Desde la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, tienen proyectado recuperar la certificación de país libre de aftosa en el primer trimestre del 2020. El país perdió la calificación en octubre del 2018.
A comienzos del mes de octubre del 2018, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, detectó varios focos de la fiebre aftosa en el país, uno de ellos en el departamento del Cesar. Establecida la cuarentena, como una medida de choque contra la fiebre aftosa que afectó un predio de la zona rural de San Diego se sacrificaron 551 bovinos.
A la semana del primer foco, se sumó uno en Maicao, La Guajira, y el país perdió la certificación de libre de aftosa. Enseguida se cerraron los mercados internacionales para el sector ganadero colombiano.
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Casi año medio después, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, espera recuperar la certificación antes de terminar el primer trimestre del 2020.
“Nosotros hicimos todo el proceso. En la semana del 26 de noviembre estuvo la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) haciendo la revisión, estuvieron en Arauca, Cesar, La Guajira. Aparentemente quedamos contentos con los resultados pero de ahí en adelante no hemos tenido más información pero creemos que sea en el primer trimestre cuando se recupere la certificación”, explicó el presidente de la junta directiva de Fedegan, Óscar Daza Laverde.
El principal compromiso fue la vacunación contra la fiebre aftosa. El pasado 19 de diciembre se cumplió el segundo ciclo de vacunación del 2019 contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina. Esas actividades fueron auditadas por la OIE en noviembre del año pasado. Ahora, como detalló Daza, se espera la respuesta.
“Estamos cumpliendo con los protocolos y las exigencias puestas. De ahí en adelante debemos esperar. En esta semana siguiente podríamos tener alguna información. Igual se le solicitará al ICA información para conocer cómo avanza el proceso. El tema de fin de año también ha detenido un poco las cosas”, agregó el presidente de la junta directiva de Fedegan.
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Como se ha reseñado, los ganaderos esperan lograr la certificación para recuperar mercados internacionales que cerraron sus puertas, especialmente el comercio de China y Rusia, los grandes importadores de carne.
Para el caso de China, la alta demanda interna flexibilizó algunas exigencias para ingresar carne al país. Incluso se espera que de ser positivos los resultados de la auditoría de la OIE al proceso que realizan los ganaderos, una comisión China visite el país para reabir el intercambio comercial.
Aunque expertos señalan que se puede consumir la carne de un animal con el brote de la aftosa, durante las semanas siguientes al descubrimiento del foco el consumo disminuye, según información oficial.
Según documentos técnicos, la fiebre aftosa es una enfermedad infecciosa que se “caracteriza por fiebre y úlceras en forma de ampollas en la lengua y labios, en la boca, en las ubres y entre las pezuñas”. Aunque su mortalidad no es significativa, sí disminuye la producción. Además de ser altamente contagiosa, afecta a los “bovinos y porcinos, ovinos, caprinos y otros rumiantes biungulados”.
POR: DEIVIS CARO / EL PILÓN
[email protected]
Desde la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, tienen proyectado recuperar la certificación de país libre de aftosa en el primer trimestre del 2020. El país perdió la calificación en octubre del 2018.
A comienzos del mes de octubre del 2018, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, detectó varios focos de la fiebre aftosa en el país, uno de ellos en el departamento del Cesar. Establecida la cuarentena, como una medida de choque contra la fiebre aftosa que afectó un predio de la zona rural de San Diego se sacrificaron 551 bovinos.
A la semana del primer foco, se sumó uno en Maicao, La Guajira, y el país perdió la certificación de libre de aftosa. Enseguida se cerraron los mercados internacionales para el sector ganadero colombiano.
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Casi año medio después, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegan, espera recuperar la certificación antes de terminar el primer trimestre del 2020.
“Nosotros hicimos todo el proceso. En la semana del 26 de noviembre estuvo la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) haciendo la revisión, estuvieron en Arauca, Cesar, La Guajira. Aparentemente quedamos contentos con los resultados pero de ahí en adelante no hemos tenido más información pero creemos que sea en el primer trimestre cuando se recupere la certificación”, explicó el presidente de la junta directiva de Fedegan, Óscar Daza Laverde.
El principal compromiso fue la vacunación contra la fiebre aftosa. El pasado 19 de diciembre se cumplió el segundo ciclo de vacunación del 2019 contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina. Esas actividades fueron auditadas por la OIE en noviembre del año pasado. Ahora, como detalló Daza, se espera la respuesta.
“Estamos cumpliendo con los protocolos y las exigencias puestas. De ahí en adelante debemos esperar. En esta semana siguiente podríamos tener alguna información. Igual se le solicitará al ICA información para conocer cómo avanza el proceso. El tema de fin de año también ha detenido un poco las cosas”, agregó el presidente de la junta directiva de Fedegan.
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Como se ha reseñado, los ganaderos esperan lograr la certificación para recuperar mercados internacionales que cerraron sus puertas, especialmente el comercio de China y Rusia, los grandes importadores de carne.
Para el caso de China, la alta demanda interna flexibilizó algunas exigencias para ingresar carne al país. Incluso se espera que de ser positivos los resultados de la auditoría de la OIE al proceso que realizan los ganaderos, una comisión China visite el país para reabir el intercambio comercial.
Aunque expertos señalan que se puede consumir la carne de un animal con el brote de la aftosa, durante las semanas siguientes al descubrimiento del foco el consumo disminuye, según información oficial.
Según documentos técnicos, la fiebre aftosa es una enfermedad infecciosa que se “caracteriza por fiebre y úlceras en forma de ampollas en la lengua y labios, en la boca, en las ubres y entre las pezuñas”. Aunque su mortalidad no es significativa, sí disminuye la producción. Además de ser altamente contagiosa, afecta a los “bovinos y porcinos, ovinos, caprinos y otros rumiantes biungulados”.
POR: DEIVIS CARO / EL PILÓN
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