Con globos blancos, pancartas y mensajes que piden justicia, la comunidad del municipio de San Martín despidió el cuerpo sin vida de Santiago Navarro Benavides, el hijo del dirigente político de ese municipio, Yan Navarro, que fue asesinado por dos sujetos en la noche del pasado domingo.
Con globos blancos, pancartas y mensajes que piden justicia, la comunidad del municipio de San Martín despidió el cuerpo sin vida de Santiago Navarro Benavides, el hijo del dirigente político de ese municipio, Yan Navarro, que fue asesinado por dos sujetos en la noche del pasado domingo.
El féretro del menor trasladado desde Medicina Legal de Aguachica fue recibido por la comunidad para velarlo en cámara ardiente en la Institución Educativa San Martín de Tours, sitio en que sus compañeros de colegio lo despidieron para darle cristiana sepultura en el campo santo del municipio.
Entre tanto, mientras estos actos fúnebres se llevaban a cabo, en un centro asistencial de la capital del Cesar, el otro adolescente de 16 años que resultó herido con arma de fuego permanece con pronóstico reservado.
Este medio de comunicación conoció por el parte médico que el joven presenta una lesión que compromete su maxilar inferior, cara y múltiples quemaduras por fricción en miembros inferiores.
Ambos menores de edad que se movilizaban en una moto fueron atacados por dos hombres en motocicleta que los abordaron en el barrio Primero de Mayo de esa población.
“Aún no se han esclarecido las cosas, esperemos que Dios haga justicia y que los entes correspondientes tengan pendiente estos casos donde hoy en día los delincuentes no puedan hacer esto y menos con un niño de 13 años”, dijo el padre del fallecido Yan Navarro, quien fue anteriormente candidato a la Alcaldía de San Martín.
Aunque la víctima intentó ser auxiliada junto con su compañero en el hospital de esa población y trasladado en una ambulancia al hospital regional de Aguachica, en el camino falleció por el impacto de bala que recibió en la cabeza, mientras que el otro de 16 años fue atendido en ese centro asistencial y posteriormente remitido a la clínica de Valledupar donde permanece.
Con globos blancos, pancartas y mensajes que piden justicia, la comunidad del municipio de San Martín despidió el cuerpo sin vida de Santiago Navarro Benavides, el hijo del dirigente político de ese municipio, Yan Navarro, que fue asesinado por dos sujetos en la noche del pasado domingo.
Con globos blancos, pancartas y mensajes que piden justicia, la comunidad del municipio de San Martín despidió el cuerpo sin vida de Santiago Navarro Benavides, el hijo del dirigente político de ese municipio, Yan Navarro, que fue asesinado por dos sujetos en la noche del pasado domingo.
El féretro del menor trasladado desde Medicina Legal de Aguachica fue recibido por la comunidad para velarlo en cámara ardiente en la Institución Educativa San Martín de Tours, sitio en que sus compañeros de colegio lo despidieron para darle cristiana sepultura en el campo santo del municipio.
Entre tanto, mientras estos actos fúnebres se llevaban a cabo, en un centro asistencial de la capital del Cesar, el otro adolescente de 16 años que resultó herido con arma de fuego permanece con pronóstico reservado.
Este medio de comunicación conoció por el parte médico que el joven presenta una lesión que compromete su maxilar inferior, cara y múltiples quemaduras por fricción en miembros inferiores.
Ambos menores de edad que se movilizaban en una moto fueron atacados por dos hombres en motocicleta que los abordaron en el barrio Primero de Mayo de esa población.
“Aún no se han esclarecido las cosas, esperemos que Dios haga justicia y que los entes correspondientes tengan pendiente estos casos donde hoy en día los delincuentes no puedan hacer esto y menos con un niño de 13 años”, dijo el padre del fallecido Yan Navarro, quien fue anteriormente candidato a la Alcaldía de San Martín.
Aunque la víctima intentó ser auxiliada junto con su compañero en el hospital de esa población y trasladado en una ambulancia al hospital regional de Aguachica, en el camino falleció por el impacto de bala que recibió en la cabeza, mientras que el otro de 16 años fue atendido en ese centro asistencial y posteriormente remitido a la clínica de Valledupar donde permanece.