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Principal - 4 abril, 2019

En Valledupar urge manejo adecuado de los árboles

Antes de intervenir los árboles es clave un diagnóstico, lo cual, según expertos, en Valledupar no se está haciendo por parte de algunas entidades o personas del común que talan o podan sin un estudio previo.

El panorama actual del arbolado en la ciudad y las posibles soluciones a las debilidades del mismo serán tratados en el foro que se realizará hoy en el auditorio de Areandina Valledupar. 

Foto: Joaquín Ramírez.
El panorama actual del arbolado en la ciudad y las posibles soluciones a las debilidades del mismo serán tratados en el foro que se realizará hoy en el auditorio de Areandina Valledupar. Foto: Joaquín Ramírez.

Por: Annelise Barriga Ramirez / EL PILÓN
[email protected]

“Antes de intervenir los árboles es fundamental un diagnóstico previo, tal cual como si se fuera al médico ante un malestar”, enfatizó el arborista uruguayo, formado en Maryland, Estados Unidos, Andrés Vernengo Caulin, quien será uno de los invitados en el Foro de EL PILÓN: ‘Hablemos del Árbol’, que inicia hoy a las 8:00 a.m., en el auditorio de la Fundación Universitaria del Área Andina.

De acuerdo al experto: “Es como cuando uno va al médico. Imagínese que un médico le diera un tratamiento sin haberle hecho un diagnóstico, no sería muy serio. El diagnóstico es el primer paso para realizar recomendaciones adecuadas, de lo contrario las acciones realizadas no serán las más pertinentes”.

Foto: Joaquín Ramírez.

Así coincide el ingeniero forestal y arborista internacional, Carlos Llanos Rojas, al expresar: “Es tan relevante hacer los estudios previos de un árbol como los exámenes requeridos por un médico para dar los diagnósticos de un ser vivo cuando está enfermo o presenta alguna dolencia. Si uno no sabe exactamente lo que pasa al interior del organismo, las decisiones que se toman no serán las más correctas. Diagnosticar un árbol y poder evaluarlo completo nos permitirá tomar las mejores decisiones que se van a proponer como plan de manejo. Si ese árbol requiere ser talado porque presenta un riesgo muy alto, hay que ver qué está pasando con sus raíces, su madera y las plagas que lo están atacando”.

Carlos Llanos. Foto: Sergio Mcgreen.

Explicó que “lo que se hace es una evaluación visual que le permite al experto detectar algunos signos o síntomas; con esta se pueden sugerir exámenes de mayor profundidad como buscar un tomógrafo, un medidor de clorofila, o el uso de otros aparatos para saber qué es lo que está pasando. Se puede pensar en un radar si existe riesgo de volcamiento para saber dónde están establecidas las raíces, si han sido cortadas, si están fuertes y vibrosas. Con esa información se puede dar un diagnóstico preciso y un plan de manejo más adecuado para el árbol”.

Al respecto, el ambientalista Miguel Ángel Sierra dijo que “el árbol es un ser vivo y como tal se debe manejar. Debe ser visto como un paciente que requiere un diagnóstico, así como tratarlos y nutrirlos. Los arboles urbanos de la ciudad tienen deficiencia en nutrición, puesto que están en un suelo complejo, por lo que el árbol debe adaptarse a la ciudad con suelo maltrecho, comer como con basura y sufrir los embates de los humanos. Como no es fácil comprenderlo ni visibilizarlo, el árbol seguirá siendo un objeto, será cosificado; lo que se busca es hacer conciencia que necesita un tratamiento previo a un diagnóstico como si fuera una visita al médico”.

El uruguayo Andrés Vernengo describe a Valledupar como una ciudad con muchos árboles, pero “un poco desorganizados en cómo están podados y alienados. Hay poca variedad de especies, se repiten mucho. Eso es un potencial problema porque si estos sufrieran alguna plaga se cae todo el sistema arbolado. No es bueno tener x cantidad de la misma especie, según indicaciones internacionales; la biodiversidad dentro de la ciudad es importante. El exceso de mango no es bueno, no porque este no sea un buen árbol, tal vez pueda encontrar su lugar en parques, pero no en la alineación. Se debe hacer un análisis de la situación y de las calles para determinar qué tipo de árbol sería el más adecuado”, acotó.

Para contrarrestar esta situación, les sugiere a las autoridades locales y departamentales como primer paso la educación. Argumentó que “se necesita contar con personal capacitado, formado en el manejo de arbolado de la ciudad. Si se quieren tomar acciones concretas desde un punto de vista de gestión, el primer paso para ir ordenando el arbolado de una región es tener un inventario de lo que hay, que sea realizado por personas capacitadas que puedan hacer diagnósticos visuales para conocer datos específicos (como porcentaje de los árboles, problemas fitosanitarios y los que hay que sacar), que permitan acciones futuras como por ejemplo designar recursos municipales para esta área”.

El inventario no se debe hacer en una planilla de Excel, sino utilizando herramientas de arbolado, que no solo permitan manejar el arbolado, sino que presenten los beneficios ecosistémicos de cada árbol. Del inventario salen unas acciones como cortar, podar y fertilizar.

Sierra subrayó: “La forma cómo se manejan los árboles de la ciudad nada está elaborado de manera planificada. Hoy tenemos una debilidad grande, puesto que las personas que se dedican a cortar los árboles no son preparadas y las personas quieren creer que estas puedan intervenir los árboles, desconociendo que la única entidad para autorizar este proceso es Corpocesar y que además no lo hacen de la forma correcta porque creen que desmochar o eliminar las ramas de arriba de la copa es podar. Peor aún lo hacen con las formas más inadecuadas, corriendo el riesgo no solo la persona, sino que ese machete venga infectado de un árbol que puede venir con hongos o con otro tipo de enfermedades transmisibles; de esa manera, copiosamente se van a enfermando los árboles”.

Sustentó: “Valledupar es arborizada, pero con muchos árboles enfermos. No es un llamado de atención para que los talen, sino para que invirtamos en el árbol de una manera paulatina, en la forma de recuperar los árboles y sanearlos. Mientras no haya un interés real de invertir en el árbol, solo se seguirán haciendo jornadas de momentos de sembrar arbolitos, que si se hacen sin ninguna clase de planeación no dejarán ningún fruto”.

Al respecto, Vernengo Caulin asegura que esta situación pasa en toda Latinoamérica. “En Uruguay por ejemplo para revertir esta situación creamos un Centro de Capacitación, para los podadores, que ejecutan el trabajo; los técnicos, que mandan a hacer el trabajo, y para los gerentes, que supervisan y designan los recursos. Todos tienen que tener la instrucción suficiente para manejar el arbolado de una ciudad porque es demasiado importante para estar en manos de quienes no tienen experiencia. La educación es importante en revertir lo que está pasando en la ciudad”.

Dio a conocer que la primera pregunta que hace cuando realiza un trabajo de árboles es: ¿tienen inventario?, si le dicen que no esto le indica que el resto está mal. “Montevideo es una ciudad grande, con un buen arbolado, pero no había un plan de gestión de riesgo porque la caída de un árbol mata a una persona, por lo que debe existir”, sustentó.

TECNOLOGÍA PARA DETERMINAR LA VIDA ÚTIL DE LOS ÁRBOLES

Andrés Vernengo Caulin aseguró que su visita Valledupar es para introducir una tecnología americana que permite identificar situaciones de riesgo en el arbolado con base en carencias del sistema radicular o las raíces, denominada Tree Radar, que ya venía utilizando hace más de siete años en Montevideo. Esta, de acuerdo al experto, funciona con ondas electromagnéticas que sirven para estudiar las raíces y el tronco del árbol, conociendo qué tanto de la madera está afectada, de tal manera que se hace todo el diagnóstico del árbol para que se vea toda la información que esta tecnología nos brinda.

Ayer fue probada la iniciativa ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’, denominada Tree Radar. Foto: Sergio Mcgreen.

Con lo anterior, por primera vez en la región se llevará a cabo la puesta en marcha de la ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’. Esta herramienta permitirá que en Valledupar se diagnostique la vida útil de los árboles en la ciudad, se conozca el real estado de salud de cada ejemplar y se definan las medidas de control y manejo para mantener la esencia arbórea.

Muchos árboles de la ciudad están secos o enfermos. Foto: Sergio Mcgreen.

De acuerdo al magíster Moisés Díaz Quintero, coordinador académico del programa de Ingeniería Ambiental de Areandina, “con el uso de esta tecnología se podrá garantizar la integridad de la comunidad vallenata, puesto que de esta manera se evitarían tragedias como la ocurrida el pasado 9 de febrero cuando un hombre falleció luego que un árbol de caucho se desplomara y le cayera encima justo en el momento en que se movilizaba en su vehículo”.

Explicó que quienes han usado esta tecnología señalan que así como una resonancia magnética resuelve una necesidad médica con imágenes no invasivas del cuerpo, el sistema de la Unidad de Radar en Árboles crea el mismo tipo de imagen no invasiva de alta resolución en torno a la estructura de un árbol y su raíz de masa.

La puesta en marcha de la ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’ se dará en el desarrollo del foro ‘Hablemos del Árbol’.

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4 abril, 2019

En Valledupar urge manejo adecuado de los árboles

Antes de intervenir los árboles es clave un diagnóstico, lo cual, según expertos, en Valledupar no se está haciendo por parte de algunas entidades o personas del común que talan o podan sin un estudio previo.


El panorama actual del arbolado en la ciudad y las posibles soluciones a las debilidades del mismo serán tratados en el foro que se realizará hoy en el auditorio de Areandina Valledupar. 

Foto: Joaquín Ramírez.
El panorama actual del arbolado en la ciudad y las posibles soluciones a las debilidades del mismo serán tratados en el foro que se realizará hoy en el auditorio de Areandina Valledupar. Foto: Joaquín Ramírez.

Por: Annelise Barriga Ramirez / EL PILÓN
[email protected]

“Antes de intervenir los árboles es fundamental un diagnóstico previo, tal cual como si se fuera al médico ante un malestar”, enfatizó el arborista uruguayo, formado en Maryland, Estados Unidos, Andrés Vernengo Caulin, quien será uno de los invitados en el Foro de EL PILÓN: ‘Hablemos del Árbol’, que inicia hoy a las 8:00 a.m., en el auditorio de la Fundación Universitaria del Área Andina.

De acuerdo al experto: “Es como cuando uno va al médico. Imagínese que un médico le diera un tratamiento sin haberle hecho un diagnóstico, no sería muy serio. El diagnóstico es el primer paso para realizar recomendaciones adecuadas, de lo contrario las acciones realizadas no serán las más pertinentes”.

Foto: Joaquín Ramírez.

Así coincide el ingeniero forestal y arborista internacional, Carlos Llanos Rojas, al expresar: “Es tan relevante hacer los estudios previos de un árbol como los exámenes requeridos por un médico para dar los diagnósticos de un ser vivo cuando está enfermo o presenta alguna dolencia. Si uno no sabe exactamente lo que pasa al interior del organismo, las decisiones que se toman no serán las más correctas. Diagnosticar un árbol y poder evaluarlo completo nos permitirá tomar las mejores decisiones que se van a proponer como plan de manejo. Si ese árbol requiere ser talado porque presenta un riesgo muy alto, hay que ver qué está pasando con sus raíces, su madera y las plagas que lo están atacando”.

Carlos Llanos. Foto: Sergio Mcgreen.

Explicó que “lo que se hace es una evaluación visual que le permite al experto detectar algunos signos o síntomas; con esta se pueden sugerir exámenes de mayor profundidad como buscar un tomógrafo, un medidor de clorofila, o el uso de otros aparatos para saber qué es lo que está pasando. Se puede pensar en un radar si existe riesgo de volcamiento para saber dónde están establecidas las raíces, si han sido cortadas, si están fuertes y vibrosas. Con esa información se puede dar un diagnóstico preciso y un plan de manejo más adecuado para el árbol”.

Al respecto, el ambientalista Miguel Ángel Sierra dijo que “el árbol es un ser vivo y como tal se debe manejar. Debe ser visto como un paciente que requiere un diagnóstico, así como tratarlos y nutrirlos. Los arboles urbanos de la ciudad tienen deficiencia en nutrición, puesto que están en un suelo complejo, por lo que el árbol debe adaptarse a la ciudad con suelo maltrecho, comer como con basura y sufrir los embates de los humanos. Como no es fácil comprenderlo ni visibilizarlo, el árbol seguirá siendo un objeto, será cosificado; lo que se busca es hacer conciencia que necesita un tratamiento previo a un diagnóstico como si fuera una visita al médico”.

El uruguayo Andrés Vernengo describe a Valledupar como una ciudad con muchos árboles, pero “un poco desorganizados en cómo están podados y alienados. Hay poca variedad de especies, se repiten mucho. Eso es un potencial problema porque si estos sufrieran alguna plaga se cae todo el sistema arbolado. No es bueno tener x cantidad de la misma especie, según indicaciones internacionales; la biodiversidad dentro de la ciudad es importante. El exceso de mango no es bueno, no porque este no sea un buen árbol, tal vez pueda encontrar su lugar en parques, pero no en la alineación. Se debe hacer un análisis de la situación y de las calles para determinar qué tipo de árbol sería el más adecuado”, acotó.

Para contrarrestar esta situación, les sugiere a las autoridades locales y departamentales como primer paso la educación. Argumentó que “se necesita contar con personal capacitado, formado en el manejo de arbolado de la ciudad. Si se quieren tomar acciones concretas desde un punto de vista de gestión, el primer paso para ir ordenando el arbolado de una región es tener un inventario de lo que hay, que sea realizado por personas capacitadas que puedan hacer diagnósticos visuales para conocer datos específicos (como porcentaje de los árboles, problemas fitosanitarios y los que hay que sacar), que permitan acciones futuras como por ejemplo designar recursos municipales para esta área”.

El inventario no se debe hacer en una planilla de Excel, sino utilizando herramientas de arbolado, que no solo permitan manejar el arbolado, sino que presenten los beneficios ecosistémicos de cada árbol. Del inventario salen unas acciones como cortar, podar y fertilizar.

Sierra subrayó: “La forma cómo se manejan los árboles de la ciudad nada está elaborado de manera planificada. Hoy tenemos una debilidad grande, puesto que las personas que se dedican a cortar los árboles no son preparadas y las personas quieren creer que estas puedan intervenir los árboles, desconociendo que la única entidad para autorizar este proceso es Corpocesar y que además no lo hacen de la forma correcta porque creen que desmochar o eliminar las ramas de arriba de la copa es podar. Peor aún lo hacen con las formas más inadecuadas, corriendo el riesgo no solo la persona, sino que ese machete venga infectado de un árbol que puede venir con hongos o con otro tipo de enfermedades transmisibles; de esa manera, copiosamente se van a enfermando los árboles”.

Sustentó: “Valledupar es arborizada, pero con muchos árboles enfermos. No es un llamado de atención para que los talen, sino para que invirtamos en el árbol de una manera paulatina, en la forma de recuperar los árboles y sanearlos. Mientras no haya un interés real de invertir en el árbol, solo se seguirán haciendo jornadas de momentos de sembrar arbolitos, que si se hacen sin ninguna clase de planeación no dejarán ningún fruto”.

Al respecto, Vernengo Caulin asegura que esta situación pasa en toda Latinoamérica. “En Uruguay por ejemplo para revertir esta situación creamos un Centro de Capacitación, para los podadores, que ejecutan el trabajo; los técnicos, que mandan a hacer el trabajo, y para los gerentes, que supervisan y designan los recursos. Todos tienen que tener la instrucción suficiente para manejar el arbolado de una ciudad porque es demasiado importante para estar en manos de quienes no tienen experiencia. La educación es importante en revertir lo que está pasando en la ciudad”.

Dio a conocer que la primera pregunta que hace cuando realiza un trabajo de árboles es: ¿tienen inventario?, si le dicen que no esto le indica que el resto está mal. “Montevideo es una ciudad grande, con un buen arbolado, pero no había un plan de gestión de riesgo porque la caída de un árbol mata a una persona, por lo que debe existir”, sustentó.

TECNOLOGÍA PARA DETERMINAR LA VIDA ÚTIL DE LOS ÁRBOLES

Andrés Vernengo Caulin aseguró que su visita Valledupar es para introducir una tecnología americana que permite identificar situaciones de riesgo en el arbolado con base en carencias del sistema radicular o las raíces, denominada Tree Radar, que ya venía utilizando hace más de siete años en Montevideo. Esta, de acuerdo al experto, funciona con ondas electromagnéticas que sirven para estudiar las raíces y el tronco del árbol, conociendo qué tanto de la madera está afectada, de tal manera que se hace todo el diagnóstico del árbol para que se vea toda la información que esta tecnología nos brinda.

Ayer fue probada la iniciativa ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’, denominada Tree Radar. Foto: Sergio Mcgreen.

Con lo anterior, por primera vez en la región se llevará a cabo la puesta en marcha de la ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’. Esta herramienta permitirá que en Valledupar se diagnostique la vida útil de los árboles en la ciudad, se conozca el real estado de salud de cada ejemplar y se definan las medidas de control y manejo para mantener la esencia arbórea.

Muchos árboles de la ciudad están secos o enfermos. Foto: Sergio Mcgreen.

De acuerdo al magíster Moisés Díaz Quintero, coordinador académico del programa de Ingeniería Ambiental de Areandina, “con el uso de esta tecnología se podrá garantizar la integridad de la comunidad vallenata, puesto que de esta manera se evitarían tragedias como la ocurrida el pasado 9 de febrero cuando un hombre falleció luego que un árbol de caucho se desplomara y le cayera encima justo en el momento en que se movilizaba en su vehículo”.

Explicó que quienes han usado esta tecnología señalan que así como una resonancia magnética resuelve una necesidad médica con imágenes no invasivas del cuerpo, el sistema de la Unidad de Radar en Árboles crea el mismo tipo de imagen no invasiva de alta resolución en torno a la estructura de un árbol y su raíz de masa.

La puesta en marcha de la ‘Conceptualización teórico práctica de tecnologías de punta para el scanner, diagnóstico y manejo de árboles’ se dará en el desarrollo del foro ‘Hablemos del Árbol’.