Piden brigada de salud Habitantes del barrio Nueve de Marzo, que colindan con los predios del Vivero Municipal, ubicado en la margen derecha del río Guatapurí, están agobiados por las epidemias, la proliferación de mosquitos y los olores fétidos que generan los derrames de aguas negras y charcos que se forman en el sector a […]
Piden brigada de salud
Habitantes del barrio Nueve de Marzo, que colindan con los predios del Vivero Municipal, ubicado en la margen derecha del río Guatapurí, están agobiados por las epidemias, la proliferación de mosquitos y los olores fétidos que generan los derrames de aguas negras y charcos que se forman en el sector a consecuencia de las lluvias.
Las condiciones de insalubridad en la que viven estas familias están generando enfermedades respiratorias y de la piel, siendo la población infantil la más afectada, por lo que están pidiendo la intervención de la Secretaría Local de Salud para que realice una jornada de recolección de inservibles, fumigación y vacunación.
Víctor Torres, habitante del sector, señaló que, “muchos niños han tenido que ser hospitalizados por la contaminación que hay en este sector, y siempre estamos pidiendo ayuda pero nadie nos presta atención; estamos urgidos de una brigada de salud porque hay muchos mosquitos y la humedad nos está enfermando hasta a los grandes”.
Por ser un barrio catalogado como de alto riesgo, el Nueve de Marzo no tiene servicio de alcantarillado, por lo que las aguas negras corren por las calles y caen a la acequia, causando la contaminación del afluente hídrico que provee de agua a varias parcelas que están en la parte baja.
Otro de los problemas que afecta a los habitantes del Nueve de Marzo son los lotes enmontados que se encuentran en el Vivero Municipal, utilizados por los viciosos para consumir drogas, lo que representa un peligro sobre todo para la población infantil que está expuesta a casos de violación.
“Mientras nos reubican nos toca vivir de manera infrahumana en estos ranchos, pero que por lo menos el Gobierno mire un poco para acá y nos ayude a ser menos dura nuestra estadía en este sector porque no tenemos para donde coger”, manifestó Víctor Torres.
Piden brigada de salud Habitantes del barrio Nueve de Marzo, que colindan con los predios del Vivero Municipal, ubicado en la margen derecha del río Guatapurí, están agobiados por las epidemias, la proliferación de mosquitos y los olores fétidos que generan los derrames de aguas negras y charcos que se forman en el sector a […]
Piden brigada de salud
Habitantes del barrio Nueve de Marzo, que colindan con los predios del Vivero Municipal, ubicado en la margen derecha del río Guatapurí, están agobiados por las epidemias, la proliferación de mosquitos y los olores fétidos que generan los derrames de aguas negras y charcos que se forman en el sector a consecuencia de las lluvias.
Las condiciones de insalubridad en la que viven estas familias están generando enfermedades respiratorias y de la piel, siendo la población infantil la más afectada, por lo que están pidiendo la intervención de la Secretaría Local de Salud para que realice una jornada de recolección de inservibles, fumigación y vacunación.
Víctor Torres, habitante del sector, señaló que, “muchos niños han tenido que ser hospitalizados por la contaminación que hay en este sector, y siempre estamos pidiendo ayuda pero nadie nos presta atención; estamos urgidos de una brigada de salud porque hay muchos mosquitos y la humedad nos está enfermando hasta a los grandes”.
Por ser un barrio catalogado como de alto riesgo, el Nueve de Marzo no tiene servicio de alcantarillado, por lo que las aguas negras corren por las calles y caen a la acequia, causando la contaminación del afluente hídrico que provee de agua a varias parcelas que están en la parte baja.
Otro de los problemas que afecta a los habitantes del Nueve de Marzo son los lotes enmontados que se encuentran en el Vivero Municipal, utilizados por los viciosos para consumir drogas, lo que representa un peligro sobre todo para la población infantil que está expuesta a casos de violación.
“Mientras nos reubican nos toca vivir de manera infrahumana en estos ranchos, pero que por lo menos el Gobierno mire un poco para acá y nos ayude a ser menos dura nuestra estadía en este sector porque no tenemos para donde coger”, manifestó Víctor Torres.