. Allí le podemos exigir a todo el mundo porque ya no tendrían excusa de por qué no se han vacunado”, señaló.
A esta posición se une el secretario de Gobierno, Luis Galvis, manifestando que se debe esperar un pronunciamiento de orden nacional. “No quisiera que nos adelantáramos a los acontecimientos y quisiera posarme sobre la necesidad de asegurar constitucional y jurídicamente un paso de tal tamaño”, recalcó.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
Bares, restaurantes, bancos, Terminal de Transporte y demás establecimientos son los sectores donde piden que se exija el certificado de inmunización debido a que se presentan aglomeraciones.
Como es de conocimiento público en Valledupar y en el país la vacunación contra el coronavirus no es obligatoria, esta es una elección de cada una de las personas y hace parte de la llamada “responsabilidad social”. El ministro de Salud, Fernando Ruíz, en varias oportunidades ha manifestado que hay poco flujo de personas en algunos puestos de vacunación y existe la preocupación que no se logre la anhelada inmunización del rebaño.
Ante este panorama, en la capital del Cesar suena con fuerza la propuesta de exigir el carnet de vacunación para ingresar a los establecimientos públicos, y sin duda ha generado debate debido a que, actualmente, no se ha autorizado suministrar el biológico a toda la población.
Por tanto, hay personas que muestran su descontento con la propuesta; sin embargo, añaden que es una medida que podría implementarse cuando las etapas de vacunación sean unificadas y no en estos momentos.
El concejal de Valledupar, Luis Fernando Quintero, envió a la Secretaría de Salud municipal un documento en el cuál expone las razones por las cuales es necesario realizar este tipo de exigencias, argumentando que ayudaría a disminuir los casos de covid-19 en la ciudad. “Esta propuesta busca propiciar la vacunación masiva entre los vallenatos, así como prepararnos para la celebración del Festival de la Leyenda Vallenata”, sostuvo el concejal.
Por su parte, una ciudadana que pidió reservar su nombre indicó: “Yo no me quiero vacunar y no me parece justo que quieran exigirnos el carnet ese para entrar a ciertos lugares, es como si nos obligaran a ponernos la vacuna”.
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Hay quienes aseguran que esta medida provocaría un retroceso y un fuerte golpe para los establecimientos públicos debido a que el flujo de personas se vería disminuido. Además, sería un escenario que se prestaría para incurrir en la ilegalidad, teniendo en cuenta que el carnet de vacunación es “fácil de falsificar”.
Ante esto, Quintero expresó que es necesario que la administración municipal y el Ministerio de Salud establezcan estrategias que permitan implementar una base de datos para saber cuántas personas existen vacunadas y así evitar la falsificación del documento.
Agregó que incentivar a las personas a vacunarse sería una buena alternativa. “Tener prioridades y descuentos en algunos impuestos, pasaporte, renovación de la licencia de conducir, entre otros servicios; lo que el gobierno pueda prometer y cumplir. Todo podría analizarse porque las cifras de personas que no quieren vacunarse son preocupantes”, acotó.
En lo corrido de la pandemia, el comercio ha sido uno de los sectores más afectados debido al cierre de sus puertas. Poco a poco la capital del Cesar le ha ido apostando a la reactivación económica con el fin de volver a la normalidad, aunque sea a ‘medias’.
Ante la propuesta de Quintero, el representante de Asobares en el Cesar, Jorge Cerchiario, indicó que tienen una posición neutral frente a la idea, pero consideran que sería un retroceso: “Dejaríamos de percibir público que aún no está contemplado en etapas de vacunación porque aún no han sido abiertas; es decir, jóvenes de 18 a 25 que hoy no tendrían la oportunidad de acceder a los negocios debido a que no tendrían carnet de vacunación”.
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De acuerdo a este líder gremial, exigir certificados de vacunación antes de unificar todas las etapas sería volver a la clandestinidad que tanto los ha ‘azotado’. “La gente no va a dejar de salir, pero si puede dejar de visitar negocios legales y retomar las fiestas clandestinas por la cantidad de exigencias que tienen hoy en día los formales”, agregó.
Cerchiario contó que de acuerdo a la Resolución 777 los establecimientos nocturnos han implementado distanciamiento social, lavado de manos y el uso obligatorio del tapabocas al ingreso y permanencia del lugar.
La secretaria de Salud local, Lina de Armas, expresó que la propuesta presentada es válida, sin embargo, no le parece justa debido a que no se han abierto todos los quinquenios. “Son medidas importantes, pero cuando ya se termine y alcance la inmunidad del rebaño. Allí le podemos exigir a todo el mundo porque ya no tendrían excusa de por qué no se han vacunado”, señaló.
A esta posición se une el secretario de Gobierno, Luis Galvis, manifestando que se debe esperar un pronunciamiento de orden nacional. “No quisiera que nos adelantáramos a los acontecimientos y quisiera posarme sobre la necesidad de asegurar constitucional y jurídicamente un paso de tal tamaño”, recalcó.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN