“Vivir con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, TDAH, es complicado e interesante a la vez. Interesante porque es como vivir en una burbuja. Hay días en los que tengo más agudo el trastorno y es como si el mundo exterior desapareciera y yo estuviera flotando”, fueron las primeras palabras que dijo Adiela Jiménez, una joven de 22 años, que contó al diario EL PILÓN detalles de su condición y cómo es vivir con ella.

La psicóloga, oriunda del corregimiento Los Venados, de Valledupar, Cesar, relató que descubrió que padecía este trastorno mientras estudiaba su carrera en Cúcuta, Norte de Santander.

“En una de las materias estábamos estudiando los trastornos de atención y entre estos se encuentra el de Déficit de Atención e Hiperactividad. Y el profesor empezó a leer los criterios que tiene esta condición y me sentí identificada con varios de ellos, por lo que al final de la clase conversé con él y me recomendó sacar cita con la psicóloga de mi EPS; hice eso y hablé con ella, me hizo muchas pruebas y al final concluyó que yo tenía esta condición, y que la había desarrollado cuando estaba niña, pero como no fue tratada se agudizó”, rememoró.

El TDAH, clínicamente, se considera un trastorno del neurodesarrollo y esta condición neurológica puede implicar dificultad de la atención, la memoria, la percepción, el lenguaje, la resolución de problemas, la interacción social y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.

De acuerdo con expertos, a las personas que padecen esta condición les cuesta estar sentados, corren en situaciones en las que no es adecuado, no puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila, habla de manera excesiva, cometen errores por descuido, pareciera que no escuchan cuando se les habla directamente, y no logran completar actividades porque la concentración se le desvía, además, tienen problemas para organizar tareas.

Sobre esto, la joven señaló que cuando estaba en la universidad le era muy difícil prestar atención al profesor; “él estaba hablando y yo estaba pendiente de lo que decían mis compañeros, revisando el celular o mirándome los zapatos mientras pensaba en millones de cosas. Y al final no me quedaba con nada, es decir, no recordaba que estaba diciendo el profesor ni qué era lo que yo estaba pensando. El estar quieta me genera conflicto, yo no puedo sentarme a hacer un ensayo y estar plenamente concentrada en eso, para mí eso es imposible”.

TRATAMIENTO

El tratamiento del TDAH implica una actuación multimodal en tanto que se combinan los tratamientos farmacológicos, psicoeducativos y psicoterapéuticos. En ese orden de ideas, Adiela dijo que está recibiendo terapias cognitivo-conductual, en donde su terapeuta busca que su mente y sus conductas actúen al mismo tiempo, es decir, que no sean entes divididos. “Lo que mi psicóloga quiere es que yo logre dominar mi mente y que eso se refleje en mi conducta”.

LA VOZ DE UNA PSICÓLOGA TRATANTE

EL PILÓN dialogó con Jessenia Menoyo, quien es psicóloga clínica y trabaja en un Centro de Desarrollo Infantil con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, y Comfacesar, en donde ‘atiende’ niños de 0 a 5 años. “Aquí vemos a diario diferentes comportamientos en ellos, por lo que debemos analizarlos y explorarlos para descubrir qué es lo que ellos tienen”.

“El TDAH incluye una combinación de dificultades para mantener la atención; hay niños que permanecen distraídos o se aíslan de todos, y no les prestamos atención, pero con esas conductas debemos mantener la atención puesta en ellos porque este es un comportamiento para descubrir este tipo de trastorno”, describió la profesional.

MITOS

A pesar de estar en pleno 2022, aún hay mitos y mucha información errónea acerca del TDAH. Un mito muy popular es que se cree que el TDAH es un invento.

Ketty Jannith Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
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